Prolífico escritor, en una línea cuasi-esotérica y forteana, Ribera abarcó los más diferentes temas, siempre desde una perspectiva de misterio o cosas poco conocidas.
Bajo seudónimo escribió un pequeño opúsculo titulado "La Atlántida".
Su deporte favorito: la natación subacuática, de lo que da cuenta su obra: "La conquista de las Profundidades Marinas". Pero supongo también le agradaba trepar montañas, porque escribió otro libro titulado: "La Conquista de las Grandes Cumbres".
Su atracción por el mar le llevó a escribir: "El misterio de los hombres peces", "¿Existen los monstruos marinos?" y "El Mar, ese mundo fabuloso"
Pero el tema favorito de Ribera fue el de los OVNIs.
Los propios españoles --especialmente aquellos que por años han investigado, estudiado y abordado el tema OVNI-- se quejarían amargamente de lo escrito por Ribera, si lo estuviese haciendo contemporáneamente.
Ribera daba por sentado la presencia extraterrestre como origen de los avistamientos OVNI, y de los Encuentros Cercanos.
Así, escribió títulos como: "Las máquinas del Cosmos", "El Enigma de los Platillos Volantes", "Encuentros con Humanoides", "Proceso a los OVNI", "Platillos Volantes ante la Cámaras", "¿De veras los OVNIs nos vigilan?, "Secuestrados por Extraterrestres", "América y los OVNIs", "OVNIs en Iberoaméria y España".
Al internarse en América Latina, llega a escribir un epílogo al libro de Fabio Zerpa titulado: "El OVNI y sus Misterios".
Ciertamente no le honraba para nada a Ribera asociarse con Zerpa, pero quizás con diferencias de nivel intelectual, ambos estaban en una misma línea.
Ribera no va a dejar de escribir sobre otros temas, siempre rondando en los "misterios", como "En el túnel del tiempo" y "Los doce triángulos de la muerte", con lo cual Charles Berlitz quedó hecho un pigmeo.
Pero, --y muy lamentable por cierto-- para un hombre que despertó entre los españoles el atractivo del tema OVNI y les condujo a investigar, estudiar, analizar y descartar casos, fue su final con el tema.
Ese derrape imposible de ocultar ni de disminuir en su impacto a la postre negativo en la consideración de Antonio Ribera como alguien que tenía algo serio que aportar sobre los Fenómenos Aéreos Inusuales, se concreta cuando escribe con Rafael Farriols "Un caso perfecto". Así este hombre tilda a la burda trama de fotografía de una presunta nave extraterrestre y material dejado por ésta.
Pero el asunto no terminó ahí, sino que Ribera escribe dos libros más dándole seguimiento al suceso de San José de Valderas y más relevancia. Así tenemos: "Ummo informa a la Tierra", y "Ummo la increíble verdad".
Los investigadores españoles inquirieron en profundidad sobre el asunto UMMO. Se descubrió de dónde y quién lo había hecho surgir. Se supo que había un trasfondo político en todo ello, y resultó en una gran manipulación.
Ribera ayudó a toda una confusión, validando un asunto de origen espúrio.
Hay que reconocer que Ribera vivió su tiempo histórico. El tiempo del Realismo Fantástico, el de "La Mañana de los Magos", de Pauwels y Bergier, de Aimé Michel, mezclado con Peter Kolosimo y Von Däniken, sin olvidar a Charles Fort, Madame Blavatsky y a Morris K. Jessup.
Un tiempo que en su momento también vivimos nosotros, aunque el mismo nos sirvió para agudizar un sentido crítico que a la postre nos llevó a desechar como ruido cuanto allí se decía, en búsqueda sincera y sensata de una señal que hasta ahora nos ha sido esquiva.
Evaluando todo ya con la necesaria distancia, Ribera abonó el terreno para el desarrollo de la Ufología en España.
Luego, fue perdiendo vigencia a medida que los investigadores españoles encontraron sus propias razones para investigar, y se dieron sus propios métodos para hacerlo, produciendo algunos resultados verdaderamente valiosos y destacados.
En la actualidad, España tiene una Ufología bien plantada, con un énfasis mayormente escéptico, que es la contrapartida a la posición que en su momento sostuvo Ribera. Tal vez por una reacción a toda la andanada de especulación, superchería, desinformación y estímulo a la imaginación incitados por una palabra mágica llamada "misterio".
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Dos breves anécdotas con Ribera. Él viajó a la Argentina invitado a participar en un congreso organizado por FAECE,
(Federación Argentina de Estudios de la Ciencia Extraterrestre). Obviamente el ámbito adecuado para Don Antonio.
Pero allí también estuvo el Dr. J. Allen Hynek --otro de los invitados.
Y allí estaba yo, cubriendo parcialmente dicho congreso, haciendo un aporte para el Canal 4 Montecarlo de Televisión de Montevideo.
Entrevisté en un aparte a Ribera y Hynek, y en determinado momento les dije: partiendo del supuesto de que quienes están detrás de los OVNIs son seres extraterrestres, su accionar ¿no plantea un peligro real de contaminación?.
Fue curioso lo que pasó, ambos se cruzaron rápidamente sus miradas, y casi al unísono respondieron: "no".
Luego, más tarde, a nivel de investigadores fue placentero tener un almuerzo juntos, Hynek, Ribera, Smith y yo. Consideré que era una instancia histórica y muy especial, realmente, única.
Lamentablemente a ninguno de los comensales se nos ocurrió solicitar que nos fotografiaran.
Ribera estaba satisfecho del congreso organizado por FAECE.
Hynek quería expandir la influencia de CUFOs en América Latina, y de hecho, me designó representante de su Centro en Uruguay.
Milton W. Hourcade
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