Tuesday, June 30, 2009

NEDA AGHA SOLTAN: SIMBOLO DEL CORAJE DE UNA MUJER


Se llamaba Neda Salehi Agha Soltan. No sabemos cómo le llamarían sus amigas y amigos familiarmente, en su país, Irán.

Era una mujer joven, de apenas 26 años de edad.

Era una mujer inteligente, lucía una cruz en su cuello, y salió a las calles con su pueblo iraní. No tenía militancia política, pero fue a manifestar contra una elección que sintió robada.

Era una, en una multitud de millares, pero…una bala de la represión, terminó con su vida.

Su foto, saliéndole sangre por la boca, mientras trataban inútilmente de asistirla en la misma calle, recorrió el mundo.

A ella se refirió inclusive el presidente Barack Obama.

Neda, como tantas mujeres a lo largo y ancho del mundo, es una expresión de coraje.

De ese magnífico coraje que hoy tienen y llevan adelante muchas mujeres.

Es absurdo e increíble que en pleno siglo 21 se impida en nombre de la religión, que las mujeres puedan usar su cabello suelto, que puedan estudiar, que puedan competir en empleos y en posiciones con los hombres, que puedan expresarse libremente en público.

¿Cómo es posible que aún subsista tanto oscurantismo?

¿Qué clase de hombres (un machismo cerril y obtuso es lo único que puedo explicarme les anima) son esos “religiosos” que condonan e imponen, --y esto es lo peor, imponen-- semejantes pautas de conducta en este mundo actual.?

No, no estamos más en el siglo quinto, ni el en décimo. ¡Señores despierten!

¡Este es el siglo 21!

Y en este Siglo 21, no podrán ni asfixiar las voces, ni encarcelar las marchas, ni ocultar los crímenes, aquellos responsables de liberticidio.

Es triste, muy triste, que causas justas y nobles, siempre cobren alguna víctima.

Pero la vida preciosa, la bendita sangre derramada por Neda (como Emmanuel, su Señor) no es, no ha sido, nunca será en vano.

Desde este modesto blog, va mi sincero y sentido homenaje a Neda, y a todas las que como ella, con coraje, sin miedo, y desafiando aún la muerte, luchan cada día por un mundo mejor.

¡Bendidta seas, Neda!

¡Descansa en paz, hermana nuestra!



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Monday, June 29, 2009

ESTOY MUY BIEN, ¡Gracias!


Luego de publicar en serie, y en serio, algunas notas que rayan con lo teológico, aunque son cuestiones de vida, y de la vida simple y cotidiana, sólo que procurando integrar ciertas prácticas que considero son valederas y útiles para uno y los demás, algunos amigos –para ser exacto, dos—me escribieron un tanto preocupados acerca de qué me estaba pasando.

Aprovecho para decirles que nada especial. Estoy muy bien, activo. Me siento muy animado, muy bien espiritualmente y anímicamente.

¡Y espero seguir así!

Por tanto, ni enfermedad, ni ninguna preocupación escatológica (o sea, cercana a la muerte) es lo que ha promovido en mi que compartiera esas notas diferentes, tal vez muy mías en el sentido de mi personalidad, de quién soy yo, y de un pasado que tuvo cosas muy positivas, pero otras tremendamente negativas.

Sin embargo, en una visión retrospectiva, creo que ambas conformaron un todo que me hizo madurar.

Hoy tengo una visión y una experiencia de fe madura, que ha roto los cánones ya obsoletos (viejos y fuera de uso) de la religión tradicional con todas sus cosas absurdas, sus mentiras y ridiculeces.

Una fe que cala hondo en el ser humano como tal.

En el ser humano de hoy, Siglo 21, sin tabús, sin miedos, sin hipocresía, con meridiana claridad.

¡Se acabaron los tiempos en que se asustaba a la gente con la muerte!

La fe es para la vida, para hoy y para después, para este ser que hoy existe y luego seguirá siendo.

La fe es vivencia dinámica activa, que surge de tomarle el sabor, de gustarla, de disfrutarla, y no de un miedo a lo desconocido agitado como un fantasma que nos aguarda al final del camino, y un trauma de culpabilidad que nos condiciona psicológicamente, para lograr un sometimiento a autoridades meramente humanas.

Pero como digo. Estoy muy bien, tan bien, que me estaba acordando de una película italiana de 1967, llamada “Il Tigre”, conocida en inglés como “The Tiger and the Pussycat”, interpretada por ese gran actor histriónico que fue Vittorio Gassman.

Todos quienes lo vimos no lo olvidaremos nunca. ¡Qué artista extraordinario!

Y bien. La trama de esta comedia es que él es un ejecutivo en sus 45 años, y su hijo es rechazado por una noviecita muy atractiva, interpretada por Ann Margaret. Finalmente queriendo ver por qué ella rechaza a su hijo, él termina por enamorarse de ella, y en ese loco romance, empieza a vivir una vida totalmente distinta, alocada si se quiere.

Cuando comienza con ese vivir diferente, --no olvidemos que es en la Italia tradicionalmente católicorromana— va a ver a un cura. Éste es un viejito, extremadamente magro, chupado diría, arrugado, con una cara que casi es pura nariz sobresaliendo bajo unos lentes del tipo de los que usaba John Lennon.

El ejecutivo le dice al cura que él está en la mitad de su vida y que ha pensado en cambiarla, y el cura le dice que ha pensado muy bien, que hay que irse preparando para la muerte.

Entonces Gassman le lanza una frase que me quedó grabada para siempre: “Guarda Padre che io sono di Leo!” (¡Cuidado Padre que yo soy de Leo!), que es como decir: no te confundas, estoy más vivo que nunca, soy romántico, apasionado, fogoso...he llevado una vida demasiado formal, ahora quiero cambiar.


Y bueno, como el personaje de la película, ¡yo tambíen soy de Leo!.

Así que les digo a ustedes, queridos amigas y amigos, ¡cuidado, no se confundan!

Simplemente he discurrido acerca de ser más, hoy. De alcanzar otros niveles de desarrollo personal y colectivo (koinonia), hoy.

De disfrutar más plena y sinceramente de la vida, hoy.

Es todo.




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Sunday, June 28, 2009

EL SER EN SÍ Y EMMANUEL

En su libro “The shaking of the foundations”, que me permito libremente traducir como “El sacudimiento de los fundamentos”, o si Uds. lo prefieren “La sacudida de los fundamentos”, Tillich escribe lo siguiente:

“El nombre de infinita e inexhaustible profundidad y base de nuestro ser es Dios. Esa profundidad es lo que significa la palabra Dios. Y si esa palabra no tiene mucho significado para ustedes, tradúzcanla, y hablen de las profundidades de vuestras vidas, de la fuente de vuestro ser, de vuestra preocupación última, de lo que ustedes consideran seriamente sin ninguna reserva. Quizás, para hacer eso, deban olvidar todo lo tradicional que ustedes han aprendido acerca de Dios, tal vez aún la palabra misma. Porque si ustedes saben que Dios significa profundidad, ustedes saben mucho acerca de Él.”

Por eso, yo he elegido y prefiero referirme a Dios como El ser en Sí.

De la misma forma, pero por otras razones, prefiero llamar a Jesús por el nombre con que originalmente es referido: “y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es Dios con nosotros” (Mateo 1:23) quien reproduce a su vez las palabras del profeta Isaías 7:14.

Hay quienes, para poder sostener el llamarle “Jesús” con preferencia o anulación total de “Emmanuel” –como ha sucedido en la realidad--, argumentan ridículamente que “Emmanuel” es un título –como si se dijera presidente, ministro, general--, y que “Jesús” es su nombre. Pero…¡gran pero!, Isaías dice llamarás “su nombre”, así que lo de título, es la explicación más ridícula que se puede dar.

Personalmente, rechazo llamar al Ser en Sí como YHVH, o Yahveh, y menos Jehová, (mezcla con Adonai, que en hebreo significa Señor). El nombre con que Dios es originalmente conocido es El, y aún su plural (no mayestático, como algunos pretenden) Elohim.

Cuando Dios aparecido como una luz que no quema, en medio de una zarza, se dirige a Moisés, y éste le pregunta por su nombre, él se define a sí mismo como: “Yo soy el que soy” (Ex 3,13-14). Y esa frase encierra una verdad total y trascendente. Porque “Yo soy el que soy” (YHVH) o sea, el que fue, es y será, el que permanentemente es, apunta a la esencia intrínseca del único y verdadero Dios, o sea, al Ser en Sí.

Obviamente YHVH no es el nombre de Dios, sino la definición de sí mismo, en una revelación transdimensional.

Pero lamentablemente, YHVH termina siendo apenas un dios nacional, y nunca más el Ser en Sí. Voy a ser más claro todavía, a riesgo de escandalizar, YHVH culmina siendo para aquellos nómades ignorantes, un “dios” con minúscula, o como algunos han preferido catalogarle, un demiurgo.

A lo largo de la Biblia, hay una notoria preponderancia de los hebreos del Sur, (Reino de Judá) sobre los del Norte (Reino de Israel). De ahí que la mayoría de los profetas sean sureños, y no es por casualidad que sea en el Sur donde se erige el templo.

Pero Emmanuel procede de Galilea, del Norte. Y hasta le ridiculizan por eso. Y cuando en la abyecta situación de la crucifixión, Emmanuel clama por Dios, o tal vez recita el Salmo 22, en su lenguaje que era el arameo, llama a Dios no como YHVH, sino “Elí, Elí”.

Razón para mi más que suficiente, para nombrar a Dios como El, y no como YHVH. Por eso mismo, prefiero hablar de Emmanuel, y no de Jesús, ya que este otro nombre es derivado de YHVH.

Porque como el propio Emmanuel lo esclareció, ese “Dios con nosotros”, no significa que Dios está a nuestro favor, sino que Dios está en nosotros.

Designar a Dios como El ser en Sí, es apuntar a la característica de la naturaleza intrínseca de Dios, según la cual es por sí mismo, sin proceder de origen exterior ajeno.

La conciencia de nuestra finitud (pues existimos) en contraste con el Ser eterno e infinito, crea un sentido de lo numinoso. Es de este sentido que surge nuestra fe (no religión), nuestra ansia de superación, nuestro camino Alfa-Koinonía-Pleroma, que busca y procura activar al máximo en nosotros los atributos del Ser en Sí.

Y a propósito de esto que llamo A-K-P, escribió Tillich en su libro “The New Being” (El Nuevo Ser):

“La Verdad así como la vida, une el Si y el No, y sólo el coraje que acepta la infinita tensión entre el Sí y el No puede tener vida abundante y la verdad última.”

El camino A-K-P nos lleva a ver toda la vida y cuanto acontece desde una perspectiva diferente. Nos conduce a vivir con coraje.

Es un camino que nos lleva a asumir las contradicciones humanas, en nosotros mismos y en nuestros semejantes, e incluso las cosas que no podemos entender y que clasificamos superficialmente como “positivas” o “negativas”.

Es un camino que nos hace entender que vida y muerte, luz y sombra, la existencia toda en permanente transformación, responde a la esencia del Ser en Sí, y a sus múltiples manifestaciones. En lo aparentemente contradictorio, hay una unidad, un sentido.

Es un camino liberado del cinismo y la hipocresía.

Es un camino de corazón íntegro, de entereza anímica, de honestidad intelectual, de un amor que abarca, que comprende, y sobre todo, que perdona, reconcilia y por tanto redime.

No es un camino dificil. Es un camino hermoso, disponible para todos quienes quieran transitarlo.

¿Quieres tú participar de este camino? Quiero saberlo. Respóndeme.

Desde aquí, yo te digo: ven, vayamos juntos.



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Saturday, June 27, 2009

¿POR QUÉ “EL SER EN SÍ” Y NO “DIOS”?


Es siempre un interesante ejercicio preguntarle a un grupo de gente, ¿quién es Dios?, o ¿cómo es Dios?, o ¿cómo se imagina a Dios?

A la primer pregunta, algunos se referirán “al Altísimo” (lo cual aplica un criterio tridimensional, en este caso haciendo referencia a que “está en lo alto”, o “en las alturas”), otros lo definirán como “un ser todopoderoso”.

Cuando se va al “cómo”, seguramente hay en el trasfondo del pensamiento de muchos una imagen antropomórfica. Es el “anciano sentado en un trono” (la imagen es bíblica, después de todo). Y los cristianos responderán con atributos de Dios, como la manida frase “Dios es amor”, y sustituirán a Dios por Jesús, (Emmanuel), a quien heréticamente también llamarán “Dios”.

No es extraño que gente de fe, principie por sentir y pensar que Dios es un interlocutor (en el mejor de los casos). Alguien otro, alguien que no está en nosotros, alguien que obra desde fuera de nosotros. Alguien ajeno.

Y tampoco es extraño que aunque no muy bien definido, haya una idea acerca de Dios que ronda con lo antropomórfico. Así le adoraron en sus casas, con imágenes, los antiguos hebreos.

El A.T. nos habla de un Dios que desciende sobre una montaña, cuya espalda y manos ve Moisés. Un Dios que lucha hasta el amanecer. Un Dios que dialoga con Abram cuando visita su tienda. Un Dios sentado en un trono bajo una bóveda de cristal, rodeado de una rueda dentro de rueda, que se eleva y se traslada.

Semejante Dios tridimensional, pequeño, casi a la par nuestra, no condice con las definiciones teológicas (muy acertadas por cierto) de omnipotente, omnipresente y omnisciente. O sea, de un Ser (por definirle de alguna manera) que contiene todos los poderes, cuya presencia lo abarca todo, y cuya inteligencia es total.

Ese Dios trascendente y a la vez inmanente, ese Dios no antropomórfico, y no tridimensional, ese Dios no terrestre, ni exclusividad de un solo pueblo, ese Dios que permanentemente crea y transforma, que nunca deja de ser, que tiene una dimensión inconmensurable que supera todo lo que podamos imaginar, que está esencialmente presente tras todo cuanto existe, ese Dios va mucho más allá de las descripciones bíblicas alegóricas u objetivas.

El verdadero, el auténtico, el único Dios, es. Y es el poder de ser tras todo cuanto existe.

Lo que existe es efímero, Dios es eterno. La existencia es finita, Dios es infinito.

Por eso, mejor que llamarle “Dios” (porque bajo ese nombre se tienen y mantienen conceptos muy errados) prefiero con el gran teólogo suizo Paul Tillich, --del cual me considero un simple estudioso y el más humilde de sus discípulos— llamarle el Ser en Sí.

El Ser que es por sí mismo y se manifiesta en todo cuanto existe pero a la vez lo supera.



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Friday, June 26, 2009

Α-Κ-Π = EL CAMINO DE LA PLENITUD

En mis entregas anteriores, me he referido a la búsqueda de una plenitud de todo nuestro ser.

Un camino a través del cual encontrar una comunicación que supera los límites de nuestra tercera dimensión para allegarnos más íntimamente al Ser en Sí. Para activar su presencia y potencia en cada uno de nosotros.

Un camino mediante el cual sentir equilibrio, armonía, y paz interior, a la vez que la felicidad de integrarnos a la totalidad del Cosmos.

Y al referirme a ese camino, he utilizado ciertas palabras griegas, que conocemos partiendo de las Sagradas Escrituras.

Procurando poner en orden esos conceptos, todo comienza con el amor agape.

Agape, del griego αγάπη, es una de las cuatro palabras griegas que se traducen como: amor.
Se trata, como la define C.S. Lwis de “un amor no egoísta, un amor que está apasionadamente comprometido en el bienestar de los demás.”

Es por tanto una expresión superior del amor, un amor que se entronca con el poder creador y renovador del Ser en Sí. Que proviene y se relaciona intrínsecamente con el Ser en Sí. Que tiene que ver con la esencia de lo que el Ser en Sí es.

El segundo concepto que he manejado, y que es una consecuencia del primero, es koinonía.

Koinonia es la transliteración de la palabra griega κοινωνία, que equivale a: comunidad, comunión, participación conjunta, compartir, contribuir, e intimidad.

Koinonía por lo tanto, asume la forma social del amor agape. Es el gozo de estar acompañados, de tener un grupo humano de referencia en el cual encontramos compañerismo, apoyo, compartimos conocimiento, experiencias, aprendizaje, meditación, comida, bebida, etc.

La koinonía se da como resultado de una pertenencia voluntaria a un grupo, que persigue en su conjunto el camino de plenitud.

Finalmente me refiero a pleroma.

Pleroma, del griego πλήρωμα generalmente se refiere a poseer el espíritu y poder del Ser en Si. La palabra significa plenitud, en el sentido del verbo llenar (πληρόω) y es comparable a πλήρης que significa “lleno” o “completo”.

Pleroma pues, es el objetivo mismo de toda esta práctica, que es sentirnos plenos, sentirnos llenos del poder creativo, balanceados, espiritualmente robustos, mentalmente esclarecidos, con una felicidad y una gran paz interior.

Por tanto, si de alguna manera práctica y simple queremos referirnos a este proceso, podemos referirlo como el A-K-Π, o –a la usanza de las matemáticas— con las minúsculas α-κ-π (alfa, kappa, pi), que bien podemos traducir a nuestro lenguaje como A (amor) K (koinonía) P (plenitud).

Como advertí desde el principio, y como lo reitero conceptualmente, se trata de un camino, un andar hasta llegar al objetivo.

No es algo repentino, que ocurre definitivamente y se logra en un momento dado.

Pero sí tiene un punto de partida. Y el punto de partida es nuestra búsqueda, nuestro deseo muy firme, nuestra voluntad y propósito de querer andar este camino y llegar a esa plenitud.

Hoy por hoy, yo me siento en ese punto de partida.

Amiga, amigo: ¿te sientes tú en tu punto de partida?




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Thursday, June 25, 2009

EN POS DE SER MEJORES


Hace dos notas, escribí sobre el camino de transformación personal.(ver: Esa batalla interior).

Aprovecho para hacer una acotación al margen que de cualquier manera me parece pertinente. En tiempos preteridos, solía plantearse un “sofisma de falsa oposición” (como lo aprendimos del gran filósofo uruguayo Carlos Vaz Ferreira) entre transformación individual y transformación colectiva.

Se pretendía que la verdadera transformación, la que importaba, era la colectiva, y que de ella dependía y surgía por añadidura la transformación personal.

La realidad existencial muestra que una transformación personal puede contribuir mucho más ricamente a una transformación colectiva. O sea, de la sociedad toda.

Pero la transformación colectiva, tampoco depende de la transformación personal.

O sea, así como no es cierto que hay que transformar a la sociedad para transformar al individuo, tampoco es cierto que hay que transformar al individuo para transformar la sociedad, pues ésta es más que el resultado de la suma de transformaciones individuales.

Me gustaría ahora referirme a cómo veo yo el camino de esa transformación personal, de esa búsqueda de una común unión con el Ser en Si, con ese llegar a experimentar que somos hermanos de las estrellas, de ese trascendernos a nosotros mismos, sin perder nuestra inmanencia e individualidad.

Ese camino de transformación es sencillo, y es humilde.

En primer lugar, requiere que eliminemos muchas horas perdidas en entretenimiento, en mirar la televisión, y apliquemos ese mismo tiempo, a la meditación y/u oración.

Para ello es conveniente destinar un lugar de la casa, estar solos, no ser interrumpidos por relojes, llamadas telefónicas, etc.

La quema de incienso, el uso de una música inspiradora o del sonido de agua corriendo, pueden ser acompañamientos adecuados para nuestra concentración.

Tal vez la utilización de un lugar totalmente a oscuras, donde sólo brille una luz muy ténue, o muy pequeña en la cual nos concentremos, resulta aún más apropiado.

Si no, busquemos un lugar aislado, aún al aire libre, cerremos nuestros ojos, y procuremos visualizar aquello sobre lo cual queremos enviar nuestro mensaje, aquello por lo que queremos pedir, o queremos recibir respuesta, etc.

Es mejor si aún ejercemos esa meditación en ayunas, o habiéndonos alimentado frugalmente con frutas, miel y leche.

Y luego, dediquémenos a la lectura de textos inspiradores, de la misma Biblia, pero mirada desde la perspectiva de lo que el conocimiento científico nos aporta hoy día.

Repasemos entonces los pasajes aparentemente más difíciles de comprender para el ser humano común, no versado en estos temas, que no conoce la Biblia ni por las tapas, que no se ha internado en este tipo de estudio creativo.

Reveamos los llamados “milagros”, y encontraremos maravillosas, racionales y perfectas explicaciones para ellos.

Luego que aquilatamos todo ese bagaje, estemos dispuestos a compartirlo.

Seamos maestros de esta sabiduría (sofía) especial. Grupos de 15 a 20 personas, sentados formando un círculo, tal vez usando almohadones y sobre una alfombra, puede ser una forma ideal de compartir estas enseñanzas y estas prácticas.

Por supuesto eso puede hacerse también al aire libre, sobre césped, o sobre arena en una playa. Pero que el lugar sea desierto, que nadie lo perturbe, eso es fundamental.

Algunos ejercicios respiratorios previos, pueden colocar a los participantes en mejores condiciones de recibir y compartir las enseñanzas.

Es una forma de servicio a otros, pero que nos enriquece a nosotros mismos y a cada uno.

Y luego, la tarea de consejería personal, estar abiertos a que se alleguen a nosotros personas que buscan o necesitan orientación especial para su problemática particular.

Y a la vez, la oración intercesora con la imposición de manos, rogando por sanación.

Estos son otros actos de servicio, llevados a cabo con humildad y devoción.

Es una expresión superior de amor.

Es el llamado amor agape, el que nos lleva a darnos por otros, pero que se alimenta en la reciprocidad con que ello ocurre en el grupo humano que se reúne (koinonía).

Es por cierto una práctica para el desarrollo espiritual del ser humano. Es una práctica para elevar nuestros niveles de conciencia y nuestros niveles de conexión con el Ser en Sí, para hacer que Éste se manifieste concientemente en nosotros.

Es una práctica que nos hermana con toda la creación de la cual formamos parte.

Es una práctica que no nos aliena de la realidad cotidiana, pero nos prepara mejor para enfrentarla cada semana, cada día.

Es lo más hermoso que como humanos podemos practicar, asimilar, integrar, y compartir.

¿Qué piensan?, ¿les interesa?, ¿les parece realizable?

Los comentarios a enigma0458@gmail.com

Desde ya muchas gracias, y que el Ser en Sí les guíe y fortalezca.



enigma

Wednesday, June 24, 2009

A LOS CHILENOS Y CHILENAS


Esta semana, la Presidenta de Chile, Dra. Michelle Bachelet, se encuentra en Washinigton D.C.

Y esto me ha hecho pensar en las amigas y amigos chilenos que he conocido a lo largo de mi vida.

Los primeros los conocí en Buenos Aires.

Luego he conocido otros en Estados Unidos.

Todos me trataron muy bien, a todos los he querido y me han querido. Con algunos compartimos inquietudes y con otros, trabajo.

Como un homenaje pues a todas ellas y ellos, y a ese estupendo país, ejemplo en Sudamérica, quiero compartir hoy un escrito de su más excelso representante, el poeta Pablo Neruda.

Se titula: "Amiga, no te mueras", y dice así:

AMIGA, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que te espera en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.

Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.

En la noche al espeso perfume de las rosas,
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.

Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes
para el lecho selvático fragante a sol y a selva.
El que trajo en los brazos jacintos amarillos.
Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas.

El que cruzó los brazos por esperarte, ahora.
El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas.

Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas.
Racimos refregados. Mordeduras bermejas.

El que te llama desde las llanuras brotadas.
Yo soy el que en la hora del amor te desea.

El aire de la tarde cimbra las ramas altas.
Ebrio, mi corazón. bajo Dios, tambalea.

El río desatado rompe a llorar y a veces
se adelgaza su voz y se hace pura y trémula.

Retumba, atardecida, la queja azul del agua.
Amiga, no te mueras!

Yo soy el que te espera en la estrellada noche,
sobre las playas áureas, sobre las rubias eras.

El que cortó jacintos para tu lecho, y rosas.
Tendido entre las hierbas yo soy el que te espera!

enigma

Tuesday, June 23, 2009

ESA BATALLA INTERIOR

Es ciertamente una batalla, y por momentos deviene en cruel.

Es una batalla con nosotros mismos, en cosas que nos jalan para arriba y otras que nos tiran para abajo.

Cosas que nos apelan y por momentos nos hacen casi como besar las estrellas, y cosas que nos abajan hacia una abyecta cueva.

No son cosas externas, están dentro nuestro. Es un universo de vivencias diversas y antagónicas.

Si tú no lo has vivido, amiga, amigo, aún te falta mucho por crecer.

Son vivencias que no resultan ajenas a todo ser que busca una superación fundamental. No la superación en mejorar el empleo, o sus ingresos, sino una superación interior, del ser mismo de uno.

Emmanuel la vivió cuando se nos dice que durante 40 días luchó con el diablo. Cuando fue sometido a tentaciones tremendas. Cuando se le ofrecio poder, riquezas, y lo desechó todo, por vano y pasajero, para aferrarse a lo fundamental.

Lo testimonió Saulo de Tarso, que luego se convertiría y sería conocido como San Pablo, cuando escribió que lo que no quería eso hacía, y lo que quería no lo hacía.

Es parte de nuestro proceso de transformación (metanoia).

Nuestra transformación personal no se da en una sola instancia, de golpe, como quien enciende una lámpara.

Es un proceso de años. Es un proceso de vida. Es una maduración y decantación.

Pero, justo es reconocer, si la volición personal tiene algo que ver en ese proceso, mucho más lo tienen las cosas que nos son dadas, que “se nos vienen” sin nosotros siquiera imaginarlas.

Voy a citar un par de ejemplos para ver si se comprende a qué me refiero.

¿Cuántas veces ustedes han estado pergeñando un proyecto sobre algo, un tema en redor del cual han estado meditando, en fin, algo que les tenía concentrados, y de pronto, ¡eureka!, les surge la idea brillante, la solución no inferida, en la cual nunca habían pensado antes.

Y en ese momento, íntimamente, ustedes saben que esa idea no fue en realidad fruto de vuestra mente, sino que les vino dada.

Luego lo traducimos en expresiones como “de golpe se me iluminó la mente”, o “de repente me vino esta idea en la cabeza”. Sí, fue un relámpago de iluminación, repentinamente aquello que por días u horas nos tenía como caballo dando vuelta a la noria, halla una solución.

Pero si estamos alertas, hemos de reconocer que ese pensamiento, esa solución, esa perspectiva, nos fueron dados. Se nos envió como un mensaje y lo captamos.

Les cito otro ejemplo aún mucho más claro, harto evidente por sí mismo, y para el cual no tenemos explicación posible.

¿Cuántas veces de pronto se nos abren puertas, llegamos a conocer instituciones, gente, posibilidades de cuya existencia ni siquiera sabíamos antes? Y todo se nos da de tal manera que obtenemos logros impensados, inimaginados, y por cierto no planeados por nosotros.

Luego lo traducimos con expresiones como: “tuve un golpe de suerte”, o “se dio la casualidad”, o “se ve que estaba bien aspectado”… Pero ninguna de esas frases puede explicar verdaderamente lo ocurrido. Nos ocurrió, no lo “ocurrimos”, nos sucedió, otra vez, se nos vino, se nos dio.

Si nos damos cuenta de que nos han sucedido esas cosas en nuestra existencia, en algún momento tenemos que preguntarnos qué significan, por qué nos han estado ocurriendo, por qué se nos han estado dando.

¿Qué hilo conductor hay detrás?, ¿hacia qué nos llevan?

Ahi es cuando podemos sospechar, si no intuir, que hemos sido elegidos para un proceso en el cual se nos ha preparado desde tiempo. No sólo llegamos al mismo a través de la educación formal que hemos recibido, y de los valores que nuestros mayores nos han transmitido.

Son además las diversas experiencias de vida que hemos tenido, aún aquellas de momento aciagas, tristes o desgraciadas, las que miradas en perspectiva integran una unidad de enseñanza para el ser nuestro. Una “escuela superior de aprendizaje”, que reclama de nosotros estar atentos, ser capaces de percibir sus resultados, y especialmente de comprender que ellos han ido modelando quienes somos.

Y llegamos a un punto de nuestra vida en que ya eso ha adquirido un peso tal, que nos lleva ahora sí aun paso más trascendente: el de nuestra transformación conciente, el de la búsqueda voluntaria de anhelar y poder hallar una modificación de nuestro ser que nos lleve mucho más cerca de una comunicación (común unión) con el Ser en Sí que está en todo, y por supuesto en nosotros también.

Es un despertar a lo trascendente en medio de lo inmanente de cada día.

Es sentir un llamado (vocación) por ser humanamente mejores, más perfeccionados, superiores.

Superiores no para mirar a quienes nos rodean con desdén o por arriba del hombro –como suele decirse— sino superiores en el sentido de que nos coloca al servicio de los demás para ayudarles en sus respectivas experiencias a alcanzar lo que nosotros hemos logrado: una plenitud de nuestro ser, que adecuadamente se llama en griego “pleroma”.

Es en último término, una plenitud de carácter espiritual.

Pero, no caigamos en el dualismo antagónico, en el maniqueísmo de los griegos, en que separamos espíritu de materia, alma de nuestra carne, sangre y huesos, y sacrificamos la carne (flagelación) por supuestamente crecer en espíritu.

Nosotros somos como humanos una unidad integral, y en tanto que nuestro cuerpo físico es el equipo con el cual podemos habitar y existir en este ecosistema y esta tercera dimensión, ser significa ser con todo. De modo que el camino de superación, el camino de un perfeccionamiento espiritual, el camino hacia una unión conciente e iluminada con el Ser en Sí, nos involucra en nuestra integralidad.

Y entonces no despreciamos nuestro cuerpo. No le castigamos porque él es parte inseparable de nuestra existencia (si bien no de nuestra esencia).

En ese camino de superación pues, no dejamos de respirar, o de comer, o de tener sexo, porque son cosas propias a nuestra existencia, a nosotros mismos.

Pero así como no atentamos contra esa existencia suicidándonos, o dejamos de comer, o de tener sexo, nuestro cuerpo y sus apetitos, no ocupan sino un lugar secundario respecto de aquello que es lo fundamental.

Y lo fundamental es saber que se nos ha elegido para un propósito superior, que se nos cuida, se nos ama, y se nos han ido dando herramientas para llegar a ese punto óptimo, ese pleroma, esa plenitud.

Si lo descubres en ti, permite que eso se procese sin obstáculos. Deja ser llevado a ser más, a trascender esta tercera dimensión, a hermanarte con el universo todo.

Es posible, y ¡es gratis!

Inténtalo.



enigma

Saturday, June 20, 2009

EL DON DE LA AUTOCRÍTICA


Criticar es evaluar y emitir una opinión.

Hay críticos de cine, de arte, de la economía, la política, etc.

Las críticas son buenas, porque –cuando son bien intencionadas—ayudan a corregir errores, a perfeccionar algo, a advertir peligros, etc.

Seamos honestos: cuando se nos critica y la evaluación resulta negativa para nosotros, no nos agrada.

Sin embargo, si la crítica busca que nos mejoremos, si no es una crítica contra nuestra persona en si, sino respecto de algo que hemos dicho o hecho, debemos recibirla adecudamente, procesarla en nosotros, y ver cuánto de verdad contiene, y si en base a ella podemos mejorar.

Obviamente, si la crítica nos es favorable, no nos debe servir para hincharnos com una esponja, sino para comprender que hemos estado acertados, que vamos por buen camino, que es por allí por donde debemos transitar.

Valgo todo esto, respecto de críticas de terceros hacia nosotros.

Pero quisiera referirme a un don particular, y es el de la autocrítica.

Ya no se trata de lo que otros puedan opinar de lo que hacemos, decimos, optamos, proponemos, etc.

Se trata de autoanalizarnos, pero despiadadamente, sin concesiones, sin “paños tibios”, para vernos tal cual somos, para ver cómo estamos viviendo, cómo son nuestros sentimientos, si existe coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, si procuramos el bien común, si abrazamos causas justas, si buscamos tener un portal abierto hacia lo divino, o sea, hacia una dimensión superior en la cual crece nuestra conciencia y nuestro espíritu.

La autocrítica es, después de todo, un camino de superación.

Superación del yo, primero que nada. Porque tenemos que tener la humildad y a la vez la hidalguía de aceptar nuestros errores, de aceptar que hemos podido equivocarnos, y por tanto, enmendar el camino.

El autoanálisis tiene necesariamente que llevar a mejorarnos, a trascender planos, a buscar lo superior.

Es en la autocrítica cuando comprendemos dónde estamos, de dónde hemos venido, pero sobre todo –lo más importante-- hacia dónde vamos, o hacia dónde queremos ir.

La autocrítica, esa autoevaluación, nos puede al menos proveer pautas de cuán adecuadamente o no estamos equipados para dar un nuevo paso, para avanzar en calidad humana, para ser y crecer más.

Y ese equipamiento se compone por un lado de las experiencias vividas, por otro lado, de la educación adquirida, y finalmente, pero muy importante, de los valores que tenemos y que están en juego.

De la conjugación adecuada de estos tres factores, va a depender nuestro futuro.

La pregunta a hacernos hoy es ésta: ¿estamos preparados?


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Friday, June 19, 2009

LOS NIÑOS: NUESTROS MAYORES ( IV )

¡¡¡QUE VIVAN LOS NIÑOS DEL MUNDO!!!

No, no es sólo un vivar a los niños. No nos confundamos. Es el verdadero deseo que de que vivan, y vivan bien, todos los niños del mundo.

Es el deseo de que desde el vientre materno se les proteja y se les cuide.
Que la madre no consuma alcohol, ni drogas, ni fume durante el embarazo, ¡por lo menos!

Es el deseo de que nazca de padres sanos y bien nutridos, para que no tenga desde su vagido una minusvalidez cerebral que le marque para siempre una vida desgraciada.

Es el deseo de que al llegar sean esperados, queridos, recibidos con algarabía, con alegría, y que les cuiden en todo momento.

Y que se disfrute a pleno cada etapa de su crecimiento, de su maduración, de su destreza física, de su desarrollo mental.

Y que se aprenda a dialogar con ellos, a escucharles con atención, a responder siempre a sus preguntas y a hacerlo con honestidad. La mentira no va con los niños.

Que se les enseñe a cuidar de los demás niños, de la naturaleza toda, y a vivir en paz, en armonia, a ser disciplinados, y no violentos.

Que tengan juegos creativos, que les hagan ser creadores y no destructores. Juegos solidarios donde tengan que compartir lo que hacen con otros, en lugar de estimular una despiadada competencia.

Que aprendan a ayudar, a socorrer, a ver que juntos se puede lo que solos, no.

Que no les tengan miedo a las matemáticas, devoren un teclado de computadora, se extasíen observando el cielo en una noche estrellada, aprendan a usar un telescopio, y tengan en su acerbo más de un idioma.

Es nuestro deber y nuestra obligación como adultos, hacer que nuestros niños hereden un mundo mejor.

La desnuclearización, la paz mundial, el cuidado ecológico, nuevos recursos energéticos, avances en la derrota de enfermedades, y una justa distribución de la riqueza y los recursos, son bases fundamentales para asegurar una niñez plena.

Desde aquí, voto en favor de todo eso, y por tanto, de cada niño y niña que habita o habitará este nuestro único mundo.

Desde este blog, exhorto a que todos los mayores, hagamos cuanto esté a nuestro alcance, --a veces un sencillo gesto— para hacer feliz y pleno a una niña, o un niño.

Ellos no son el mañana. ¡Ellos son el hoy, pues están hoy con nosotros, ya!

Por eso digo y proclamo: ¡¡¡que vivan los niños del mundo!!!



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Wednesday, June 17, 2009

LOS NIÑOS: NUESTROS MAYORES (III)


No importa dónde ocurre: si el niño que sufre de hambruna está en Níger.

Si el que lleva una ametralladora casi tan grande como su cuerpo está en el Congo.

Si el pequeño picapedrero está en la India. Si la niñita lavandera está en Filipinas. Y si la explotación y tráfico sexual de niñas y niños ocurre en Tailandia.

Lo que nos debe tocar a fondo nuestras conciencias, lo que debemos deplorar visceralmente, lo que debe sublevarnos, es que en pleno Siglo XXI, aún existen esas lacras sociales en nuestro planeta único.

Niños explotados como soldados, se les ha encontrado también en Tailandia, y son entrenados como tales por radicales islámicos, de la misma manera que Hitler tuvo su ejército de niños, y Mussolini sus "balilla".

El repudiable tráfico de armas, los señores de la guerra, que viven de la muerte ajena, son los que hacen posible que hasta pequeños niños, no tengan en sus manos un arma de juguete, sino una de verdad, y aprendan a matar, y a sobrevivir baldados por el estallido de una mina antipersonal, contra lo cual luchó tanto la extinta Princesa Diana, y lucha hoy Angelina Jolie.

La explotación de niños para trabajos que correponden a adultos, donde además son esclavos, viven, comen, duermen y laboran en locales totalmente insalubres es algo común en la India y en otros países.

Y lo más abyecto de todo: la explotación sexual de niños y niñas tan pequeños como de 3 y más años de edad, en Tailandia, en Las Filipinas. Donde mayores, incluídas mujeres, obligan a esos pequeños a ejercer la prostitución, para que bestias degeneradas (porque no se les puede llamar seres humanos) vayan a satisfacer sus retorcidos bajos instintos. Todo por el miserable dinero.

Y a esto se agrega el tráfico de niños con iguales propósitos, y la venta de niños, donde interviene inclusive personal de la salud corrupto, que se ofrece a hacer los contactos y que saca una "comisión" por el favor hecho a terceros.

Una situación que se vive también en América Latina.

Pero nadie piense que el abuso sexual de niños, la pornografía infantil que ha llegado incluso a usar la internet, se da en países donde existe extrema pobreza.

También se da entre aristócratas de países europeos. ¿Ya nos hemos olvidado de cuando hace pocos años fueron detenidos varios individuos que ocupaban lugares importantes en la sociedad belga (empresarios, banqueros, etc) por ser consumidores de pornografía infantil, y pertenecer a redes de producción y tráfico de ese material?

Y la corrupción y degeneración del ser humano, llega a su expresión más antagónica, inadmisible, y concupiscente, en el caso de la pedofilia de la que han sido acusados sacerdotes católicos en diversos países del mundo, que ha significado un bochorno total para la Iglesia, y le ha costado miles de millones de dólares en una reparación de daños, que lo que más intenta, es salvarle la cara a la propia Iglesia.

El abuso de niños por parte de sacerdotes, es tal vez la imagen más patente de lo bajo que ha caído moralmente la especie humana. Los degenerados con ropaje eclesiástico, son la expresión más cruel de la hipocresía de que son capaces los llamados "mayores".

Desde este blog, denuncio vehementemente todas esas situaciones donde los niños son vejados, abusados, explotados, torturados, traficados, y hasta finalmente, baldados o muertos.

Desde este blog denuncio a todos los padres y madres infames, que son capaces de castigar brutalmente a sus hijitos pequeños, aplicándoles golpes en todas las partes del cuerpo, y especialmente en la cabeza, causándoles lesiones irreparables.

Desde aquí denuncio a las madres biológicas, pero desnaturalizadas, que son capaces de vender a la criatura que tuvo nueve meses en su vientre, como si fuera una cosa, por una suma de dinero, siempre miserable, frente al valor intrínseco de un ser humano, como lo es la criatura vendida, o traficada.

Y también cabe denunciar las formas más sofisticadas de explotación de la niñez.

Ah! de esas madres con poca inteligencia y menos reparos morales, que son capaces de hacer que su niñita de 6 años se vista como una mujer adulta, se pinte y maquille como tal, y baile y se mueva provocativamente, para ganar algún concurso, o desfilar en carnaval.

A los niños les debemos primero que nada protección, alimento, vestimenta, educación, y por sobre todo, amor, cariño, respeto.

Ellos tienen mucho más para darnos que simple dinero. Ellos nos dan ejemplo de vida.

Ellos tienen mucho para enseñarnos cómo ser más humanos, y menos bestias, o degenerados.

Ellos definitivamente, son nuestros maestros, y nosotros deberíamos tener la humidad de aprender de ellos en lo esencial.




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Tuesday, June 16, 2009

EL CUENTO QUE AQUÍ HABÍA

Amigos: aquí hubo un breve cuento, ambientado en el Río de la Plata por su lenguaje. Lo titulé "¿Cómo te la podría pintar?"

Pero, tres personas de mi amistad, un cabellero y dos damas, asiduos lectores de este mi blog, objetaron la inserción del cuento en medio de la serie sobre "Los Niños: Nuestro Mayores", y además dijeron que el lenguaje utilizado en el mismo se salía de lo que ha sido desde el inicio hasta el presente, el utilizado en este blog, que por otra parte, reconocen me es propio.

Con las debidas disculpas, acepto las críticas, y en virtud de ello, he decidido libérrimamente, retirar el cuento de esta página.

Dejo constancia de ello.

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Monday, June 15, 2009

LOS NIÑOS: NUESTROS MAYORES ( I I )


Tal vez la primera y más sobresaliente característica de los niños, es que ellos no saben de hipocresía.

Son llanos, dicen las cosas que piensan y sienten, aunque les caiga “mal” a los llamados mayores, que son los que mienten, los que ocultan, los que disfrazan, los que usan máscaras sociales.

Los niños se expresan natural y abiertamente.

La segunda cosa extraordinaria en los niños, es su capacidad de aprendizaje que va unida a la curiosidad exploratoria.

El niño permanentemente quiere saber y pregunta ¿por qué?. De pronto, deshace un juguete, porque quiere saber qué hay dentro del mismo, cómo es que se mueve, aunque luego no lo pueda rehacer.

Esa curiosidad innata, se mantiene en el adulto cuando éste la canaliza haciéndose científico, o periodista, o detective. Alguien que se plantea sistemáticamente interrogantes, que tiene delante de sí misterios que le acucian y que busca resolver, temas que quiere poner en orden para poder comprender el cuadro general de una situación dada.

Pero para millones, esa curiosidad se pierde y termina anulándose.

Y sin embargo, ¡qué bien haría que en todos los órdenes de la vida fuésemos inquisitivos! Que no nos conformemos al simple rumor, a lo que se nos cuenta o se nos dice, aún por las vías oficiales, sino que por nosotros mismos seamos capaces de elaborarnos un criterio propio.

Los niños juegan, y jugando son felices. Ríen libremente a carcajadas, y dedican horas al juego. A veces el juego es más quieto, pero las piezas que manejan con sus manos, les demandan toda su concentración, y pasan así horas entretenidos.

Los adultos suelen perder ese espíritu lúdico esencial, y si acaso hubiese más situaciones –como parques recreacionales para adultos—donde éstos puedan jugar, no practicar deportes, sino jugar, habría seguramente más fraternidad en el mundo, menos encono, menos odio, menos violencia. Nos hace falta jugar.

Recuerdo una vez, cuando en un local de una escuela, muchachos de veinte y tantos años, recordaron viejos tiempos, y de pronto, se pusieron a jugar a la escondida. ¡Cómo se divirtieron! Nadie más se enteró, excepto quienes ese día estábamos en el local escolar. Era un fin de semana, y por tanto, estaba cerrado para cualquier persona de afuera.

Yo no podía dar crédito a lo que mis ojos veían. Aquellos individuos, en otros momentos muy serios, acostumbrados a sostener reuniones para tratar temas, de pronto se tranformaron en niños, y rieron, rieron con ganas, como quizás hacía mucho que no reían. Y finalmente, cansados, terminaron todos abrazados, celebrando el momento de “diabluras” vivido.

Hace falta que con total libertad, se vuelvan a tener oportunidades de jugar, esos juegos simples y sencillos de la niñez, porque luego de jugarlos, uno realmente se siente diferente.

Sirven como catarsis, como descarga de múltiples tensiones, como gasto de energía, y sobre todo, como motivador de risa. Y todo eso tiene claro está mucho que ver con las funciones neurocerebrales, con la liberación de dopamina, que nos hace sentir felices.

Eso también nos enseñan los niños.

Sí, son pequeños en estatura, pero son gigantes en alma, en pureza, en sencillez, y deberíamos tenerles un respeto que no hemos aprendido a tenerles.

¿Qué diríamos –valga una suposición solamente por ilustrar lo que quiero decir—si a pesar de su pequeñez en estatura, fuesen no-humanos?

¿Acaso tendríamos la pretensión de ser superiores a ellos porque “sabemos” más, porque tenemos “años de experiencia”?

¿O seríamos capaces de tener humildad, de considerarnos pobres y limitados, y de esperar de ellos lecciones de vida?

Pues hagamos de cuenta que los niños son más humanos, que los “humanos” en que devenimos con los años.

Los niños son humanos puros, nosotros somos humanos deteriorados.

Es hora de que empecemos a ver a nuestros niños de manera diferente.

Es hora de que en lugar de pensar que nosotros tenemos cosas que enseñarles a ellos, ellos están llenos de cosas de las cuales nosotros tenemos que aprender.

Las cosas que de ellos tenemos que aprender no son el idioma, o las letras, o las matemáticas. Son cosas más fundamentales que hacen a la calidad misma de la vida: es una manera de ser y de vivirla.

Les invito cordialmente a reflexionar sobre esto. A pensar que en esas cosas esenciales que tienen que ver con el hecho de que somos seres humanos, y somos cada uno de nosotros proyectos de vida, ellos son nuestros mayores.



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Sunday, June 14, 2009

LOS NIÑOS: NUESTROS MAYORES (I)


Los niños nos enseñan, aún jugando, el verdadero secreto de vivir.
Cuando crecemos, lo perdemos, lo confundimos, lo estropeamos, lo aniquilamos.

Me comprometo a reflexionar en una serie de notas, acerca de cómo los mayores hemos desestimado y dejado por completo de estar atentos a la sagacidad, la inteligencia, la perspicacia, y por sobre todo, la sencillez y autenticidad de los niños.

Hoy honro este blog reproduciendo un cuento del gran escritor uruguayo José Enrique Rodó, que figura en el Capítulo VIII de su libro titulado "Motivos de Proteo".

Se titula: Mirando jugar un niño, y vale la pena leerlo, o para muchos, volverlo a leer.

Jugaba el niño en el jardín de la casa con una copa de cristal que, en el límpido ambiente de la tarde, un rayo de sol tornasolaba como un prisma. Manteniéndola, no muy firme, en una mano, traía en la otra un junco con el que golpeaba acompasadamente en ella. Después de cada toque, inclinando la graciosa cabeza, quedaba atento, mientras las ondas sonoras, como nacidas de vibrante trino de pájaro, se desprendían del herido cristal y agonizaban suavemente en los aires. Prolongó así su improvisada música hasta que, en un arranque de volubilidad, cambió el motivo de su juego: se inclinó a tierra, recogió en el hueco de ambas manos la arena limpia del sendero y la fue vertiendo en la copa hasta llenarla. Terminada esta obra, alisó, por primor, la arena desigual de los bordes. No pasó mucho tiempo sin que quisiera volver a arrancar al cristal su fresca resonancia: pero el cristal, enmudecido, como si hubiera emigrado un alma de su diáfano seno, no respondía más que con un ruido de seca percusión al golpe del junco.


El artista tuvo un gesto de enojo para el fracaso de su lira(1). Hubo de verter una lágrima, mas la dejó en suspenso. Miró, como indeciso, a su alrededor; sus ojos húmedos se detuvieron en una flor muy blanca y pomposa, que a la orilla de un cantero cercano, meciéndose en la rama que más se adelantaba, parecía rehuir la compañía de las hojas, en espera de una mano atrevida. El niño se dirigió, sonriendo, a la flor; pugnó por alcanzar hasta ella; y aprisionándola, con la complicidad del viento que hizo abatirse por un instante la rama, cuando la hubo hecho suya la colocó graciosamente en la copa de cristal, vuelta en ufano búcaro,(2) asegurando el tallo endeble merced a la misma arena que había sofocado el alma musical de la copa. Orgulloso de su desquite, levantó, cuan alto pudo, la flor entronizada,(3) y la paseó, como en triunfo, por entre la muchedumbre(4) de las flores.

¡Sabia, candorosa filosofía! -pensé-. Del fracaso cruel no recibe desaliento que dure, ni se obstina en volver al goce que perdió; sino que de las mismas condiciones que determinaron el fracaso, toma la ocasión de nuevo juego, de una nueva idealidad, de nueva belleza .. . ¿No hay aquí un polo de sabiduría para la acción? ¡Ah, si en el transcurso de la vida todos imitáramos al niño! ¡Si ante los límites que pone sucesivamente la fatalidad a nuestros propósitos, nuestras esperanzas y nuestros sueños, hiciéramos todos como él!.. . El ejemplo del niño dice que no debemos empeñamos en arrancar sonidos de la copa con que nos embelesamos un día, si la naturaleza de las cosas quiere que enmudezca. Y dice luego que es necesario buscar, en derredor de donde entonces estemos, una reparadora flor; una flor que poner sobre la arena por quien el cristal se tornó mudo ... No rompamos torpemente la copa contra las piedras del camino, sólo porque haya dejado de sonar. Tal vez la flor reparadora existe. Tal vez está allí cerca ... Esto declara la parábola del niño; y toda filosofía viril, viril por el espíritu que la anima, confirmará su enseñanza fecunda.

Es necesario volver a abrevar en las prístinas fuentes de los niños, ellos son realmente, nuestros mayores.

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Saturday, June 13, 2009

SEGUN PASAN LOS DÍAS


El amor es una fuente de riqueza espiritual inagotable.

Provee enormes momentos de felicidad, pero cuando el amor es real, también se sufre y mucho.

He estado conmovedoramente enamorado, y quiero que sepan que lo sigo estando.

La llama del amor que estaba encendida ayer, sigue estando encendida hoy como en estos meses anteriores.

El amor no es como una lámpara eléctrica, con la que basta el giro de un botón o el movimiento de una llave, para apagarla.

Este fuego del corazón es llama viva que no se extingue así nomás, especialmente cuando fue tan cuidada, cultivada y aumentada, venciendo distancia y tiempo.

Pero me he llamado a silencio, y en silencio seguiré.

Es el silencio más dificil, el silencio auto-impuesto.

Lo vivido es un tesoro que preservamos.

El presente no es para desesperar.

El futuro es lo que hay que ganar.

Yo aposté siempre a un futuro con esperanza y madurez. A un futuro sazonado por un pensamiento claro, y un propósito definido.

A lograr, si no lo perfecto, al menos lo posible.

Eso pienso, eso siento.

Entre tanto, estas poesías son fruto de esta nueva situación.

HUMO…
(Junio 10, 2009)


Si hubiera lo que hubiera
Y no hubiese lo que hubo
Habria habido lo que hubiera


Pero porque hubo
Lo que hubiera
Y no habría lo que hubiese
Lo que hubo se hizo humo.

AGAPE
(Junio 11, 2009)

Llora, solo, llora
Tonto romántico
A la vera el camino
Llora

Extiende tu mano
Como pidiendo limosna
¿quién te dará
una cuota de amor?

Fuiste rico
Y te hicise pobre
Lo tuviste
Y lo cediste

De pronto
El amor eros
Se transformó en
Agape

Te diste por amor
Para que
Otros se amaran

Ahora,
En soledad
Sólo te quedan
Dos consuelos

El beneplácito
Del Ser en Sí
Y volver
A empezar.


ESTE SILENCIO
(Junio 12, 2009)

Sí, es cierto, este silencio
me es extraño.

No encuentro el sentido
a cada día.

Acudo a mi cajita de contacto mundial (mi laptop)
y la hallo vacía.
Vacía del mensaje anhelado
del mensaje fundamental.

De noche
mi oración es por ti
y te sigo soñando.
Sigues estando.

Tu ausencia es terrible.
Tu silencio es atroz.
Es como si me estuviera torturando.
Y sin embargo, sé que para ti
Es lo mejor.

Claro que por momentos
Me asalta la duda
¿lo mejor?
Tal vez si, tal vez no

Pero de pronto
Este es un silencio fecundo
Un silencio que le habla hondo
A tu propio corazón

Y le ayuda finalmente
A tomar
Una segura definición

Una definición
Ya sin contradicción
Sin marchas y contramarchas
Sin más “quiero, pero no”.

Marcando entonces
El rumbo futuro de tu vida
Y el mio, por consecuencia
También.

No sé, no lo puedo saber
Y no quiero querer
Que sea conmigo
Sino ¡que sea el mejor!

Para ti, para tus niños
Para tu vida
Y tu corazón

Pero si llegase
A ser conmigo
Despeja de una vez el camino
Para andarlo juntos

Sin dudas
Ni mas puntos de retorno
Andando juntos
Cuanto sea posible

Para encontrarnos
Cuando sea posible
Para vivir la plenitud
De nuestro sentir

Sin vueltas y
Sin peros.
Y ser tu y yo
Definitivamente ser.

Entre tanto, espero que este mi blog, seguirá contando con la lectura de Uds. al abordar distintos temas que hacen a nuestra situación en el planeta, a las relaciones humanas, y al hecho nuestro de ser humanos.




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Wednesday, June 10, 2009

¡DICHOSOS LOS ENAMORADOS!


Para mi suerte o desgracia, soy romántico.

Si no hay romance, se es como planta sin savia, como corazón sin sangre. Como árbol reseco, incapaz ya de dar frutos.

Escucho una música y su melodía me transporta.

Escucho la letra de una canción, y puedo hacerla mía.

Miro en la playa una puesta de sol, y la hermosura del momento sólo se completa con una grata compañía.

Pero los románticos, los que somos capaces de enamorarnos, y de amar el amor, somos muchas veces mal entendidos y peor interpretados.

Se nos puede tomar por mujeriegos, y sin embargo yo tengo un gran respeto por las mujeres. Para mi no son cosas que se usan y se dejan. No son objetos sexuales, aunque algunas de ellas lamentablemente se rebajan a eso.

No. Mi romance puedo vivirlo con alguien que primero que nada ha tocado mi corazón. Y si el atractivo físico juega sin duda un papel primario, pues es lo que nos llega directamente y primero a nuestros sentidos, sin embargo, todo puede desvanecerse cuando la persona abre su boca y se expresa.

Allí es cuando me encuentro con una personalidad, y sí, soy selectivo. No cualquiera satisface esos niveles. Y si no hay satisfacción, no hay romance.

Y claro, la otra persona tiene que gustar de los mimos, las caricias, los abrazos, los besos, tanto como yo. Expresiones de ternura, que hacen que dos almas se sientan gemelas.

Algunos le llaman química. Y si eso no se da, tampoco el romance es posible.

Las horas más felices son aquellas en que uno se siente amado y amando. Comprendido y comprendiendo. Reconocido y reconociendo. Perdonado y perdonando.

¿Por qué querer poner bridas, reglas, prohibiciones rígidas, y límites a las expresiones del corazón, de los sentimientos, de estos sentimientos, que son enriquecedores de lo que tenemos de humano cada uno?

Ah! de los que no entienden ni comprenden lo que es amar.

Pero puedo decir también que por ser romántico, así como hay horas felices, hay momentos de desdicha profunda. De dolor intenso, que nos arranca lágrimas y nos doblega.

Es justamente cuando no se nos interpreta correctamente, o cuando de pronto se agita el fastidio o la rabia contenida por cosas que no tienen nada que ver con la vivencia del romance. Pero lo perturban, lo estorban, y hasta pueden llegar a anularlo.

Además, cuando se ama, se sufre la distancia. La falta de comunicación plena. Y es el deseo incontenible de estar juntos, de tocarse, de sentirse, lo que empuja, lo que anima, lo que sostiene cada día, abrigando la esperanza de llegar a ese horizonte.

En un mundo complicado, violento, destructor, duro, egoísta, insensible, ser romántico es salvar la quintaesencia de nuestra especie.

Sí, es salvar la quintaesencia de lo que significa ser verdaderamente humano.

Y cuando somos románticos, nos envuelve el aura del Ser en Si que está en nosotros y al cual pertenecemos. Se agranda nuestra vivencia espiritual.

Así es mi naturaleza. Asi soy yo.

Las leyes creadas por los hombres pueden dictar normas, y pretender establecer límites de un orden ya rebasado por los hechos, y perimido por obsoleto.

El amor para ser tal, tiene que manifestarse en plena libertad de ser y del ser.

¡Dichosos pues, los enamorados!

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(escrito el 9 de Junio de 2009)


Tuesday, June 9, 2009

MUJER PEQUEÑA

Roberto Carlos es para mi, la voz de Brasil, como Carlos Gardel es del Río de la Plata, como Frank Sinatra es de Estados Unidos. Son intérpretes únicos, irrepetibles, que tienen un decir muy especial, que ponen sentimiento en lo que interpretan, y que tienen un tono de voz particularísimo, que les vuelve eternos.

Roberto Carlos, cuando era muy jóven, tenía un problema un una pierna, no sé si de un accidente. Así le encontré con su guitarra, haciendo una fila en la que también estaba yo, en el Aeropuerto Internacional de Carrasco. Era un muchacho muy sencillo. Por entonces no tenía un "entourage" que le protegiera de la gente.

Recién empezaba su carrera. En Montevideo se vendían sus simples con una canción de cada lado.

Desde entonces, coleccioné muchas de sus interpretaciones. Curiosamente, el último disco compacto de él lo adquirí en Buenos Aires. Aqui en Estados Unidos es muy difícil obtenerlos.

Como todo gran artista, Roberto Carlos tiene un gran y variadísimo repertorio. Hay canciones románticas, hay canciones de fé y de las que cantan a la amistad, a la naturaleza, al cuidado ecológico, a la paz.

Y hay canciones que tienen una nota de comicidad, como “O calhambeque” que uno puede traducir como “El auto viejo”, el cual se conoce con distintos nombres populares a lo largo y ancho de América Latina.

Y entre esas canciones que tienen comicidad, elegí ésta que no deja de tener su toque romántico, pero picaresco, y que se llama “Mujer Pequeña”.

Así que aquí va, para que se diviertan un poco, “Mujer Pequeña”



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Saturday, June 6, 2009

DEMOCRACIA

En un magnífico discurso de casi una hora de duración, mi Presidente, Barack Obama, se dirigió en El Cairo, Egipto, en particular al ámbito islámico.

Pero asimismo abordó temas que son de carácter universal, y él mismo lo subrayó.

Temas que tienen que ver y son aplicables y vigentes para todas las latitudes y longitudes del planeta.

Por eso hoy, amigos, me permito compartir con Uds. el cuarto punto de su discurso, donde específicamente se refirió a un tema que nos concierne a todos: la democracia.

Comienza por una pertinente aclaración respecto a lo que es su personal y presidencial entendimiento sobre el papel que Estados Unidos debe cumplir como nación democrática, revirtiendo exprofeso, lo que fue el tremendo error cometido por el gobierno anterior: la democracia no se impone, y no hay un modelo determinado de democracia, porque cada país la vive conforme a su cultura y tradiciones.

Lo esencial es que haya ciertos valores que son universales, y ciertos derechos básicos, que son derechos humanos, los cuales tienen que ser escrupulosamente respetados para que haya democracia.

Una elección no legitima de por sí un régimen si éste una vez llegado al gobierno, no actúa según los valores democráticos. Aclaración muy importante, especialmente cuando se observa el panorama político latinoamericano, y a ciertos candidatos a presidentes.

He aqui las palabras del Presidente Obama en su reciente discurso:

"Yo sé – yo sé que hay haido controversia acerca de la promoción de la democracia en años recientes, y buena parte de esta controversia está conectada con la guerra en Irak. Así que permítanme ser claro: ningún sistema de gobierno puede o debe imponerse por una nación a ninguna otra.

Eso no aminora mi compromiso, no obstante, hacia los gobiernos que reflejan la voluntad de pueblo. Cada nación da vida a este principio a su manera, basado en las tradiciones de su propio pueblo.

Estados Unidos no pretende conocer qué es lo mejor para cada quien, así como no pretende escoger el resultado de una elección pacífica.

Pero tengo una inconmovible creencia de que todas las personas añoran ciertas cosas: la capacidad de decir lo que piensan y opinar sobre cómo están gobernadas; la confianza en el imperio de la ley y la igualitaria administración de la justicia; un gobierno que es transparente y no roba al pueblo; la libertad de vivir como se quiera. Éstas no son sólo ideas estadounidenses; son derechos humanos. Y por eso es que los vamos a apoyar en todas partes. (Aplausos).

Ahora, no hay una regla para hacer realidad esta promesa. Pero esto es muy claro: que los gobiernos que protegen estos derechos son finalmente más estables, exitosos y seguros.

Suprimr las ideas nunca logra hacerlas desaparecer. Los Estados Unidos respetan el derecho de todas las voces pacíficas y respetuosas de la ley a ser escuchadas en todo el mundo, aunque discrepemos con ellas. Y recibiremos con beneplácito a todos los gobiernos electos, pacíficos, siempre que gobiernen con respeto para todo su pueblo.

Este último punto es importante porque hay algunos que abogan por la democracia sólo cuando no están en el poder, pero una vez en el poder, son despiadados en suprimir los derechos de otros (Aplausos).

De modo que no importa dónde tenga arraigo, el gobierno del puebo y por el pueblo establece el único patrón para todos quienes estén en el poder.

Se debe mantener el poder por consentimiento, no por coerción; se deben respetar los derechos de las minorías, y participar con un espíritu de tolerancia y de transacción; se deben poner los intereses del puebo y las legítimas tareas del proceso político por sobre el partido. Sin estos ingredientes, las elecciones por si solas no constituyen una verdadera democracia."

Más claro imposible. Que cada quien ahora analice la situación de su propio país y su continente, y saque sus conclusiones.

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