Pensamientos, sentimientos, reflexiones con sinceridad y profundidad, compartidas abiertamente.
Prosa, poesía (a veces) y música selecta, para un encuentro diferente entre quienes quieren participar de mi blog.
Ser agradecido considero que es una de las virtudes que pueden adornar al ser humano.
Es como saber escuchar antes que hablar, es como ser un auténtico interlocutor válido, es reconocer el aporte que otros nos hacen, con sus opiniones, con sus comentarios, o simplemente, --en el caso de este blog—con ser asiduos lectores.
He mirado la gráfica de lectores, y me siendo muy satisfecho. Hay mucha gente que me lee, mucho más de la que yo pensaba. Y por eso, a todas y todos quiero expresarles mi sincera gratitud y aprecio.
Hasta cierto punto me asombra que de todos esos lectores y lectoras, sólo dos o tres, a lo largo del tiempo, me hayan hecho llegar algún comentario.
Me gustaría mucho que lo hicieran más frecuentemente. Para mí no sólo es un aliciente sino también un desafío, pero es hermoso que alguien comente sobre lo que uno escribió –en el acuerdo o en el desacuerdo— y me haga llegar su sincera opinión o su leal sentir.
El título de mi blog “Compartiendo”, quiere ser eso. No sólo lo que yo comento con ustedes, sino estar a la par, en la medida en que ustedes me hagan llegar sus comentarios. Me interesa saber vuestro pensar, vuestro sentir, vuestra experiencia de vida.
Mi blog es abierto. Jamás lo he cerrado a nadie. Esa es una actitud egoísta y de falta de respeto a los lectores. Por el contrario, lo que quiero decirles es que si alguien quiere ver algo publicado aquí, me lo envíe. Si juzgo que tiene méritos para ello, publicaré la contribución con mucho gusto. Seguiremos ¡compartiendo!
Sé que hay lectores que pueden contribuir muy bien con algún texto importante, significativo, con alguna reflexión justa y equilibrada, o con un poema. Les exhorto a hacerlo.
Entre tanto, yo seguiré casi a diario, compartiendo mis sentimientos, pensamientos y experiencias de vida con ustedes.
Me gusta hacerlo, porque además pienso que muchas de mis reflexiones, o cosas vividas, pueden ayudarles a ustedes en sus propias vidas. Si así ocurre, me siento más que compensado.
Un par está más gastado que el otro, pero son iguales, de la misma marca y fábrica.
Son cómodos, y para todo andar, especialmente si se viste de manera informal.
Ambos tienen algo en común: fueron estrenados en México.
Ambos pisaron por primera vez suelo mexicano en el Aeropuerto Benito Juárez, de la capital.
Los más viejos deambularon mucho. Conocieron la mayoría de los lugares turísticos del Distrito Federal y alrededores.
Comenzando por la Plaza de la Constitución, más conocida como el Zócalo y la Catedral, así como el Sagrario Metropolitano, que está a su lado. Las ruinas arqueológicas del Templo Mayor.Luego, tres horas de caminata sin parar, para ver a vuelo de pájaro uno de los mejores museos del mundo: el Museo Antropológico, único y espectacular.
Recorridas por Xochimilco con su parque ecológico, andando en una “trajinera” y Coyoacán, con los atractivos de la casa-museo de Frida Kahlo, y la casa de Trotsky, y una visita a la antigua Parroquia de San Juan Bautista. Y lo más espectacular: las pirámides de Teotihuacán, que estos zapatos subieron.
También la zona de Polanco, el Paseo de la Reforma con sus múltiples monumentos, --de los cuales mi preferido es el Ángel de la Independencia-- estatuas, y espectaculares edificios.
La Torre Latinoamericana, el Palacio de Bellas Artes con los estupendos murales típicos del arte pictórico mexicano, y la Alameda Central, en esos momentos, plena de vendedores y artesanos. Y una visita ineludible a Tlatelolco, con las ruinas indígenas, el Museo Tecpán y el recuerdo de los mártires estudiantiles caídos el 2 de Octubre de 1968, en la masacre de la Plaza de las Tres Culturas.
Otro momento importante fue la visita a la modernísima y hermosa “Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe”,lugar donde estuviera el Papa Juan Pablo II, y cuya magnificencia invita al recogimiento y la oración.
Una exhaustiva recorrida por los pasillos, las salas y los jardines del estupendo Castillo de Chapultepec, lleno de historia, fue otra memorable jornada en suelo mexicano.
Punto aparte, por su significado y su belleza estructural, merece el Monumento a la Revolución, con su destacada altura, y su plaza con una fuente de donde saltan imprevistamente chorros de agua, mientras a lo largo la flanquean dos hileras de banderas mexicanas.
El Museo de Cera, con personajes famosos con los cuales uno se puede fotografiar, y el Museo Ripley, exhibiendo cosas bajo el famoso lema “Aunque Ud. no lo crea”.
El par de zapatos más nuevo, no anduvo tanto.
Una nueva recorrida por el Zócalo, la Catedral, el Sagrario Metropolitano, y luego, como lugares no andados con anterioridad, el Jardín del Palacio Nacional, la Casa de Azulejos, el Café Tacuba, el Palacio de la Inquisición (no quise entrar), la antigua sede del Arzobispado, la Plaza Santo Domingo, el shopping Floricentro, el Museo José Luis Cuevas, con la espectacular estatua de La Giganta, un par de galerías comerciales y la culminación de esta breve visita, a un lugar excepcional por fuera y por dentro: el Museo Soumaya.
Reconozco que hay tanto únicoen el mundo para ver y conocer, que me faltó tiempo para visitar a algunos amigos y amigas, pero les prometo verles la próxima vez, que no sé ahora cuándo será.
Tal vez por todos estos recorridos, tal vez por todas las cosas maravillosas y únicas que vi, y en las cuales estuve, estos zapatos llevan consigo un hilo de historia. De mi historia personal junto a amigos y amigas, en un país que amo: México. ¡¡¡Qué viva México!!!
Fotografiar, con las ganas de hacerlo, con el espíritu y la intención puestos en lograr algo diferente, teniendo en cuenta ciertas reglas de enfoque, composición, etc. es un arte.
No es la mera foto que tomamos por recordar un momento, sacada así no más, o con el teléfono digital inteligente.
Se trata de la foto que pensamos de antemano, que planificamos, o de la que surge inspiracionalmente al momento. Es como ver la foto antes de tomarla. Es algo intuitivo, que nos lleva a tomar la cámara, apuntar y oprimir el botón.
Asi me pasó con la foto que aquí presento.
En los dias previos al Día de Recordacion (Memorial Day) aquí en Estados Unidos, se van reuniendo cantidad de motociclistas, que usan la Harley Davidson, algunos embanderados, otros con vestimentas que evocan a los soldados que fueron Prisioneros de Guerra (P.O.W. - Prisoners Of War), o a los Desaparecidos en Acción (M.I.A. - Missed In Action) mayormente referidos a la guerra de Viet-Nam.
Esta vez se juntaron 900 motos, que forman lo que se llama el Roaring Thunder, el trueno rugiente, que es el de sus motos desfilando juntas en Washington D.C.
Uno de sus puntos de concentración, está en el Condado de Fairfax, Virginia, donde vivo.
El sábado salí con mi auto a la búsqueda de estos motociclistas, y de pronto, me vino la ocurrencia de una foto original por lo diferente. Veo por el espejo retrovisor del auto que venía un grupo de ellos, y me dije "ésta es la mía", y ahí no más, mientras detuve mi vehículo en un semáforo, apunté hacia el espejo y dejé que ellos que aún venían rodando, se acercasen lo suficiente.
Esta foto que publico, reproduce ese momento.
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Hay una mujer rumana, a quien conozco sólo por la foto que ella invariablemente pone en la Internet, y por ser una “fan” de Ernesto Cortázar.
A ella se deben hermosas ilustraciones en vídeo de las interpretaciones del genial músico mexicano.
Esta dama rumana se llama Andreea Petku, y tiene una frase que la he elegido como mi predilecta.
Hay cientos de frases pronunciadas por individuos famosos, que se reproducen en calendarios, almanaques, agendas y en tantos otros lugares. Hasta hay libros con “frases célebres”.
Pero la frase de Andreea Petku, representa exactamente lo que he sentidopor mucho tiempo, y lo que se ha arraigado como una convicción en mi.
Esa frase dice así: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”
Y es absolutamente cierto.
Cuando se ama, no se ama con la cabeza, se ama con el corazón. Cuando se ama, no se piensa en conveniencias o inconveniencias, simplemente se ama, y se está dispuesto a darse entero.
Cuando se ama no se hacen cálculos de ningún tipo, y no es que uno se ciegue para no ver los defectos o falencias de la otra persona, pero por sobre ellos, uno ama, y quiere vivir con esa persona.
Cuando verdaderamente se ama, no se anteponen situaciones existentes o creadas. Se dejan unas, para pasar a crear otras, nuevas, diferentes, promisorias.
Los que miran de afuera pueden no entender ni comprender esa especie de “sinrazón que a nuestra razón se hace” (parafraseando a Cervantes). Pero es así.
El corazón tiene razones, tiene anhelos, tiene sueños y aspiraciones, tiene el deseo ferviente de vivir una realidad, que traspasa y va más allá de todo razonamiento frío y lógico.
Tal vez por eso mismo, cuando uno ama a fondo, con todo, --y creo que no hay otra forma auténtica de amar que no sea así —uno no se conforma con no poder alcanzar la meta, con quedar fuera de la ecuación, con perder de un día para el otro al ser amado. Cuando es porque la persona fallece, es un golpe durísimo y tremendo. Cuando es porque la otra persona no llega hasta el final en sus sentimientos, hasta cierto punto se sufre más, porque la persona está allí, sigue en este mundo...y por tanto, la posibilidad no está muerta.
Alguien me dijo una vez, en un hermoso diálogo que sostuvimos cibernéticamente:“me he dado cuenta que eres muy tenaz... Luchas por conseguir lo que quieres y no te detiene nada... De eso me doy cuenta...”
Claro que esa misma persona de inmediato se planteó una interrogante, que (ni que la imaginara) terminaría por hacerse cruel realidad. Porque me dijo:
“tú eres una persona que lucha por conseguir lo que quiere, y que no le agrada que le digan "no" de manera definitiva... entonces me intriga saber cómo reaccionas, cuando la respuesta (a lo que sea, es una mera suposición), es un no definitivo... ¿Me explico?... ¿Te molestas? ¿O te entristeces? ¿O cómo reaccionas?”
Mirado en retrospectiva, eso ya entonces, no era “una mera suposición”, era el presagio (como negros nubarrones de tormenta) de lo que vendría andado el tiempo…
Mi respuesta entonces fue clara: “Depende de a qué se refiera el "no". Claro que puede molestarme y mucho, y también --dependiendo de lo que se trate-- puede entristecerme enormemente, hacerme sentir derrotado.” Y agregué: “Como cantaba Pavarotti en "Nessun Dorma", "all'alba vinceró! (al alba venceré). No me doy por fácilmente derrotado, especialmente cuando se trata de cosas en el plano humano.” O sea, cuando se trata de cosas del corazón. Cuando se trata de un sentimiento auténtico, sincero, honesto, profundo.
Alguien escribió en Twitter: "Pelea por lo q realmente te llena el alma y ten la virtud de saber esperar, porq todo lo q tiene que ser, será!"
Me ha gustado mucho la frase por dos aspectos importantes: 1) "pelea por lo que realmente llena tu alma". Eso me alienta a seguir buscando la meta, a no cejar y a no aceptar una aparente derrota. Y 2) "¡todo lo que tiene que ser será!". No confío en mi, pero confío en el Ser en Sí que es capaz de obrar milagros, y de hacer que lo que tenga que ser, sea. A su debido momento y en su debida forma. De ahí la virtud de saber esperar....
Por eso digo, que hago plenamente mía esa frase de Andreea Petku: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”.