Friday, April 27, 2012

AMISTAD...

¿Cuánto vale una amistad? Mucho, muchísimo!!

Siempre he dicho que los amigos y amigas son como flores que perfuman y dan color a nuestra existencia. Sin ellos, no seríamos nosotros.

Lo bueno de los amigos y amigas, es que no nos vienen dados como la familia, surgen, los hacemos y crecen a lo largo de nuestra vida. Y como las plantas, debemos cuidar nuestra relación de amistad para que no se estropee o se eche a perder.

¿Qué significa ese cuidado? Estar atento a las necesidades del otro, a servirle o ayudarle toda vez que es posible, a tratarle siempre con cariño, con amabilidad, con respeto. A valorarle en toda su dimensión. A sentir el gusto y el orgullo de que sea nuestro amigo, amiga. A no abandonarle nunca, y en las malas, mucho menos.

Amigo o amiga implica confianza mutua, implica fidelidad, implica no destruir jamás el hermoso vínculo que nos une.

También significa vivir muchos momentos gratísimos, juntos. Para jugar una partida de ajedrez, o un "picado" de fútbol, una conversación jugosa, un almuerzo o una cena, una serena y plácida plática discurriendo sobre muchos temas en un lugar reservado, o disfrutar juntos una velada de cine o teatro, o un concierto, o el caminar a la orilla del mar, entre el rumor de las olas, y la luz de la luna.

Y significa también vivir instancias juntos, hacer planes y desarrollar actividades juntos. Muchas veces y justamente, ese desarrollo de actividades es el que ha propiciado o nos ha llevado a la amistad.

A un amigo o amiga siempre se le recibe con los brazos abiertos. Para un amigo o amiga siempre están abiertas las puertas de nuestro hogar.

Cuanto más lejos un amigo o amiga esté, más entusiasmo tendremos en que venga a vernos, a visitarnos, que esté con nosotros. Y nos sentiremos felices y privilegiados en agasajarle de la mejor manera posible para que su estadía sea muy grata.

Asi se es amigo o amiga. Así se comportan los que son verdaderamente amigos o amigas.

No hay otra forma, no cabe otra manera.

Si no, no son amigos o amigas, son simples conocidos. La relación es superficial, no llega más allá de un ocasional saludo y algún motivo --como puede ser compartir el mismo ámbito de estudio o de trabajo-- por el cual nos conocemos y tenemos que tratarnos. Pero no pasa de allí.

Media una gran distancia entre simples conocidos, y amigos.

La amistad pues, es una de las cosas más hermosas que podemos edificar a lo largo de la vida, y de la cual sentirnos felices y orgullosos.



enigma
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Thursday, April 26, 2012

Mordiéndome, por no gritar....

Alguna vez le dije a una chilanguita que quiero mucho, que me pondría en el Zócalo del Distrito Federal de México, con un cartel que diría "Fulanita..Te amo" y de seguro que no pasaría mucho rato en que las cámaras de la televisión de pronto se hicieran presentes y se enterase toda la ciudad o la nación.

O que enviaría un sábado de mañana, a sobrevolar su casa una avioneta con un cartel atrás, que diría lo mismo, y todo el barrio saldría a mirar y vería tal anuncio.

Pero no he hecho ni una ni otra cosa, porque no hay necesidad. Ella lo sabe, y lo sabe muy pero muy bien.

Y aunque cuesta y he hecho el sincero y legítimo esfuerzo de olvidarla, de dejarla definitivamente en el pasado, de hacer de cuenta que no existe, me es imposible. Es más fuerte que yo, debo reconocerlo, porque después de todo, no se ama un día y al día siguiente no. Se ama permanentemente, y ese ser que amamos está presente con uno de la mañana a la noche, es inseparable, y es indispensable.

La relación se parece como la de la Tierra al Sol. Gira en torno a una órbita que por ser excéntrica, a veces la acerca más y a veces la aleja más, pero la órbita siempre es la misma, siempre está allí, no se modifica.

Con esto quiero decir que habrá momentos en que la relación puede distanciarse --mas nunca romperse-- y otros en que habrá un mayor acercamiento, pero --como la órbita-- nunca se altera, se pierde, deja de ser.

Comprender esto, ayuda también a entender que a veces haya un desacuerdo, pero nunca olvido, y mucho menos, desprecio u odio. Eso no puede jamás tener lugar.

La chilanguita es enojona, --como ella misma lo reconoce-- y ¡cuidado cuando se pone brava!, es como ají chile, ese que los mexicanos usan para todo, ¡hasta con el chocolate!

Pero yo sé que en el fondo es de buen corazón, muy solidaria con quien sufre, con el necesitado. Sensible, honesta, esforzadísima trabajadora....casi vive estresada porque necesitaría un día de 34 horas... Y eso también agota, cansa, y crea malhumor...

Pero....no es posible para mi olvidar toda su dulzura, su agradabilísima compañia, y su reir con mis chistes y ocurrencias, su preguntar y preguntar por quererme conocer más y más, y su valoración de mi persona tal cual soy, persistente, que no me doy por vencido, (como buen uruguayo, agregó) y su ternura al decir casi susurrando: "te quiero...te quiero muuuuchooo".

Sí, lo confieso, sigo enamorado de ella, porque ella conquistó mi corazón. Y lo ha hecho a cabalidad.

No, no es un ser perfecto, porque es un ser humano. No tiene la belleza de una Miss Universo, pero tiene un rostro hermoso, y unos ojos y labios maravillosos. Y tampoco es perfecta su alma, como no lo es la mía, porque somos humanos.

Pero me congratulo en nuestras imperfecciones, porque eso nos iguala, y hace que nos comprendamos y aceptemos como somos, y no pretendamos tener aires magistrales o de superioridad por un lado, ni autoflagelarnos con renunciar a aquello que está en nuestros corazones.

Quererse como nos queremos es de pocos, de elegidos. Tenemos una historia que daría para una novela. Algo único, hermosísimo.

A mi chilanguita la quiero con toda mi alma. Para mi ha sido una experiencia increíble, impredecible, mágica. Hay un algo especial en ella, dificil de encontrar en otras personas.

A veces me he preguntado si ello se debe a su cultura, que es muy diferente a la mía aunque los dos hablemos el mismo idioma (o casi). Pero no, he concluido que es su impronta personal, su manera de ser. Su manera de expresar sus sentimientos, su manera de relacionarse personalmente.

Para mi, rioplatense, es algo totalmente fuera de lo común. Pero me alegro enormemente que el destino hizo que nos conociésemos, y que a partir de allí se generase una maravillosa amistad.



enigma

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Wednesday, April 25, 2012

Con los sentimientos ¡no se juega!

Dos personas que se quieren bien –simplemente eso— se respetan. Y respetarse no es ocultarse, andar con tabúes, avergonzarse de los cuerpos, o no compartir intimidades. Esas telarañas psicológicas pertenecen a una mente del siglo 19.

Respetarse significa ser sinceros, transparentes, realistas y pragmáticos.

¿Qué sientes? Actúa de acuerdo a lo que sientes. Deja que tu corazón te inspire. No temas hacer lo que tu corazón te dicta. Sé auténtico/a. Sé tumismo/a.

Tira por la borda los socio-convencionalismos, las hipocresías, ¡vive!, el momento, el encuentro, la hora, los días, los meses, lo que puedas, cuanto puedas. Pero vívelos intensamente, vívelos con autenticidad, sin miedos, sin rubores, sin remilgos.

Sé maduro/a, sé adulto/a, si es que lo eres cronológicamente hablando.

No pierdas tu tiempo ni le hagas perder tiempo a nadie, deshojando la margarita.

Pero no digas A para hacer B.

No digas por ejemplo: “quiero sentir todo tu cuerpo junto al mío, quiero abrazarte fuertemente, quiero morder tus labios, quiero deslizar mis manos por tu pecho, quiero….(irreproducible)”, estimulando el legítimo deseo de quien te lee o escucha, abriendo un horizonte de lo posible si estás junto a la persona a la que le dices esas cosas, porque se supone le amas, y le amas como aman los seres adultos, los seres maduros, --no los niños/as-- le amas totalmente, en espíritu, alma y cuerpo, para después arredrarte de todo ello, encogerte como un caracol arrollado en su caparazón, y desde dentro sacar un tentáculo haciendo señales de “no”.

Si te vas a temer a ti mismo/a, si te vas a echar atrás, si no te ves envuelto/a en un amor que llega a ser total, y que lógicamente tiene que llegar a totalizarse, entonces, no juegues con los sentimientos. No alientes situaciones que no te atreves a hacerlas realidad.

Y no se trata simplemente de lo afectivo-sexual, no se trata de que te ahogues en un vaso de agua, de que te hagas un mundo de lo que está ocurriendo en este mismo momento en que escribo, en todo el planeta, con millones de parejas que están viviendo su intimidad.

Se trata de que un sentimiento profundo, verdadero, un sentimiento respetuoso de la otra parte, un sentimiento que valora a la otra persona en su integridad total, en quién es y cómo es, y por eso se ha despertado el amor, es un sentimiento que se canaliza también, subrayo, también, (no exclusivamente, no preponderantemente) en la intimidad.

¿Qué se diría de dos que se enamoran sin saber siquiera sus nombres, ni dónde viven, ni qué hacen, ni cuál es su situación civil? Simplemente se enamoran, y punto.

¿Acaso todo podría ser más facil?

Pero, ¿cuán lógico es que dos personas que comienzan a tratarse no intenten conocerse más? Y acaso, en el compartir de alguna manera la cotidianidad, ¿no hay una maduración de los sentimientos, no hay un mayor realismo de lo que es la existencia, el día a día de cada uno?

Eso une más, o tiene que unir más, si realmente los sentimientos son auténticos y legítimos.

Pero eso tiene sentido, cuando es parte de un querer compartir todo.

El amor no conoce de muros. Quien pone muros, no ama. Está confundido/a.

El amor no conoce el “no”, conoce el “sí”.

El amor es darse, no reconcentrarse en uno mismo y huir.

Si amas, ama hasta el final. Ama todo el tiempo, por todo el recorrido. No te detengas a mitad de camino.

El destacado teólogo alemán Dietrich Bonhöffer, plantó una pauta ética básica, y realista, en una frase que no admite malas interpretaciones, sino una sola, una interpretación unívoca, clara, precisa, justa. Él escribió: “Ama, y haz lo que quieras”.

El “haz lo que quieras” presupone la base del amor.

En el amor, hay libertad.

El amor es una fuerza liberadora, no encarceladora.

En el amor somos.

Pero…con esos sentimientos tan sublimes, tan hermosos, tan extraordinarios, tan superiores, --cuando se les tiene y se les vivencia así— no se juega.

No se engatusa a nadie, no se le hace creer o confiar, o esperar, o anhelar, o soñar a nadie, para después decir “no”, “no voy a llegar hasta allí”, “no más”. Porque entonces destruye todo lo anterior. Es una antítesis. Destruye al ser que confió. Y cuando eso sucede, el respeto –al que me refiero al inicio de esta nota— se disolvió como aspirina en el agua. No existe más.

De modo que con los sentimientos no se juega. Tenemos que ser responsables de lo que hacemos, de lo que decimos, de lo que transmitimos, de lo que alentamos, de lo que queremos, de lo que buscamos.

Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos.

Y tenemos que desterrar definitivamente el miedo.

El miedo paraliza, el miedo no deja ser. (¡vaya si lo sabrán los terroristas!)

Pero, ¿vas a ser tu propio/a terrorista? ¿Acaso tu “otro yo” te amenaza, te planta dudas como se plantan minas antipersonales, te ametralla con futuras incertidumbres, te pone la bomba de un fin a todo lo conocido y dado por seguro?

Usa tu inteligencia y aprende a ser feliz viviendo una realidad que nunca es simple, siempre es compleja, pero está llena de momentos hermosos y de potencialidad. ¡Vívelos!

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Tuesday, April 24, 2012

Un hermoso decir poético

Quienes me conocen, quienes me hacen el honor de seguirme en lo que escribo en este blog, saben que soy un enamorado del amor. Saben que soy romántico y apasionado.

Saben que gusto de la música, de algunas canciones, --por sus letras-- y de la poesía, o del decir poético. Lo aprecio estéticamente, lo valoro en su contenido, lo siento al leerlo.

Eso me pasó con esta expresión poética de una dama latinoamericana. No estoy autorizado a revelar su nombre, sólo pondré sus iniciales. Un amigo me hizo llegar este material por si lo consideraba publicable.

Lo leí y me emocionó. Hay una fuerza indiscutible en el decir, y una espontaneidad que brota como por los poros. En una palabra: autenticidad. Por eso, por esa manera de expresarse, y por el contenido, me es muy grato compartirlo con ustedes.

Entre mis recuerdos...

Entre mis recuerdos estas tú...

en un lugar mágico, diferente, intocable...

apartado de todo y todos

estás en un lugar llamado "ahora"...

al que puedo acudir en cualquier momento

que así lo precise...

estás en el sonido de la risa...

estás aquí, cuando el viento me toca la cara...

estás, en una mirada dulce, cómplice...

estás, en un abrazo tierno y cariñoso,

estás en tus anécdotas de vida...

estás en la inocencia y la solidaridad...

estás cuando secas mis lágrimas con un beso...

estás, aquí y ahora, en tus poemas...

estás en un beso íntimo, suave y lleno de amor...

estás ya entre mis recuerdos, pero vivo, latente,

doloroso, presencial, y omnipresente...

estás aquí, en mi mente, en mi corazón, siempre!

C.M.L.

Septiembre 26 de 2010



Estas imágenes me recuerdan a Vallarta...

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