Thursday, July 12, 2018

HE ABSORBIDO LOS GOLPES -- I TOOK THE BLOWS



"Porque ¿qué es un hombre, qué es lo que tiene?
Si no es a sí mismo, entonces no tiene nada
Para decir las cosas que realmente siente
Y no las palabas de uno que se arrodilla
La crónica muestra que absorbí los golpes
E  hice mi camino". (My Way)

Y puedo asegurarles, mis amigos, que absorbí muchos golpes.

¡El primero fue tremendo golpe! Algo totalmente inesperado, algo inimaginable: mi esposa se enfermó de una forma extremadamente agresiva de cáncer, la que lleva el nombre de cáncer inflamatorio de mama.
Afecta los nódulos linfáticos.

El verdadero impacto no fue cuando falleció, sino cuando regresó de conocer los resultados de una biopsia y me los dijo.

En ese momento recuerdo que sentí dos fuertes sentimientos: uno de furia, porque eso no debería ser así, y el otro de inmensa tristeza por lo que la noticia implicaba.

Recuerdo que repetía y repetía: “no es justo”. Y era totalmente injusto para ella tener ese tipo de cáncer. No era justo. Ella era una persona maravillosa. Trabajó por años como maestra y nunca se enfermó siquiera de un resfrío, menos aún de una gripe, ¡pero se enfermó de este tipo de cáncer!

El tratamiento que siguió era el mejor en 2008. Verificamos eso con una clínica especial en Texas. La llevé a tener segunda y tercera opinión de expertos del Hospital de Fairfax, de la Universidad Johns Hopkins –lo máximo en la materia—  y de los Institutos Nacionales de Salud.

El subsiguiente golpe fue el día en que ella se sintió tan mal que la oxicodona que le habían recetado ya no era efectiva, y un médico que venía periódicamente a casa decidió que había llegado el momento de trasladarla a un hospicio.

Yo sabía que ir a un hospicio era estar a un paso de la muerte.

Seguí a la ambulancia hasta que le asignaron una cama en ese lugar.

Recuerdo que volví a casa a comer algo antes de regresar al hospicio, y a lo largo de todo ese camino no pude evitar que se me cayeran permanentemente lágrimas de los ojos. Traté de controlarme temeroso de poder tener un accidente, pero fue realmente difícil.

Cuando llegué a casa –y estaba solo porque mi hijo que vive en Iowa City aún no había arribado--  estallé en llanto hasta que volví a tener calma.

Sí, fue realmente un tremendo golpe.
-------------------
Cuando estaba trabajando en la Voz de América creé un programa llamado “Hacia el Espacio”. El mismo incluía entrevistas a técnicos de la NASA, científicos y Astronautas, a Astrofísicos, y las permanentes noticias emergentes de la actividad espacial. 

Para ese programa entrevisté al Dr. Carl Sagan, a la Dra. Jill Tarter, al Astronauta Edwin “Buzz” Aldrin, y a muchas otras personalidades.
El programa se mantuvo firma cada semana durante años.

Me jubilé con honores. A lo largo del tiempo obtuve muchos premios en mi carrera. Culminé siendo un Editor Asignador, un cargo de gran responsabilidad.

Tres años después de jubilarme, se me ofreció la oportunidad de trabajar nuevamente, esta vez no como empleado presupuestado sino como contratado.

Acepté y volví a la tarea.

De repente vino desde Miami una mujer cubana para llenar el cargo de Jefe de la Sección en Español. Era alguien que no sabía nada sobre la VOA, sobre nuestro código periodístico y cómo se hacían las cosas allí, que era totalmente diferente de Radio Martí, en Miami, a la cual ella pertenecía.

Para hacer esto lo más breve posible, primero decidió dar de baja a mi programa “Hacia el Espacio”. Fue como si me cortaran las venas. Ese programa era como una corona para mí como periodista, porque era sobre el Espacio, el principal tema que siempre había abordado desde que inicié mi carrera como periodista profesional en Uruguay, mi país natal.

No se me dio ninguna razón para tan drástica resolución.

Sin duda fue otro golpe que recibí.

La segunda decisión que ella tomó, sin hablar conmigo siquiera, fue poner fin a mi contrato.

Fue toda una maniobra de la comunidad LGTB en la VOA (a la cual ella pertenecía) para poner en mi lugar a alguien de ese grupo.

¡Sería mejor para el mundo que esta persona no existiera!

Ese fue un grave golpe.

Debido a eso, sufrí –como nunca antes—  una fibrilación auricular. Tuve que ser llevado en una ambulancia a un hospital cercano donde fui tratado en emergencia. Al día siguiente estaba de regreso en mi casa, pero este golpe ha tenido consecuencias para siempre en mi cuerpo.
-----------------------
El golpe final hasta ahora ocurrió cuando fui conquistado por una mujer mexicana quien me dijo muchas veces y de muy diferentes maneras que estaba enamorada de mí, que era su príncipe azul, una aguja en un pajar, el tipo de hombre que ella necesitaba. Si me hubiera conocido 15 años atrás se habría casado conmigo, eso me dijo a fines de 2010.

Ella era amable, suave, sonriente, afectuosa. Ella me hizo conocer varias atracciones turísticas de su país, me dedicó muchos poemas que ella escribió, y me hizo varios regalos que conservo conmigo hasta hoy.

Yo también le escribí muchos poemas, y le hice varios regalos.

En cierta manera fui mimado por ella, y sentí que me trataba con admiración.

De repente, cuando en manera alguna podía imaginarlo o esperarlo, ella decidió poner fin a nuestra relación. Su propuesta entonces fue ser buenos amigos.

Para mí era como dar marcha atrás, pero dado todo lo que habíamos vivido juntos, acepté –no sin cierta reticencia—estar en ese papel.

La última vez que nos vimos en México como amigos, fue en mayo de 2013, y el último mensaje que intercambiamos usando Twitter fue el 7 de septiembre de 2014. Luego de eso una cortina del más ominoso silencio cayó sobre mí, sin ninguna explicación.

Cuando rememoro todas las instancias que vivimos juntos, todas sus expresiones de amor, sinceramente no puedo entender este inhumano y despiadado silencio de hoy.

Y esto, créanme, ¡ha sido un enorme golpe!

Pero también lo he absorbido, y estoy haciendo mi camino.

Y como otra canción de Frank Sinatra dice, realmente pienso que “lo mejor aún está por venir”.


Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor
 


 ======================


For what is a man, what has he got?
If not himself, then he has naught
To say the things he truly feels
And not the words of one who kneels
The record shows I took the blows
And did it my way (from My Way)

And I can assure you, my friends, I took many blows.

The first one was a tremendous blow! Something totally unexpected, something unimaginable: my wife got an extremely aggressive form of cancer, the one that is called inflammatory breast cancer.
It affects the lymphatic nodes.

The real impact was not when she passed away, but when she came back from knowing the results of a biopsy and told me the news.

At that moment I remember that I felt two strong feelings: one of fury, because that shouldn’t be so, and the other of immense sadness for what it implied.

I do remember that I repeated and repeated: “it is not fair”. And it was totally unfair for her to have that kind of cancer. It was not just. She was a wonderful person. She worked for years as a teacher and never caught even a cold, less the flu, but she got this kind of cancer!

The treatment she went through was the best in 2008. We checked that with a special clinic in Texas, I took her to have second and third opinions of experts of the Fairfax Hospital, at Johns Hopkins University –top of the line in the matter— and even at the National Institutes of Health.

The subsequent blow was the day she felt so bad that the oxycodone that was prescribed for her, was already ineffective, and a doctor that came periodically to our home decided that the moment had arrived to send her to a hospice.
I knew that going to the hospice was just being a step away from death.

I followed the ambulance until she was assigned a bed in that place.

I remember I went back home to eat something and be back at the hospice, and during all that trip I couldn’t refrain myself to avoid that teardrops were falling from my eyes. I tried to contain myself afraid that I could have an accident, but it was really difficult. 

When I reached home, --and I was alone because my son living in Iowa City didn’t arrive yet--  I exploded in crying until I regain my calm.

Yes, it was indeed, a tremendous blow.
-----------------
When I was working at the Voice of America I created a program called “Toward Space”. It included interviews with NASA technicians, scientists, and Astronauts, with Astrophysicists and the permanent news emerging from the Space activity.

For that program I interviewed Dr. Carl Sagan, Dr.Jill Tarter, Astronaut Edwin “Buzz” Aldrin, and many other personalities.

The program stood firmly every week for years.

I retired with honors. Along the way, I won many awards, and in my career, I ended up being an Assignment Editor, a position of great responsibility.

Three years after I retired, I was offered the possibility to work again, this time no longer as a staffer but as a contractor.

I accepted and went back to work.

Suddenly, there came from Miami a Cuban woman to fill the position of Chief of the Spanish Section. She was someone who didn’t know anything about VOA, about our journalistic code and how the things were done there, which were totally different to Radio Marti in Miami, where she belonged.

To make this as brief as possible, this woman first decided to cut my program “Toward Space”. It was like cutting my veins. This program was a kind of crown for me as a journalist, because it was about Space, the main issue that I always dealt with since I started my career as a professional journalist in my native Uruguay.

No reason was given to me for that drastic resolution. 

Undoubtedly it was another blow that I took.

The second decision she took, without talking with me at least, was to end my contract. 

It was a whole maneuver of the LGTB community at VOA (to which she belonged) to put in my place someone of their group.

It would be better for the world that this person does not exist!

That was a serious blow! 

Because of that, I suffered –as never before— atrial fibrillation. I had to be transported by an ambulance to a near hospital where I was treated in the emergency. The following day I was back at home, but this blow took is tall forever in my body.
------------------
The final blow so far, happened when I was conquered by a Mexican woman who told me many times and in very different ways that she loved me, that I was her charming prince, a needle in a haystack, the kind of man that she needed. Had she knew me 15 years before she would have marry me, she said at the end of 2010.

She was kind, soft, smiling, affectionate. She made me know many touristic attractions of her country, dedicated to me many poems she wrote, and she made me gifts that I keep with me until today.

I also wrote many poems to her, and made her various gifts.

I was in a certain way pampered by her, and I felt that she treated me with admiration.

Suddenly, when in any way I could imagine or expect it, she decided to put an end to our relationship. Her proposal then was to be good friends.

For me, it was like going backward, but due to all we have lived together, I accepted –not without certain reluctance—  to be in that role.

The last time that we met in Mexico, as friends, was in May 2013, and the last message we exchanged using Twitter, was on September 7, 2014. After that, a curtain of the most ominous silence fell on me, without any  explanation.

When I remember all the instances that we lived together, all her expressions of love, I sincerely cannot understand this inhuman and merciless silence of today.

And this believe me, has been an enormous blow!

But I also took this one too, and I am doing my way.

And as another song by Frank Sinatra says, I really think that: “the best is yet to come”.


Milton W. Hourcade
Texts protected by Copyright
 
 

No comments:

Post a Comment