Yo nunca he recurrido a semejante procedimiento, del cual además, tengo una natural desconfianza.
Pero en cambio, me solazo en un mensaje póstumo que Alicia mi esposa me dejó.
Quedó sobre el escritorio que utilizó hasta sus últimos momentos, desde donde se comunicaba con sus amigas por correo electrónico, y hacía el esfuerzo cuasi increíble de adiestrar su mano izquierda para poder escribir, pues su linfedema le había afectado el brazo y mano derechos.
A ciencia cierta, no sé si son propiamente sus palabras, o las leyó, estuvo de acuerdo con los conceptos, y los escribió tal vez para sí misma, o para que me quedaran cuando ella no estuviera. Y así sucedió.
Ese mensaje dice lo siguiente:
NO VIVAS EN EL PASADO
Disfruta el día como si fuera el último.
Visualiza la persona que deseas ser.
Actúa todo el día como la persona que quieres llegar a ser.
Cultiva tu mente todos los días.
Es tan intenso, tan profundo y tan certero en su contenido, que siempre lo tengo presente.
Si más que un recuerdo, algo la actualiza a ella cada día, es ese mensaje lleno de vida. Un mensaje que apunta hacia el futuro.
Un mensaje por el cual sentirme perennemente agradecido.
enigma
Textos protegidos por derechos de autor
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