Me dicen que cuentan la cantidad de artículos publicados anualmente desde entonces hasta la fecha, y verifican que mientras en 2012 y 2014 llegué a publicar más de 200, en años recientes apenas llego a los 70s.
Mi única explicación es que en aquel tiempo estaba intensamente enamorado, y que este blog se enriqueció enormemente como derivado de esa relación. En otras palabras, estaba inspirado. ¡Hasta poemas escribí!
Luego, todo se perdió. Aquel amor hermoso, digno, honorable, dulce, romántico y a la vez apasionado, aquel "universo paralelo" que dijera ella, pues ella misma se encargó de oscurecerlo y de aniquilarlo.
Les confieso amigos que hasta el día de hoy no puedo entender tal actitud que en nada se vincula con lo vivido, sino que es la antítesis de todo ello y la antítesis de lo que ella misma era.
Puedo haberme equivocado en algo, puedo haber fallado en algo, pero esas cosas se platican. El "amoricidio" (valga el neologismo) fue planeado. Hubo premeditación y finalmente alevosía.
¿Cómo compatibilizar la persona que fue con la que tomó semejante actitud luego? Hasta el día de hoy no encuentro explicación.
Yo fui leal, no jugué con sus sentimientos, y le fui fiel. Ella, no lo sé...
Tal vez ella por su parte no sepa cuán agradecido le estoy al amor que en su momento me dio y me hizo vivir. A su agradable compañía, al hacerme conocer cosas de su país, a los obsequios que de ella recibí, pero sobre todo, a su entrega enamorada. A su sonrisa al aguardarme en el aeropuerto, y a sus lágrimas cuando nos despedíamos.
Esas, más muchas otras cosas, son imborrables.
Me explico entonces ante ustedes, de la razón por la cual no escribo tan abundamentemente.
Tal vez, para aumentar la cuota de mis artículos, recurra a algunos que en su momento decidí no publicar. Entre ellos, algunos cuentos.
Lo prometo.
Entre tanto, una canción que en su momento ganó mucha popularidad, venga bien para culminar este escrito.
Milton W. Hourcade
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