Saturday, January 30, 2010

MOMENTOS EN QUE QUEREMOS DECIR ¡BASTA!

¿Nos hacemos tiempo para preguntarnos “qué es vivir”?

¿Nos hacemos tiempo para contemplar nuestra propia vida, el trajinar diario, y por un momento hacer una pausa, y objetivarnos, como si estuviéramos viendo una película de nosotros?

Si lo hacemos, tal vez nos sorprenda que nuestro “vivir”, no es realmente vivir, sino morir casi a cada minuto, y a cada hora, y a cada día.

Muchas veces he dicho que “la rutina mata”. La rutina destruye la vida de pareja, la vida en familia, porque hace todo tremendamente igual cada día, horriblemente semejante, aburridamente similar….y vivir, verdaderamente vivir, es otra cosa. Es lo irregular, es lo diferente cada jornada, es lo insólito, lo no planeado, o lo planeado de manera totalmente diferente. Es hacer de cada día algo original.

Pero cuando objetivamos nuestro día a día, nos damos cuenta que ni siquiera somos dueños de nosotros mismos. Otros marcan el ritmo de nuestro levantar y nuestro acostarnos. Otros demandan de nosotros nuestro talento y absorben nuestras mejores energías, otros nos “matan” cada día, matan el yo auténtico que hay en nosotros, para moldearnos conforme sus intereses lo demandan.

Se apoderan, se adueñan de nuestro ser y nos hacen ser lo que ellos quieren o necesitan. No somos nosotros, ¡somos ajenos a nosotros mismos!

Tal vez el principal causante de todo eso es nuestro empleo.

Sí, claro, de algo hay que vivir. En la sociedad en la que estamos y tal cual estamos, no tenemos o no se nos ofrece otra alternativa que trabajar para poder vivir, para obtener un ingreso que nos permita invertir en las cosas que necesitamos, desde las más básicas, hasta aquellas que no por sofisticadas o tecnológicas, dejan de ser también una necesidad, pues no somos después de todo ni tan pedestres, ni tan simples.

Pero….¿cómo ser nosotros mismos?, ¿cómo romper la rutina?, ¿cómo aplicar nuestros talentos, nuestras energías, nuestra capacidad toda a aquello que nos gusta, que es una prolongación de nosotros mismos en la sociedad?, ¿cómo hacer que no nos marquen el despertar y el dormirnos, sino que seamos dueños de nosotros mismos, y por tanto de nuestro día a día y de nuestro destino?

¿Cómo ir sustituyendo el hacer para otros, por el ser por y para nosotros mismos?

He aquí el dilema, he aquí el problema tal vez por primera vez, claramente planteado.

Personalmente, esas crisis de identidad, determinaron que a lo largo de mi existencia cambiara de empleo cada 8 o 9 años. No, yo no puedo decir que ingresé a un tal ámbito de trabajo y ahí me he quedado. Cambié, cambié mucho, no sólo de lugares, sino de tipo de tareas, de estilo de labor.

Me ayudó, me hizo crecer internamente. Aumentó mis experiencias en ámbitos muy diferentes unos de otros.

Pero me dio algo más, me dio un sentido equilibrado y justo de mi auto-estima.

Detesto el ocio, el no hacer nada. Eso no es para mi. Soy esencialmente activo, desde mi mente, recorriendo todo mi cuerpo. No puedo hacerle lugar a la indolencia, y la improductividad.

Pero, para crecer en ser, el hacer tiene que compadecerse de uno mismo. Tiene que estar en acuerdo, en sintonía.

Por eso, tal vez, hay un momento en nuestra existencia en que debemos decidir hacer ciertos cambios fundamentales. Cambios transformacionales.

Y uno de esos cambios que hoy día cada vez más personas realizan, es crear una mini-empresa, y ser nosotros dueños completos de nuestro quehacer, de la toma de decisiones, de nuestros horarios y nuestros descansos, que son también absolutamente necesarios.

Descansos no para no hacer nada, sino descansos activos, para salir de viaje, para una escapada de un fin de semana, para el disfrute de un lugar que hemos frecuentado poco o donde nunca estuvimos. Una forma de “recargar baterías”.

Lo otro que es posible, es buscar un contrato, donde hagamos lo que mejor sabemos, lo que nos gusta, en un ambiente en que nos sintamos cómodos, y dentro de un horario que no nos cree tensiones, que no nos apremie, que lo acomodemos a nuestro diario vivir para que no entre en conflicto con otras cosas que tenemos que hacer.

Eso en primer lugar, nos da más tiempo para ser quienes somos y atender nuestros asuntos personales. En segundo lugar, termina con nuestro estrés, por lo que nos añade salud, en el presente y para el futuro, un futuro que nunca debemos olvidar.

Nos proporciona un equilibrio mental y espiritual que necesitamos, nos da tiempo para pintar, ejecutar música, hacer una lectura, ver esa película que nos interesaba, o el cantante que se presenta en el teatro o el estadio. Jugar nuestro partido de tennis o de basketbol, relacionarnos más con nuestras amistades y hacer amistades nuevas, socializar más.

Y al cabo de la jornada, sentir que hemos sido mucho más nosotros por nosotros mismos, que para otros. Que no han sido otros los que dictaron nuestra agenda. Que estamos ganando control de nuestra propia existencia.

¡Que al fin comenzamos verdaderamente a saber y saborear lo que es la libertad!

Porque nacimos para ser libres, no esclavos. Y nuestra sociedad tiene miles de formas sutiles y adornadas de mantenernos en esclavitud.

Por eso, hay momentos, o un momento en nuestra vida, en que estresados al máximo, durmiendo poco y mal, alimentándonos deficientemente, corriendo de un lado a otro para cumplir los compromisos que otros nos determinaron, sintiendo que la vida misma se nos escurre de las manos como el agua, desde lo más profundo de nuestro ser surge potente un grito que quiere proclamar “urbi et orbi”: ¡BASTA!

Y entonces ante nosotros, diáfano, claro, luminoso, se nos abre el nuevo camino a andar. Es como una amplia autopista pulida y limpia. No transitada.

Si nos decidimos a andar por ella, nunca más miraremos para atrás. Después de todo ¡ni querremos hacerlo!

enigma

Thursday, January 28, 2010

CUANDO LA FE PUEDE MOVER MONTAÑAS

Hay circunstancias en la vida, que se nos hacen como una gran montaña delante nuestro.

Y al mirarla, somos además concientes de que no tenemos la capacidad para escalarla, que nunca hicimos algo parecido, que no aprendimos a hacerlo, y por tanto, la montaña se nos impone y nos apabulla, parece venírsenos encima.

Sabemos que hay personas que escalan montañas, y llegan victoriosas a la cúspide, pero en los miles de millones que habitan el mundo, son verdaderamente un grupúsculo ínfimamente pequeño.

Y entonces podemos quedarnos contemplando casi paralizados las circunstancias de vida, la situación específica en que nos encontramos, como quien mira una enorme montaña, impávidos, momificados casi, sin hacer nada.

Pero justamente es en esas situaciones extremas, cuando hemos sido totalmente superados, desbordados, cuando hemos agotado todos nuestros recursos, cuando como humanos hemos hecho todo lo posible, que se abre una perspectiva que –confesémoslo-- en general no la tenemos en cuenta en nuestro diario vivir.

Una perspectiva que está allí, abierta y disponible para nosotros desde siempre, pero que el diario trajín nos la oculta, nos la escamotea, no nos permite hacer tiempo para ella, o no tenemos la voluntad de hacerle tiempo pues nos distraen demasiadas cosas sin importancia, y devenimos en incapaces de concentrarnos en lo que verdaderamente importa.

Y esa perspectiva, que viene hacia nosotros, que nos convoca, nos invita y nos acicatea, es la fé. La fé en el poder Divino, la fé en un poder superior a todo. La fé en una capacidad de obrar milagros –por lo sorprendentes o inesperados--, la fé en que El Ser en Sí, es verdaderamente Todopoderoso, y que por lo tanto, puede hacer lo que nosotros no podemos.

El Ser en Sí viene a nuestro auxilio, cuando humanamente no tenemos más nada que hacer por nosotros mismos, excepto invocarle, llamarle, pedirle que nos ayude, y que con su poder, obre sobre la situación que nos abruma, para abrir un rayo de luz de esperanza, y más que de simplemente esperanza, una realidad nueva que sólo Él puede hacer posible.

El Ser en Sí, esa inteligencia y poder a escala cósmica que nos incluye, abarca y supera, que está detrás de todo cuando existe, es efectivamente capaz de obrar, de alterar, de modificar, de transformar la situación que nos aqueja y moritifica, en un ejemplo de su obrar, para dar testimonio luego, de los portentos que ha realizado, y provocar en otros, la misma fé.

Emmanuel dijo una vez a sus discípulos, frustrados porque no habían podido curar a un muchacho: “Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviéreis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” (Mateo 17:20).

Más bien que dudar del poder del Ser en Sí, debemos reconocer la poca fé que hay en nosotros, que no posibilita que ciertas cosas maravillosas sucedan.

Siempre me ha sorprendido que cada vez que Emmanuel curaba a alguien, le decía “Tu fé te ha salvado”. O sea, la fé es el canal, el camino, el vehículo a través del cual se hace presente y viabiliza el poder Divino.

Cuando abrimos ese canal, cuando orando con fe hacemos posible la acción Divina, el milagro puede ocurrir.

Como escribió alguien: “Dios pone la escena para permitir que su poder sea revelado a quienes desea ejercitar la fé del tamaño de un grano de mostaza. Todas las cosas son posibles con Dios.”

Yo doy testimonio de que El Ser en Sí obra milagros, no nos desampara, nos ama con un amor que no nos suelta, nos cuida y protege. Nosotros podemos deambular como tontos, apartarnos de Su voluntad, pero una y otra vez nos trae de nuevo ante Si, porque su amor es tremendo, es sobrecogedor, sobrepuja todo entendimiento.

Al Ser en Sí, no se le conoce intelectualmente. Se le conoce experiencialmente.

enigma

Monday, January 25, 2010

LA PACIENCIA

Es sin duda un don. Un don no propio, sino dado o adquirido, adquirido de a poco, en tanto se acrecienta en uno hasta transformarse en parte de uno mismo.

Para mi tener paciencia no es facil, nunca lo fue.

Reconozco que por naturaleza soy impaciente. No me gustan las amansadoras, las esperas, en el médico, el dentista, la fila para sacar una entrada, o para pagar una cuenta.

No me gusta tener delante a un conductor lerdo, que me hace perder tiempo inútilmente. No porque vaya apurado, pero por no perder tiempo en tanto que tal.

Pero ahora, he sido puesto a prueba, y aunque a veces y por momentos fallo, sin embargo noto un cambio en mi mismo del cual soy el primero en asombrarme.

Las circunstancias que me rodean demandan mucha paciencia, abundante paciencia, tolerancia, benignidad, comprensión, en definitiva, amor.

Y me doy cuenta, que he ido creciendo por dentro en muy poco tiempo, pues ahora tengo más paciencia que antes, tolero más cosas que antes me ponían de mal talante, suelo responder de manera más cortés, o simplemente resto importancia a circunstancias que en otros momentos hubiesen tensado mis nervios.

Aún estoy aprendiendo, aún estoy en el proceso de ser mejor, pero paso a paso me doy cuenta que lo voy logrando.

Es interesante que el Apóstol San Pablo, en su carta a los Gálatas, capítulo 5, versículos 22 y 23, define a la paciencia como uno de los dones del Espíritu Santo.

Escribe allí Pablo: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”

Hallo que muy ligada a la paciencia está la templanza.

Pero lo más importante es que primero que nada –como no podía ser de otra manera— Pablo menciona al amor, de ahí el gozo, de ahí la paz, de ahí todo lo que sigue.

Paciencia entonces, don divino del que podemos hacer uso, si llegamos a darnos cuenta cuánto vale para nuestra propia salud espiritual y física.



enigma

Saturday, January 23, 2010

NUNCA IDOLATRAR

En la política, uno a veces tiene que hacer opciones, y adopta a un candidato, y vota por él. En el voto va depositada una cierta confianza, y sobre todo, la esperanza de que su gestión sea buena, mejore una situación, y por sobre todo, que cumpla con sus promesas electorales.

Pero ¡cuidado!, no se puede hacer del candidato un ídolo ante el cual se rinde una a-crítica o irracional aprobación y dedicación.

Seguramente que llegado a su cargo de gobierno, va a cometer errores.

Seguramente también que quedarán atrás incumplidas, unas cuantas promesas electorales. El político siempre tiene su suficiente habilidad mental y locuacidad como para excusarse, o querer convencer de por qué ciertas cosas quedaron por el camino.

Por eso, jamás, jamás, se puede hacer de un ser humano, un ídolo, un intocable, un no criticable, alguien al que hay que seguir ciegamente, se equivoque o no, haga cosas deliberadamente fuera de lo que se pensaba iba a hacer, tenga actitudes reñidas con la imagen que proyectó, etc.

Hay que tener en cuenta que detrás de todo político, y especialmente cuanto mayor es el cargo a que aspira, hay toda una tremenda maquinaria de publicidad que va a usar todas las tácticas, todos los subterfugios y a valerse de todos los medios, para crear una imagen sanitizada, perfecta, del candidato. Desde la presencia, a su simpatía, su sonrisa, su vestimenta, etc.

Los discursos son preparados por expertos, y ensayados en los gestos hasta los mínimos detalles. Por eso tanto actor resulta ser un buen político. En el fondo, mucho de los profesionales de la política podrían estar en el teatro o en el cine. ¡Tal vez fueran de más provecho e hicieran menos daño a millones!.

De modo que hay que precaverse de la elaboración profesional, de la fabricación de una imagen y de un candidato/a. Porque es eso: no algo auténtico, sino un producto elaborado.

En otro nivel, sin la importancia ni la trascendencia que tiene el área polítca, están las admiraciones por un artista, o un deportista.

Ahí la maquinaria publicitaria también funciona, y ¡vaya si luego hay decepciones enormes! ¿Acaso habrá que citar a tantos “héroes” con los pies de barro, que han terminado declarando que usaron esteroides para mejorar sus performances?

¿Qué pasó con el sonado caso del extraordinario toletero Mark McGuire?, ¿y cuál no fue sino el desmayo de sorpresa cuando el campeonísimo André Agassi admitió haber usado cristales de metanfetamina para mejorar su rendimiento en tennis? Y ¿qué podemos decir del multimedallista olímpico de natación Michael Phelps, a quien encontraron fumando marihuana?

Y en otro orden, ¿qué decir de los amoríos extra-maritales de Tiger Woods?

¡Cómo se caen a pedazos aquellos que tenemos por “héroes”, aquellos por los cuales hinchamos, y victoreamos con ganas, y les creemos fantásticos!

Sí. Este es el verdadero rostro del ser humano: imperfecto, pobre, limitado, y –cuando exigido-- llevado a usar sustancias que amplifican de momento la capacidad física, para lucimiento ante las tribunas. Trágico drama, tras bambalinas.

Lo mismo podríamos decir de actores y actrices o cantantes, cuyas vidas son un verdadero desastre.

Lindsay Lohan y su drogadicción, otros con sus borracheras consuetudinarias, Elvis Presley, pasado de un cóctel de medicamentos, al igual que Marilyn Monroe, y tantas y tantos otros, de los cuales no sabemos, pero que están en situaciones similares.

Un mundo de claudicación a la autenticidad.

Las personas no son lo que aparentan, ni tienen realmente las capacidades que lucen. Es todo logrado artificiosamente. No es algo genuino, honesto, decente.

Un mundo de inmoralidad, finalmente, donde al parecer lo que cuenta es ganar (ganar la elección, la carrera, el partido, los Grammy, el Globo de Oro o el Oscar) no importa cómo, a qué costo personal, o qué cuota de muerte se ha pagado ya por ello.

Un mundo de deslealtad, donde la competencia no es sincera y honesta, sino totalmente tramposa.

Por eso, amigas, amigos, jamás hay que hacer un ídolo de ningún ser humano.

De ninguno. Porque todos tenemos defectos, todos somos imperfectos, todos tenemos limitaciones, confusiones y desvíos.

Pero especialmente aquellas y aquellos que pretenden conquistar nuestra adhesión, en el campo que sea, han de resultar más dificiles de transformar en ídolos, si tenemos en cuenta la realidad.

Las adhesiones son posibles, pero limitadas a un momento, a un tiempo, o a la verificación, andado el camino, de que efectivamente la persona merece nuestra confianza. Y eso tiene que estar bien probado.

Si no, hay que considerar a cada quien como lo que es, un ser humano, pero nada más.

Y alguien me dirá: ¡pero hay seres humanos extraordinarios!, --o los ha habido--.
Y no lo niego. He conocido personalmente a algunos, y así y todo, han tenido sus defectos, y por supuesto, han cometido errores.

La única diferencia es que han sido auténticos, es que han tenido la honestidad de admitir que se equivocaron, y por sobre todo, han sido humildes. Ahí empieza la primera auténtica grandeza humana.



enigma

Thursday, January 21, 2010

LA FORMA Y LA SUSTANCIA

Muchas veces, distintas personas me han elogiado, o me elogian por mi buen decir.

No que yo domine o caiga en preciosismos de nuestro riquisimo idioma, pero se trata en todo caso de un decir claro, conciso, elocuente sobre todo.

Tengo un par de amigos que me elogian por mi calidad literaria. Leen este blog, mis ideas, mis cuentos, y dicen “qué bien escritos están”, o “no le conocía esa veta literaria”.

Otras personas hablan de cómo soy capaz de trasuntar y expresar con intensidad ciertos sentimientos, y otra vez más, viene el elogio “tú escribes muy bien”.

Y les confieso: agradezco esos conceptos, sinceramente me apabullan, pero en cierta medida o de cierta manera, me molestan.

No porque hieran mi natural humildad, sino porque me parece que están reparando demasiado en la forma, y lo que importa, bien dicho, más o menos dicho, o aún mal dicho, es la sustancia, es el contenido.

Yo sé que estas personas a las que me refiero no se quedan en la apreciación estética de lo bien escrito que algo está, sino que van al fondo. En otras palabras, si bien reparan en el continente, se sumergen en el contenido.

Pero yo sentí la necesidad de decir esto porque no quisiera nunca que la forma distorsione, oculte, u opaque el contenido, que es lo que realmente me interesa transmitir.

Claro está que cuido la forma, porque jamás habrán encontrado en este mi blog una expresión chabacana, una palabra grosera, algo que sea un insulto para quien lo lee.

No es mi estilo, y francamente, creo que quienes apelan a ese tipo de lenguaje son pobrísimos en su capacidad de expresarse, o tienen los valores totalmente confundidos y alterados, lo cual no es extraño, según de donde procedan dichas expresiones, geográficamente hablando, me refiero, y socio-culturalmente hablando, agrego.

Uds. saben, que me expreso sin tapujes y sin temores. Que lo hago a corazón abierto y con lo mejor de mi mismo.

No pretendo –y sería aburrido por otra parte—que todos estén siempre de acuerdo conmigo. Podemos con cariño, con respeto, discrepar, y discrepar intensamente. Si lo hacemos con honestidad intelectual, si lo hacemos valorándonos mutuamente como seres humanos, sin herirnos, sin rebajarnos recíprocamente, es posible y siempre tiene que ser bienvenida la discrepancia, el intercambio fecundo de ideas diferentes. Especialmente si al final de todo, siempre queda entre nosotros la paz.

Paz en el espíritu, paz en el corazón, paz en nuestro vínculo.

A todas y todos, gracias por leerme. Síganlo haciendo, por favor. Se los agradezco.




enigma

Wednesday, January 20, 2010

JORNADA DE DIÁLOGO (cuento)

Colonia Williamsburg, al Sur del Estado de Virginia, aguardaba a Frank Newton y su amigo y nuevamente jefe Robert “Bob” Townsend, de la compañía, INTELHUM con un hermoso día.
Se hospedaron en un clásico hotel colonial de la East Francis Street, bien apartado del centro de la ciudad. Un lugar de solaz, donde en el jardín podrían dialogar sin ser escuchados ni molestados.
Eran las 8:30 cuando se encontraron en el desayuno abundantemente servido.

Luego de ir a sus respectivas habitaciones quedaron en encontrarse en la puerta del hotel, para encaminarse hacia el jardín que rodea el añoso edificio.

Bob comenzó la conversación preguntándole a Frank cómo estaba su ánimo, cómo se sentía luego de las peripecias pasadas a lo largo de año y medio.

Frank evitó a propósito entrar en demasiados detalles, pero le dijo: “Bob, te seré sincero: la vida tiene cosas casi increíbles, tiene sorpresas, y te pasa la cuenta por los errores que cometes. Y eso me sucedió. Perdóname que no te cite cosas puntuales, pero es un capítulo cerrado de mi vida, que prefiero no abrir. De cualquier manera me ayudó a conocerme mejor, a descubrir y a hacer brotar en mí facetas sepultadas, olvidadas o que jamás habían surgido antes. Desde ese punto de vista, la experiencia sirvió. Toda experiencia –buena o mala—siempre sirve. Pero eso ya pasó. Ahora mi punto focal es mi esposa y su salud muy seriamente quebrantada. Un reencuentro con los colegas y con las tareas en parte ayudará a atenuar mi tensión, mi angustia y mi preocupación permanente por ella. Ese es uno de los aspectos que me decidió a aceptar tu invitación para retornar a la compañía.”

“Me lo imaginé, --dijo Bob--, y por eso me fue grato extenderte esa invitación un tanto compulsiva. Es que temía me dijeras que no”.

Frank esbozó una sonrisa, y agregó: “ahora a lo nuestro, si te parece”.

“Sí claro -- respondió Bob-- en principio te preguntaría ¿cuál es tu análisis general, cómo ves a gran escala la situación?

“La veo muy fea y complicada, para serte franco”, le contestó Frank, quien prosiguió: “complicada porque prioritariamente se le ha considerado del punto de vista militar y se le ha estado dando una respuesta militar que es desgastante en dinero y en seres humanos, y no está dando los resultados esperados. Por el contrario, ha exacerbado al enemigo y le da argumentos para seguir reclutando cada vez más elementos en diferentes países. La red enemiga se ha expandido, y sus franquicias están abiertas en cualquier lugar donde haya gente conquistada por su causa”.

“De mi punto de vista –siguió diciendo Frank—se impone un análisis muy a fondo y una revisión total de la política seguida. El énfasis tiene que estar en un fino, cuasi sutil trabajo de inteligencia humana, con el respaldo de toda la tecnología que tenemos a disposición. Hay que explorar lugares, hay que dar con gente aliada, o potencialmente aliada, hay que dar con intelectuales y con clérigos brillantes y convincentes. Hay que lograr revertir la tendencia de los radicales, y explotar todas sus contradicciones internas, más otros aspectos a considerar, si ellos fueran necesarios. Hay que lograr información valiosa que nos lleve a los escondrijos, a las células dormidas o activas, etc.”

“Por otro lado –prosiguió Frank—no obviemos la consideración y preocupación por las alianzas políticas de ciertos gobiernos del área más conflictiva, con países africanos y de América Latina. Y el punto clave, para mí el eje a través del cual pasa toda esta conflictiva, es la situación entre Palestina e Israel. Si allí se lograse una auténtica paz, el globo jihadista se desinfla. Pero en tanto sigan las tensiones, siga una situación de permanente puja, y nadie se atreva a tomar ciertas medidas para acotar las influencias de los gobiernos en el área, seguirá alimentándose esta guerra internacional y no-convencional. Por supuesto que no dejo de ver los intereses de muchas corporaciones que están ganando millonadas con la guerra, pero al final, eso no es lo que cuenta ni lo que importa. ¡Con el planeta no se juega! Y ésto podría derivar en una guerra atómica.”

Bob quedó pensativo. El análisis de Frank tenía múltiples ramificaciones, y abarcaba mucho, pero en general, compartía su visión, y por sobre todo, le pareció sagaz su enfoque de cómo dar la batalla. Pensó que INTELHUM podía hacer mucho en ese sentido.

Luego de un momento de silencio para absorber ese análisis, Bob le dijo a Frank: “Tu análisis general me parece adecuado, amplio y profundo. Creo que te encaminas a las raíces mismas con las que se puede destrabar esta situación que militarmente parece no tener solución, y cuyo costo en vidas y dólares es ya demasiado. Si esto sigue así, va a tener también un enorme costo político para el gobierno. Y bien, me gustaría que dedicáramos entonces las horas que nos quedan hasta el almuerzo para ir viendo parte por parte esta especie de rompecabezas. Y luego del almuerzo, podríamos conversar sobre pasos a dar y aspectos prácticos para nuestra compañía. ¿Qué te parece?”

Frank asintió entusiasmado, y de ahí en más, la conversación fue analizando detalle por detalle, grupos de países, y nación por nación, situación por situación, sin dejar nada para después.

Cuando eran las 5 y 30 de la tarde, Bob y Frank habían culminado una tremenda jornada de bombardeo mental, con un ping-pong de preguntas y respuestas, varios escenarios posibles, y pautas de acción bien concretas, cantidad de apuntes en sus respectivas laptops, y una gran tarea por delante.

A las 6pm en punto, cenaron, cada uno ordenó su valija en su habitación, y se reencontraron en la puerta del hotel para ir hacia sus respectivos vehículos. La jornada había sido enormemente provechosa.

enigma

Monday, January 18, 2010

UNA VOZ HERMOSA: JADE EWEN

Jade Almarie Louise Ewen, nacida el 24 Enero de 1988, es una cantante, compositora y actriz británica, poseedora de una hermosa voz.

Su belleza es muy particular, pues es hija de madre jamaiquina, y de padre siciliano.

Para mi descubrirla fue un hallazgo, y quiero tener el gusto de compartir con ustedes una música que me ha resultado muy agradable. No en vano su autor es nada menos que el famoso
Andrew Lloyd Weber, y con esta canción ganó el Festival Eurovisión 2009.

La letra de la canción, en traducción libre, dice:

He estado mal, mal por tanto tiempo
Pero esos días se fueron ahora
Tengo la voluntad. He ganado el derecho
De demostarles que es mi hora esta noche

Coro

Es mi hora, es mi hora
Mi momento, no lo voy a dejar ir
Mi hora, es mi hora
Y me planto orgullosa
No hay nada que tema
Les demostraré de qué estoy hecha
Les mostraré que es mi hora ahora

Yo salí, hice mi jugada
Y mi fe es fuerte ahora
Tengo el corazón para alcanzar las alturas
Para mostrarles que es mi hora esta noche

Coro

Es mi hora, es mi hora
Mi momento, no lo voy a dejar ir
Mi hora, es mi hora
Y me planto orgullosa
No hay nada que tema
Les demostraré de qué estoy hecha
Les mostraré que es mi hora ahora

Tengo la voluntad. He ganado el derecho
Esta noche, esta noche…

Aquí Jade Ewen en "It´s my time"



enigma

Sunday, January 17, 2010

EL RETORNO (cuento)

Pasó más de un año desde que Frank se fuera de la empresa privada de inteligencia, para tener libertad de acción en su vida personal.

Las cosas no habían andado todo lo bien que Frank se había imaginado. Estaba algo amargado, triste, además tenía una situación muy difícil en su propio hogar y todo ello le llevó a un replanteo a fondo de varias cosas.

Las escribió, las analizó desde distintos ángulos, estudiando diferentes escenarios –tal cual lo hacía con los temas de inteligencia— se trazó ciertas pautas a seguir y decidió iniciar ciertas exploraciones.

La primera de ellas fue hacer una visita a la compañía, para encontrarse con algunos de sus colegas y volver a ver a su amigo Bob, --su ex-jefe—con quien había una amistad esencial y de fondo, no obstante lo cual sólo se habían encontrado ocasionalmente, hablado muy poco, y habían mantenido un par de conversaciones telefónicas durante todo ese largo período.

Cuando llegó, a pesar de haber estado empleado por tantos años, Frank sabía que debería pasar por todo el protocolo de seguridad, y que alguien tendría que venir a buscarle para serle de custodio mientras estuviera en el edificio.

Un visitante nunca puede estar en el edificio sin custodio. Así son las reglas.

Pasó por el que había sido su escritorio, que lo halló vacío, y en cierta medida le agradó que nadie hubiera ocupado su lugar. Era como un mensaje silente…que le decía “aún puedes volver a estar aquí, éste es tu lugar”, pensó Frank.

Departió amablemente con algunos de los otros analistas de su sección, y luego le pidio a Jimmy –su ex-compañero y custodio-- que le acompañara donde Bob.

Cuando su custodio le anunció por el intercomunicador, Bob mismo le abrió la puerta de su despacho, y le recibió con una gran sonrisa y un abrazo.

“Hey, ¡bienvenido a casa!, ven, pasa, siéntate, tenemos que conversar”, le dijo Bob a Frank, quien no dejó de sorprenderse un poco por la estentórea alegría de Bob al volverle a ver. Pero Frank le dio un apretado abrazo a Bob, que era una señal de retribución a la cálida bienvenida, y una ratificación de la amistad que les había unido por tantos años.

“Tendríamos que tomarnos un buen whisky pero ya sabes que aquí dentro sólo te puedo ofrecer café o té, ¿qué prefieres? le dijo Bob, y Frank aceptó un café.

Momentos después, uno de los ujieres vino con la bandeja, la jarra térmica con café deliciosamente humeante, se sirvieron, y quedaron nuevamente a solas.

“Frank –le dijo Bob—todo este tiempo he estado preocupado por tí, pensando cómo irían tus cosas, y qué decidirías hacer tú finalmente. Sé además de la situación dificil que tienes en tu casa, y de corazón sabes que te deseo lo mejor para todos. No te voy a preguntar cómo resolviste aquel tema que te llevó a irte, pero no creas que he dejado de seguir tus huellas y de procurar estar al tanto de tus cosas. Supongo que estarás bastante decepcionado, pero sólo te diría esto: tú te mereces lo mejor. Y ahora a lo nuestro…".—prosiguió diciendo Bob.

Frank quedó algo intrigado por esas últimas palabras: “¿lo nuestro?” --se dijo Frank—pero si yo no he tenido nada más que ver con la compañía hace más de un año….

“Escucha Frank –le dijo Bob-- estamos en un momento muy especial…las cosas se han complicado bastante, y tu ida determinó un vacío que no hemos podido llenar. Es dificil, muy dificil encontrar a alguien con tu talento, tu experiencia y sobre todo tu capacidad de análisis. Yo diría que ese es tu punto más fuerte, junto con tu cultura universal que te permite entrar en los temas y ubicarte con mucha sensibilidad en los mismos. Y me hago una autocrítica, nosotros los estadounidenses en general, no solemos ser tan incisivos o desarrollar esa sensibilidad y esa empatía que tú tienes para los temas. No te estoy alabando, estoy reconociendo tus dotes simplemente.”

Frank quedó pensativo luego de las palabras de Bob, y se animó a preguntarle: ¿me estás sugiriendo que retorne?…

“Mira Frank, te seré muy sincero: aquí necesitamos a alguien como tú. Estamos escasos de personal y principalmente de analistas. Tu trabajo sobre las tortugas marinas contribuyó eficazmente en la lucha contra un aspecto del narcotráfico. Nadie se ha olvidado de eso. Y tu más reciente análisis “Teología de la Liberación y Jihadismo, dos expresiones de radicalismo religioso. Similitudes y diferencias” ha sido seminal. Te digo más, llegó hasta la presidencia. No sé si Obama mismo lo leyó, pero la Casa Blanca pidió 20 copias. “

“Además, Frank –prosiguió Bob-- creo que considerando tu situación personal, y perdona que me meta en ella, tal vez no te viniera mal ocupar unas horas de tu vida en volver a estar con nosotros. Los compañeros estarían muy contentos de tenerte otra vez aquí. La empresa no tiene que gastar en entrenamiento contigo, tú ya conoces todo, y nosotros podríamos trabajar para tu retorno…”

“Sí Bob, personalmente creo que no me vendría mal, en más de un sentido, …te diría que me dejaras pensarlo y te contestaría lo antes posible.” Respondió Frank.

“Necesito aclararte algo –le dijo Bob--, tú sabes que no puedes retornar como uno de nosotros en el sentido de ser un empleado regular. Deberemos hacer un contrato contigo, pero bueno, eso es apenas un detalle. ¿estás dispuesto?”

No fue una simple pregunta. Para Frank aquello fue más que una persuasiva invitación, fue un llamado a la acción. En el ánimo de Frank, aquello sonó como una clarinada: “la nación te necesita, la Patria te reclama” pensó Frank para sus adentros.

“Está bien Bob –dijo Frank—acepto, ¿qué tengo que hacer?”

“Bueno, como siempre hay papeleo de por medio, pero te adjudicaré a Tim para que te ayude con eso. Pienso que en menos de un mes podrás estar de nuevo con nosotros. A propósito, no sé si viste que tu escritorio te esá esperando…”

“Sí, vi eso y me quedé sorprendido. Pensé que alguien hubiese estado ocupando ya el lugar. Para mi será muy confortable volver a ese lugar. Será como si este año y medio no hubiera pasado..”

“Bob, --dijo Frank como un adelanto de su futuro trabajo-- es casi increíble que aún haya tanta gente con mentalidad del siglo pasado, de la Guerra Fría. No se dan cuenta que desde “Tormenta del Desierto” nosotros hemos entrado de lleno en la Tercera Guerra Mundial, y que esta guerra se ha puesto cada vez más caliente… ¡Mira lo que casi pasa en Navidad! Todavía hay mucho sentido de una equivocada competitividad, y del “métete en tus asuntos” entre las agencias oficiales, y eso está funcionando en favor de los radicales. La diferencia la podemos hacer nosotros, esto es, nuestra compañía, tal vez involucrándonos más. Bob, pienso que ésta, como Viet-Nam, no es una guerra convencional. El enemigo no viste uniforme que le distinga. Es la guerra de guerrillas llevada al ámbito internacional. A diferencia de Viet-Nam, donde salimos muy mal, esta guerra no se juega en un solo país, ni en dos, ni en tres. Se está jugando abierta o sordamente en todo el mundo. No debemos descuidar África ni América Latina…en fin, te estoy dando pistas de mi visión de conjunto…”

“Frank, --le dijo Bob--, ese justamente es el tipo de análisis global, regional y sectorial que estamos necesitando…y tú tienes toda la preparación y capacidad para hacerlo. ¡Caramba, te quisiera aquí hoy mismo! Creo que tú y yo tendríamos que conversar bastante…”

“¿Te puedo proponer algo?” le dijo Frank. “Lo que quieras”, respondió Bob.

“Te propongo vayamos a Colonia Williamsburg, busquemos un lugar tranquilo, y dediquemos todo un día a conversar. Hay algunas cosas personales que me gustaría compartir contigo. Tengo que reverlas, y nuestra charla me ayudará a verlas mejor, y tenemos que hablar de esta bomba de tiempo en la cual estamos sentados. No estamos haciendo lo suficiente, ni lo estamos haciendo a la velocidad necesaria, y el enemigo gana terreno a cada minuto que pasa. Nos falta conciencia para verlo, pero para mi está clarísimo.”

“Aceptado, dijo Bob. Excelente idea. Nos comunicamos por teléfono y coordinamos. Ah, y los gastos van por cuenta de la compañía…¿OK?”

Frank quedó algo sorprendido, y le dijo: “Pero la invitación fue mía, deja que me haga cargo…" "No, de ninguna manera, --le respondió Bob--, esto es asunto prioritario y para eso estamos”.

Casi insólitamente, Bob le acompañó hasta la misma puerta del edificio de cristal y se despidió de Frank con un abrazo diciéndole “¡Bienvenido a bordo!”

Frank se encaminó hacia su automóvil con una sonrisa en su alma. Nuevamente iba a entrar en acción.

enigma

Friday, January 15, 2010

EL MODO INCÓGNITO


Adoptar el modo incógnito es expresarse crítpicamente, de tal forma que alguien cree entender y en el fondo nadie entiende nada.

Tal vez sopesando los aspectos trigonométricos de una imagen fractal alguien determine que existen cabalidades en el sinsentido.

Razones que se precipitan cual cristales en la probeta, cabalmente verticales con aceleración constante, y la pulverización es imposible pues los factores endógenos y exógenos hacen de ello una situación irreversible.

Cerrando la tapa de la gigantesca instalación, que recuerda a un autoclave, es cuando la experiencia tiene todas las posibilidades de realizarse pues adquiere el máximo de velocidad molecular y por tanto de presión y temperatura.

La niebla de gases se dispara desde sus bocas de salida, los magnetrones comienzan a actuar, la rueda dentro de rueda cual giróscopo adquiere cada vez más velocidad. Controlado por termómetros y barómetros, sin embargo, llega el momento de la sublimación, cuando todos esos instrumentos se vuelven inútiles.

La liberación de las fuerzas electromagnéticas es entonces incontrolable, y surgen cual llamaradas de cierta transparencia, las bandas multicolores de un espectro ampliado que se proyecta en todas direcciones. La potencia infinitamente millonaria de la proyección de radiación es tal que a su paso nada queda y todo se rehace.

Es el momento de la expansión total, imposible de detener, hasta la oclusión, el cierre, la conjugación en un punto que lo resume todo, que es la condensación de la totalidad, un punto de masa infinita, cuya rotación a velocidad superior a la de la luz le permite mantenerse en equilibrio precario, hasta que la propia rotación le lleva a expandirse, y es el comienzo, el punto cero, el fin del principio que se hace realidad, y las dimensiones se conjugan para separarse nuevamente en universos paralelos pero diferentes, tangenciales, con tan sólo un punto de encuentro, y de trasvasamiento posible.

El punto de intercambio que geómetras y matemáticos lo consideran tan incierto como seguro, mecánica cuántica mediante.

Y así estoy, saliendo de una dimensión y entrando en otra. Pero sin perder conciencia de mi individualidad.

Pasajero del inconciente dormido, que mediante el sueño despierta, hacia la concidencia multidimensional y cósmica.

Por eso me firmo "e
nigma".



enigma

Thursday, January 14, 2010

SACANDO FUERZAS DE FLAQUEZA

La frase es bien conocida, y lo que ella implica también.

Pensando en ese tema, quise ver qué podía encontrar en la Internet, y hallé un escrito de un joven periodista que firma Tab Machado, y que escribió el texto que reproduzco a continuación, para la publicación "Últimas Noticias" del 7 de Agosto de 2009.

Por ser de justicia y corresponder a una norma ética elemental, aquí va la foto del autor, y el texto,que me parece muy inspirador. Vale la pena leerlo.

Sacando fuerzas de flaqueza…



Tab Machado

La gente por lo gene­ral ambi­ciona tenerlo todo en la vida: dinero, poder, una fami­lia feliz, ami­gos y, por sobre todo, nada de qué preo­cu­parse, nin­guna pie­dra que estorbe en el camino… Sin embargo los gran­des cam­bios de la socie­dad en gene­ral y del ser humano en par­ti­cu­lar, suce­den cuando se enfren­tan a duras derro­tas, a fra­ca­sos estre­pi­to­sos, a nece­si­da­des urgen­tes, por­que cada uno de estos fac­to­res actúan como pro­fun­dos moti­va­do­res del espí­ritu, insu­flando rebeldía y, sobre todo, for­ta­leza men­tal y espiritual…

Es lo que en psi­co­logía se conoce con el tér­mino de “resi­len­cia” ** o “la escuela de la adver­si­dad” ya que solo aque­llos que enfren­tan sus pro­pios mie­dos y acep­tan rena­cer desde las ceni­zas de sus pro­pios fra­ca­sos, son los que logran hacer una dife­ren­cia en la vida. En cam­bio aque­llos que no sufren, aque­llos que no pasan nece­si­da­des, aque­llos que no cono­cen el reverso de la moneda de la for­tuna, son como arbo­les con poca raíz, que cuando llega un tem­po­ral los derriba con gran faci­li­dad y los deja sumi­dos en la deses­pe­ra­ción, sin tener armas para defen­derse ante el pri­mer infortunio.

Cuenta una his­to­ria real que Paga­nini era un músico excep­cio­nal, algu­nos decían que era un genio, otros, que era sobre­na­tu­ral. La rea­li­dad es que las notas mági­cas que salían de su violín tenían un sonido dife­rente, por eso nadie quería per­der la opor­tu­ni­dad de ver su espectá­culo. Una noche, el mismí­simo Madi­son Square Gar­den de Nueva York estaba repleto de admi­ra­do­res, pre­pa­ra­dos para reci­birlo. La orquesta entró y fue aplau­dida. El direc­tor fue ova­cio­nado. Pero cuando la figura de Paga­nini sur­gió triun­fante, el público deliró. Paga­nini colocó su violín en el hom­bro y lo que suce­dió a con­ti­nua­ción fue indesc­rip­ti­ble. Los acor­des musi­ca­les parecían tener alas y volar con el toque de aque­llos dedos mara­vi­llo­sos… de repente, un sonido extraño inte­rrum­pió el ensueño del público asis­tente, una de las cuer­das del violín de Paga­nini se había roto.

El direc­tor paró, la orquesta se detuvo, el público quedó en silen­cio pero Paga­nini con­ti­nuó tocando, mirando su par­ti­tura como si nada hubiera ocu­rrido, él con­ti­nuó extra­yendo soni­dos deli­cio­sos de un violín con pro­ble­mas. El direc­tor y la orquesta, admi­ra­dos, vol­vie­ron a tocar y el público se tranquilizó.

De repente, otro sonido per­tur­ba­dor atrajo la aten­ción de los asis­ten­tes, otra cuerda del violín de Paga­nini se aca­baba de rom­per… el direc­tor paró de nuevo y la orquesta se detuvo otra vez, pero Paga­nini siguió con el con­cierto como si nada hubiera ocu­rrido, se olvidó de las difi­cul­ta­des y con­ti­nuó arran­cando soni­dos impo­si­bles de su violín de dos cuerdas.

El direc­tor y la orquesta, impre­sio­na­dos, vol­vie­ron a tocar, pero el público no podía ima­gi­nar lo que iba a ocu­rrir a con­ti­nua­ción. Todas las per­so­nas, asom­bra­das, gri­ta­ron cuando la ter­cera cuerda del violín de Paga­nini se rom­pió. El estu­por fue total, el direc­tor y la orquesta se detu­vie­ron una vez más, como la res­pi­ra­ción del público, que pensó que el con­cierto había lle­gado a su final… pero Paga­nini siguió…

Como si fuera un con­tor­sio­nista musi­cal, arrancó todos los soni­dos posi­bles de la única cuerda que que­daba en el violín. Nin­guna nota fue olvi­dada. El direc­tor, embe­le­sado, se animó. La orquesta se motivó y el público pasó del silen­cio a la eufo­ria, del pánico al delirio…

Paga­nini alcanzó la glo­ria y su nom­bre per­dura a través del tiempo por­que él no solo fue un vio­li­nista genial, sino que pasó a ser el sím­bolo del pro­fe­sio­nal que con­tinúa ade­lante aun­que todo el mundo diga que es imposible…

Por eso, si la vida te enfrenta a pro­ble­mas, recuerda el ejem­plo de Paga­nini y cuando tus cuer­das se rom­pan, haz como él: sigue ade­lante con Fe. Los sue­ños y el triunfo están delante de ti y si paras, nunca los alcan­zarás. Dice un dicho popu­lar que triun­far es el arte de con­ti­nuar, cuando otros deci­den parar… De ti depende…

enigma

Wednesday, January 13, 2010

EL CORAJE DE VIVIR

“El coraje no es la ausencia de temor, sino más bien el juicio de que otra cosa es más importante que el temor”

Ambrose Hollingworth Redmoon

Dos veces en mi existencia me han dicho que he tenido coraje.

La primera, ha sido en referencia a decidir venirme a Estados Unidos, dejando familia atrás, hasta que mi núcleo familiar se me unió, pero haciéndolo a mis 49 años.

“Hay que tener coraje para hacer eso”, me dijo más de una persona, refiriéndose a esa mi decisión.

La otra apreciación, es muy reciente, y se refiere a la situación actual que atravieso debido a la grave enfermedad de mi esposa, que me demanda tiempo, que me angustia, y que me plantea un desafío muy grande, a la vez que una interrogante respecto del futuro.

Y en medio de estas circunstancias, voy a trabajar cada día, mantengo un buen relacionamiento con mis compañeros, me esfuerzo y pongo todo mi profesionalismmo en lo que hago.

Y entonces, otra vez, se me ha dicho que hay que tener coraje, en medio de la situación que estoy viviendo, para desempeñar mi tarea poniendo la atención que le dedico, cuando estoy tan complicado.

Y debo reconocer que nunca me he visto a mi mismo como un individuo de coraje, sino como alguien realista, pragmático, que se atiene a los hechos, que los analiza, que busca caminos, que mantiene su esperanza y su fé.

Pero es cierto que en esta existencia, se necesita coraje para vivirla, especialmente en momentos aciagos, tristes, desconsoladores, dificiles.

Y se necesita coraje para tomar ciertas decisiones, que a veces nos parecen imposibles, pero que podemos viabilizar siempre que esté en nuestro deseo más íntimo, en nuestra intención, en nuestro querer.

A lo largo de un mes, he aprendido a curar a mi esposa, a colocarle gasas y vendas. Yo, reacio a ver sangre, tuve que tomar la decisión, tuve que poner mi intención, y mi querer en hacerlo, porque era necesario, porque debía finalmente hacerlo. Y lo estoy haciendo.

Si me lo hubieran preguntado tiempo atrás, me hubiera considerado un inutil para semejante cosa. La hubiera rechazado de plano. Me hubiese parecido sinceramente imposible. Y sin embargo, hoy estoy realizándola.

Sí, se requiere coraje para vivir, porque la vida nos plantea a veces duras disyuntivas y coyunturas en las que hay que hacer frente a la realidad, y hay que por sobre todo, responder a nuestros sentimientos más profundos.

En el fondo, se trata de ser auténticos. De no engañarnos a nosotros mismos, de no hacernos trampas al solitario.

Y al final, salimos más fortalecidos, hemos aprendido una nueva lección de vida, y sabemos dónde estamos parados, y qué impensadas capacidades podemos desarrollar.

Así –esto es sólo un ejemplo— en todos los órdenes de la vida.

El coraje para lo desconocido, lo nuevo. El coraje para cambiar, el coraje para ser de otra manera.

Esencialmente, estar abiertos a posibilidades, situaciones y circunstancias que la vida misma de pronto nos plantea.



enigma

Monday, January 11, 2010

EL REPOSO DEL GUERRERO

Así se llamó una película de 1962, con la famosa Brigitte Bardot.

No viene al caso la anécdota de la película, pero sí su titulo, pues muchas veces me siento como un guerrero que necesita reposar.


Un guerrero que lucha contra el sueño para levantarse de la cama y saludar la mañana.


Un guerrero que tiene convicciones firmes en algunos temas, y no las cambia por nada, y sabe que esas convicciones a veces le llevan a enfrentamientos duros con ocasionales adversarios.


Un guerrero que lucha contra la ignorancia, contra la mentira, contra la superchería, contra los negociantes, y contra la guerra, porque ama la paz.


Un guerrero que vive intensamente el andar del mundo, cada día.


Un guerrero que pelea por la verdad, por la ciencia, por la racionalidad, pero sin enfrentar la misma a la fe, elemento esencial que nos coloca en un camino ascendente hacia la conexión con la Divinidad.


Un guerrero que repudia la hipocresía, el cinismo, las apariencias de lo que no es, y las distorsiones ideológicas.


Un guerrero que también siente solidaridad por los necesitados, que ayuda siempre que puede, que ahora más que nunca tiene que lavar platos, cocinar, tender camas, estar atento a medicamentos, acompañar a citas médicas, y por sobre todo, atender con prestitud a su esposa enferma.

Un guerrero que soporta tensiones, que pasa nervios, que se enfrenta a sustos y los supera, que atraviesa momentos de estrés, de angustia, de frustración, y de indecibles dolores del alma.


Y ciertamente que hay momentos en que este guerrero anónimo, necesita un reposo. Un remanso.
Necesita no sólo encontrarse consigo mismo, sino tener un descanso del físico y del alma.

Tal vez a la sombra de un árbol, recostado a su tronco.
O tal vez, su espalda contra un monticulo de arena, la brisa acariciando su rostro, y el murmullo de las olas, hablándole al oído.

Sí, el guerrero necesita también de reposo. Y es una necesidad vital. Es una necesidad de salud.


Pero el crudo invierno del Norte, el viento gélido proveniente del polo, las calles aún cubiertas de nieve, indican que este no es aún el momento para el reposo. Ni para el árbol en el prado, ni para la arena y el mar en la playa.


Este es un momento de recogimiento al interior de un lugar calefaccionado, donde casi se hiberna, a la espera de la Primavera…




enigma

Thursday, January 7, 2010

FEELINGS - SENTIMIENTOS

Sentimientos componen a mi criterio lo que pone distancia de nuestros congéneres animales, y nos hace más humanos.

No es facil a veces describirlos, especialmente cuando hay un cúmulo de ellos tan diversos como las galaxias.

Cuando hay sentimientos de angustia, de dolor, de profunda tristeza, y otros de felicidad, de esperanza y de remanso.

Si las dos caras, la triste y la sonriente, han sido características de la representación del drama de la vida, y del teatro, verdaderamente llevamos ambas caras dentro nuestro.

La existencia se compone de ellas. Nunca la felicidad es total, nunca la desdicha es total.

Siempre hay una mezcla, matizada a veces por un acento en un tipo de sentimientos más que en otro.

En mi momento actual, me encuentro así.

Con sentimientos de angustia, de profunda pena, de aflicción, y por otro lado con sentimientos dulces, que son como un bálsamo reparador, sentimientos de felicidad profunda del alma.

Compendiar ambos no es facil, pero es después de todo el libro abierto de la vida el que nos enseña a caminar en ese equilibrio dificil de ambos.

La canción que sigue, compuesta e interpretada en inglés por el brasileño Albert Morris, (su nombre verdadero: Mauricio Alberto Kaisermann, nacido el 7 de Septiembre de 1951 en San Pablo) es ya famosa. Lleva por título
“Feelings” (Sentimentos).

No la elegí por la letra que tiene, sino por la hermosura de su música, y porque me vino inmediatamente a la memoria cuando pensé en escribir algo sobre sentimientos.

De modo que disfrútenla, una vez más.



enigma

Wednesday, January 6, 2010

EL DIA DEL GRAN MADRUGÓN

¡¡Llegaron los Reyes, llegaron los Reyes!!

Alborozo en toda la casa, niñas y niños que corretean alegres para encontrarse con sus juguetes, para ver si los Reyes llegaron y qué les dejaron. Y siempre les dejan algo más de lo que pidieron...

Hoy es el día del gran madrugón en toda América Latina. Nuestros infantes viven intensamente la expectativa de estos buenos reyes que les dejan sus regalos en la madrugada.

De noche les cuesta dormirse, porque sus corazoncitos laten más veloces...y de mañana, los mayores escuchan ya que hay ruido en la casa cuando apenas son las 5 o 6 de la mañana. ¡Ah, estos niños!!

Y ya nadie vuelve a acostarse, la excitación es tremenda, y ellos descubren con ojos azorados, y con enormes sonrisas todo lo que los Reyes les han dejado.

Oh! y tomaron agua, y los camellos se comieron los pastitos que les dejaron....

Maravilla de la imaginación, y del hermoso relato que se pasa de generación en generación.

Los Reyes Magos son reales. Ellos los vieron en la TV, los fueron a ver desfilar por la calle con sus camellos, o tal vez hasta los Reyes hicieron una visita anticipada por el barrio para recoger sus cartitas con los pedidos... Sí, son muy reales, y todos queremos que sea así.

Aún a los adultos nos gusta que los Reyes se acuerden también de nosotros y nos dejen algo. Nos gusta la sorpresa, nos gusta saber que alguien con amor nos ha querido dejar algo, y lo disfrutamos tanto como los niños.

En el fondo, todos llevamos un niño dentro, y no hay nada más lindo que cuando despertamos ese niño, cuando sentimos el valor del candor y la inocencia, y nos gusta que nos mimen un poquito más.

Por eso cada 6 de Enero tiene una poesía, un encanto, un algo especial y distinto a todos los restantes días del año.

Y aunque después andemos bostezando el resto de la jornada, porque igual nos toca trabajar como cualquier otro día --no estaría mal decretar feriado el 6 de Enero--- lo hacemos contentos porque nuestros niños nos han deparado una enorme alegría. Sus caritas felices son nuestra mayor recompensa.

También es cierto que este día en determinado momento, nos enfrenta a un dilema cuando nuestros hijos crecen y preguntan. Preguntan porque alguien les ha puesto una "mosca en la oreja", alguien ha querido arruinarles la fiesta, alguien creyéndose más "conocedor" que otros, les ha soplado la verdad detrás de la leyenda.

En su inocencia que aún conservan, y con cierta timidez, de pronto se animan a preguntar. Tienen dudas, aún quieren creer y les parece increíble lo que les han dicho, y es entonces un momento dificil para los padres, y de posible desilución para los pequeños que ya han crecido bastante. El tema fundamental es que no concluyan que no pueden confiar en sus padres porque les han mentido.

La clave es poner énfasis en la leyenda, en que ésta es muy antigua, y se transmite de generación en generación, y los papás de los papás de los papás, siempre contaron lo mismo, para hacer felices a los niños.

Y que lo que importa es que los papás les quieren mucho, y cuidan de ellos, y están con ellos cada día, y por eso también los regalos, que son expresión de cariño. Y esa conversación tiene que terminar con un gran abrazo y besos, y el niño o la niña, sabe más que nunca, que puede contar con sus padres, y que la leyenda es para los más pequeños. Ah, y que ellos ahora, deben guardar el secreto respecto de otros niños, y de sus hermanitos o hermanitas menores.

Entonces, los Reyes Magos sonríen felices, porque su retorno el año que viene, está asegurado.

Monday, January 4, 2010

RECORDANDO A QUIENES NO ESTÁN


Sí, Navidad y Año Nuevo pueden ser genuinos motivos de alegría, pero,a menos que esa alegría sea egoísta, vivida a corazón cerrado, --o sea pensando en uno y los de su casa que están ahí, pero desentendiéndose de todos lo demás— son también momentos especiales.

Especiales porque al mirar a nuestro alrededor, notamos primero que nada la ausencia de quienes en otros momentos rodearon esa mesa. El hermano o hermana que están lejos, los familiares que se han ido a vivir a otros países, estados o provincias.

Y especialmente, aquellos que han partido definitivamente de este mundo.

Son lugares ausentes en la mesa familiar. Y es entonces cuando sin menguar la alegría de los que están presentes, también Navidad y Año Nuevo tienen su cuota de dolorosa nostalgia.

¡Cómo evitar recordar a aquellos que fueron con nosotros y que compartieron tantas Navidades y Años Nuevos!

Pero también Navidad y Año nuevo, son justamente el momento propicio para allegarnos más allá de distancias geográficas, a todas las personas que queremos bien, que sinceramente ocupan un lugar en nuestro corazón. Son las amigas y amigos que están esparcidos por el mundo.

A ellas y ellos, es el momento de tenerles muy presentes, de llegarnos con una postal o una tarjeta electrónica, o simplemente intercambiando mensajes cibernéticos donde podemos saber los unos de los otros, ¿qué tal la estamos pasando?, ¿quiénes estuvieron en las fiestas?, ¿qué regalos recibimos o hicimos?, etc.

Es tan simple, tan sencillo, pero ¡tan importante!

Es hacerle sentir a quienes queremos, que realmente son valiosos/as para nosotros, y que no les olvidamos, abandonamos, o defintivamente les colocamos en un ostracismo inmerecido, justamente y tan luego, cuando todos, sin ningún tipo de distinción, propendemos a hacer esos días más llevaderos, más hermosos, más felices.

¿No les parece?

Esto también forma parte de la calidad de vida que llevamos y queremos para otros.

Esto también forma parte de una manera de ser, sencilla y auténtica.

Esto también forma parte de valores que debemos cultivar y acrecentar cada día.



enigma

Sunday, January 3, 2010

EMPEZANDO LENTAMENTE...

En verdad, no hay apuro por comenzar el año nuevo.

Nadie nos reclama, nos empuja, nos fija plazos, o nos obliga a acelerar el paso.

Vamos tranquilos, seguros, pasando las primeras horas de los primeros días del año y la década recién estrenados.

Lo hemos comenzado con la sencillez de cuatro personas rodeando una mesa, gracias a la visita de familiares llegados del exterior.

Y ahora que la visita de fue, una serie de ineludibles citas médicas nos movilizan en las primeras horas del primer día hábil de 2010.

En lo personal, he pasado de un año a otro, sin ningún contratiempo, pero lo hubiera podido tener y muy grave, si ayer, cuando iba a cruzar una calle con mi auto, luego de tener la luz verde ya por instantes a mi frente, no hubiese arrancado lentamente, y frenado de inmediato por un vehículo que a gran velocidad se me cruzó por delante, en perpendicular a mi senda, con plena luz roja.

El hecho, totalmente desacostumbrado aqui en Virginia, --donde las calles y las autopistas no son una selva llena de brutos al volante, sino de personas que acatan las leyes y reglamentos como corresponde-- fue realmente insólito. Pero de haber yo accedido al cruce desde más lejos, y no desde una posición con el vehículo detenido completamente, a esta hora no les estaba escribiendo, y quizás no les hubiera podido escribir nunca más.

Continué mi viaje feliz de que no pasó nada, e interiormente tranquilo. Aquello no me alteró en lo más mínimo, ni me provocó una nerviosidad que, aunque pudiese parecer lógica, no tenía cabida, después de todo. Pero dí gracias al Ser en Sí, que una vez más, me protegió.

Ahora, será el retorno a las diarias labores lo que tengo inmediatamente por delante, pero eso no se altera. El cambio de año no significa de por si una modificación de lo que ya venia haciendo. Es continuar con lo rutinario.

Mientras tanto, espero mucho de este año. Tendré que otear horizontes, para ver qué puedo hacer de nuevo, que vivencias –que no signifiquen reiterar nada anteriormente vivido— serán las que podré tener este año.

Descubrir tal vez en mi mismo, capacidades y talentos que no fueron despertados con anterioridad, hallar formas diferentes de expresarme y comunicarme. Encontrar mayores vías y formas de ser, de ser cada vez más y mejor, aunque eso signifique tener menos.

Así que de momento, todo es expectativa.

La vivo en la confianza que me depara mi fe, y en la gratisima compañía y el apoyo de amigas y amigos esparcidos por el mundo, mientras sigo sosteniendo a mi esposa en su lucha contra el cáncer.



enigma