Thursday, April 30, 2015

A LA VUELTA DE UN VIAJE

Por supuesto, se siente el "jet lag", ese cansancio y ese sueño que no nos abandonan por algunos días, según cuán extenso haya sido nuestro vuelo.

Pero luego de desempacar, y poner todo en orden --lo cual también lleva tiempo y consume energía-- echamos una mirada retrospectiva a lo que fue nuestra estadía en otro lugar, y cuanto más lejano y ajeno a nuestra cultura, más tendremos detalles para recordar, para comentar, para compartir, fotos incluidas.

Mi viaje me llevó a mi natal Montevideo. Iba a ver a mi madre, muy anciana, a encontrarme con mi hermano que llegaba desde Buenos Aires, y a verme con cantidad de amistades, además de hacer unos trámites imprescindibles.

Me acompañó un tiempo excelente durante toda mi estadía, y eso me ayudó a disfrutarla lo más posible. 

Pero por sobre todo, saboreo la amistad y sus expresiones magníficas que me depararon los mejores momentos.

Visitas, extensas conversaciones, agasajos, almuerzos, cenas, me dieron la oportunidad de convivir por horas con muy queridos amigos, que me demostraron su cariño. Nada más halagüeño por cierto.

Fueron ellos, quienes hicieron mi estadía placentera, los que la llenaron de sentido, las que hicieron que 38 días pasaran agradablemente.

Hay una colección de fotos que puntualmente me traen a la memoria cada uno de esos momentos. Debo confesar que me gusta mucho la fotografía, y que además no concibo ningún viaje sin muchas fotos, porque ellas son parte del disfrute del mismo.

Ahora, es tiempo de reconectarme con mi realidad cotidiana. Con mis contactos en Estados Unidos, con las amistades que aquí tengo, con tareas a emprender, entre las cuales, la venta de mi casa y una mudanza hacia otro lugar, lo cual no es poca cosa.

Pero entre tanto, continuar mi contacto con todas y todos ustedes a través de este blog. Para seguir compartiendo pensamientos, sentimientos, sueños, prosa y poesía, de este hombre sensible, que siempre ensalza el amor, que tiene un concepto especial y no común del Ser en Sí en el cual cree, o acaso debiera decir, que lo afirma racionalmente. Para discurrir juntos, acerca de cosas que hacen de nosotros quienes somos.


enigma
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Thursday, April 23, 2015

SOY UN VIAJERO DEL TIEMPO



Es obvio. He recorrido un considerable camino en mi existencia, y por eso, tengo las características típicas de un viajero del tiempo.

En el trato con las personas, si no les conozco y son de cierta edad o tienen un cargo de importancia, les trato de usted, y no les tuteo, a menos que dichas personas lo hagan.

El tuteo –al menos en el  Uruguay actual—  es generalizado. No sé si las personas de más edad con ese artilugio se sienten más jóvenes, o qué, pero en lo personal no es de mi agrado.

Yo tengo una formación que me indica por sobre todo el respeto hacia la otra persona.
Creo en Dios, no en los “hermanos del cosmos”, ese engendro explotado por negociantes y embaucadores.

En relación con leyes, reglamentos y normas, las cumplo, pero me molesta enormemente cuando son impunemente violadas.  

Vengo a mí mismo: escribo sin faltas de ortografía. Me expreso con fluidez. Gusto de la lectura y la buena música. 

En mi cuerpo no hay “piercing” ni tatuajes.

No me embriago y jamás he siquiera probado droga alguna.

Estoy libre de humo y respeto el medio ambiente y mi biosistema, ergo: no fumo. 

Creo en la amistad auténtica, me hace sentir muy feliz y la promuevo cuanto puedo.

Busco y digo la verdad. Suelo ser explícito, pero también sé callar, mantener un secreto. 

Por sobre todo sinceridad, honradez, lealtad, son mis valores inalterables. Cuando empeño mi palabra en algo, la cumplo, y si no puedo cumplirla explico por qué. 

Me hago responsable de mis dichos y mis hechos. Soy coherente.

Tal vez por evidente, ni siquiera debiera agregar que siento un gran placer en escribir, de lo cual éste y otros blogs, son testigos.

Sí, me considero por todas estas cosas un viajero del tiempo, pero uno que practica gimnasia regularmente, que maneja su PC o laptop por horas y “a piacere”, que maneja varios idiomas, y que siempre tiene como meta el amor y las múltiples formas que éste reviste, así como que es su tema predilecto.

Claro, también manejo mi celular, pero no abuso de él. 

Y por supuesto estoy en Twitter y en Facebook, prefiriendo a este último. Me gusta chatear, y Whatsapp así como Skype son dos auxiliares muy buenos en ese sentido.

¿Me falta algo? No sé. Pero comparado con las generaciones de jóvenes actuales, soy un viajero del tiempo.  Llevo en mi ser los rasgos de alguien que le distinguen como diferente, alguien de un ámbito con otros parámetros y otros valores. Los que –considero-- vale la pena seguir haciendo vigentes hoy.



 enigma
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Tuesday, April 21, 2015

CUANDO UNO SE VA DE VIAJE



En mi último escrito para este blog discurría acerca de “Cuando los seres queridos se van de viaje”.

Hoy quiero referirme a cuando uno se va de viaje, dejando detrás a los seres queridos.

El punto clave está justamente ahí. Estamos solos, no con ellos. Vamos a estar solos por un tiempo. Les vamos a extrañar por supuesto.
Y en esa situación, si bien podemos disfrutar nuestro lugar de destino, encontrarnos con amistades, o hacer nuevas amistades, contactos y relaciones, aprovechar el buen tiempo o la actividad específica que nos ha convocado de la mejor manera posible, de cualquier manera, cuando regresamos a descansar a nuestra habitación del hotel, apartamento propio o rentado, las personas que queremos se hacen presentes de manera especial en nuestra memoria. 

Les extrañamos, les echamos de menos. Ya quisiéramos volver, y contamos los días que nos separan del reencuentro.

Pero es justamente en esas circunstancias, cuando las llamadas telefónicas, o los mensajes por internet vienen en nuestro auxilio.

Ellos son la expresión del cariño que se nos tiene, de cuánto quienes quedaron atrás están pensando en nosotros, quieren saber de nosotros, y se hacen presentes para de alguna manera acompañarnos.

De esa manera, comunicándose, llegan a saber de nosotros, y nosotros de ellos, y venciendo distancias, nos hacen sentir que estamos en cierto modo, juntos. Y ello por cierto nos reconforta.

¡Qué importante es una llamada telefónica (cuando ella es posible) o un correo electrónico! 

Nos traen alegría, se regocija nuestro corazón, por un momento nuestra soledad desaparece. Nos dan a la vez una sensación de seguridad. ¡Ellos están ahí, por nosotros!

En medio de la distancia, y de la soledad en que nos encontramos, de la separación respecto de ellos, en esos momentos, nos sentimos arrullados como en algodones. Cobijados por el cariño que nos dispensan. Cálidamente rodeados por sus palabras que hablan directo a nuestro corazón.  Y de él surge un solo sentimiento: ¡gratitud!




enigma
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Sunday, April 19, 2015

CUANDO LOS SERES QUERIDOS SE VAN DE VIAJE



Muchas veces se viaja por placer, para unas vacaciones, para conocer un lugar. 
Pero otras se viaja por trabajo, por una obligación contraída que surge del quehacer diario como profesionales.

Y entonces se parte, y se dejan atrás seres queridos, que quedan esperando el regreso, y que mientras tanto, están anhelantes cada día que pasa, de saber cómo están viviendo quienes han viajado.

Si el viaje es en avión, y les lleva lejos, con más razón aún se les extraña, se les echa de menos, y sobre todo, se está pendiente de que les vaya bien en todo, de que no tengan ningún inconveniente, ningún percance, y que regresen tal cual les vimos ir, sólo que con una experiencia más en sus vidas, y una anotación más en sus currículos profesionales.
Es parte de la vida y de la dinámica actual.

¡Dichosos quienes estando activos lo pueden hacer y lo tienen que hacer!  

Después de todo, es consecuencia de la profesión que ejercen, de la carrera que una vez eligieron, y de las demandas que la misma tiene.

De paso se nutren de la experiencia de la actividad en la cual han de participar, de conocer nuevas ciudades, nuevas personas, culturas diferentes, etc.


En tanto, quienes les hemos despedido, y oramos por ellos mientras están ausentes, debemos confiar en que estarán protegidos, que se sabrán cuidar, y que volverán a nosotros, y tendremos la alegría de abrazarles nuevamente, y de sentir más fuerte que lo habitual, todo el cariño que nos une permanentemente.

Si algo queda como corolario de todo esto, es que cuando existe un auténtico y legítimo sentimiento de afecto, de cariño, de amor, de pertenencia, ¡no hay nada más gratificante que el reencuentro!. 

Nada más hermoso que volverse a ver, estar juntos, escucharse mutuamente, dialogar, oír las anécdotas de viaje que nos traen, y ver sus rostros felices de que estamos reunidos.



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