Si alguien no tiene paz consigo mismo/a, no está en condiciones de tener y menos fomentar buenas relaciones con nadie. Las mismas serán conflictivas, tendrán tendencia a ser tensas y confrontacionales.
Quienes anidan odio en sus mentes, y sólo maquinan acciones que reflejen ese odio en la sociedad, son en realidad psicópatas que merecen estar controlados por las autoridades y que tienen que ser tratados por profesionales de la salud mental, para ayudarles a recuperar su propia personalidad.
Cuando este tipo de personas no está bajo control, entonces provocan destrozos, atentan de múltiples maneras contra la sociedad, violan deliberadamente sus normas, no respetan a autoridad alguna, y finalmente, si cuentan con un arma, crean masacres.
Hay formas menores de carencia propia de paz interior. Es cuando ciertas personas reaccionan desmesuradamente ante una palabra, un gesto, o un comentario. Es cuando ante algo que puede tal vez tener un tono personal, se sienten enormemente agraviadas y sólo contestan con insultos, no respetando siquiera una realación bien fundada de amistad, cuando no, familiar.
Por supuesto que todos tenemos momentos malos, días en que estamos estresados, circunstancias que nos crean malhumor. Pero esas contrariedades no pueden vencer lo fundamental que somos, nuestro carácter y nuestro temperamento.
Es menester autocontrolarse. Es necesario contar hasta 10 antes de reaccionar. Es bueno darse cuenta que tal vez lo mejor es guardar silencio, y recordar el viejo proverbio bíblico: "La blanda respuesta quita la ira".
O aquello de "Airáos pero no pequéis. No se ponga el sol sobre vuestro enojo", en otras palabras, podemos enojarnos pero sin odiar, y el enojo no nos puede seguir durante todo el día y continuarse al día siguiente.
Recetas --si así puede llamárseles-- simples que tienden a crear en cada uno de nosotros, un tono general de armonía; donde sintonizamos con lo superior, donde nos conectamos con el Ser en Sí, donde elevamos nuestro pensamiento y nos enfocamos en aquella imagen, o aquella personalidad, o simplemente la luz que desprende una vela, para concentrar allí nuestra atención, respirar hondo varias veces, exhalar lentamente, y así restablecer una armonía interior en nuestro ser.
Algo facil de hacer, que tiene un efecto totalmente positivo.
Sólo la persona que logra esa armonía, está en condiciones de encarar las discordancias del mundo y las que surgen de las interrelaciones sociales.
Las relaciones de paz entre las personas son las más fecundas y provechosas. Se experimentan con placer, y provocan felicidad y satisfacción. Más aún, tanto quien la ejerce como quien la recibe, se sienten más satisfechos, más completos.
Hay que alejar pues el enojo, el fastidio, la incomprensión, el insulto, la búsqueda de confrontación, el desapego, y poner en funcionamiento buena voluntad, espíritu conciliador, positivo, buena onda, y ser capaz de perdonar, para no hacerse daño a uno mismo.
No comments:
Post a Comment