Vaclav Havel, el estupendo escritor y dramaturgo checo, ha escrito:
O tenemos la Esperanza dentro nuestro, o no la tenemos.
Ella es una dimensión del alma y no es esencialmente dependiente de cierta forma particular de ver el mundo.
La Esperanza es una orientación del espíritu, una orientación del corazón. La misma tasciende el mundo que se experimenta inmediatamente y está anclada en algún lugar más allá de sus horizontes.
La Esperanza en este sentido profundo y poderoso no es lo mismo que la alegría de que lascosas están yendo bien o el deseo de invertir en empresas que obviamente van encaminadas a un pronto éxito, sino más bien una capacidad de trabajar en favor de algo porque es bueno, no simplemente porque tiene la posibilidad de lograr éxito.
La Esperanza definitivamente no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo va a ir bien, sino la certeza de que algo tiene sentido no importa cuál sea su resultado.
La Esperanza es, por sobre todo, la que da fortaleza para vivir y probar contínuamente cosas nuevas.
Por su parte, Barack Obama, Senador y candidato presidencial –en un discurso-- especificó algo más. Se trata de la “esperanza ante la dificultad, esperanza ante la incertidumbre, la audacia de tener esperanza.”
=================================================================
Tal vez, la penúltima vez que escribí alguien puede haber pensado que mi tono era muy lóbrego.
Que al poner a la muerte como la última y más segura certidumbre, estaba echando por la borda todo lo que está antes de la muerte, que es la vida misma, o al menos, la existencia, o sea este nivel de vida en esta frecuencia.
Y si bien se ha de vivir cada día como si fuese el último, eso no quita que hagamos planes, que nos fijemos objetivos, que nos planteemos desafíos.
Porque eso es vivir.
Y vivir siempre implica un sentido de aventura, de riesgo, de apuesta a lo desconocido o a lo no del todo conocido.
¿Quién inicia un negocio sabiendo a ciencia cierta de que le va a ir bien? Nadie, pero igualmente hay millones de personas que en todo el mundo, a cada minuto, están arriesgando, sin saber el resultado final.
Es –como lo señala Havel— “la certeza de que algo tiene sentido no importa cual sea el resultado”.
Si tiene sentido que ayudemos a alguien, si tiene sentido que hagamos un esfuerzo en nuestra vida hogareña, o entre las amistades, en el estudio o el trabajo, entonces, tener esperanza es jugarnos por eso que tiene sentido, aunque no sepamos el resultado final.
Por eso, Obama habla de “esperanza ante la dificultad, esperanza ante la incertidumbre”.
Y tal vez es en la dificultad, cuando más necesitamos tener esperanza, más necesitamos arriesgar a “probar cosas nuevas”, en tanto tenga sentido, sin calcular ni saber cuál va a ser el resultado. Esa, finalmente, es la “audacia de tener esperanza” a la que se refiere Obama.
Sí, se necesita ser audaz, tener “esperanza contra toda esperanza”, como solía decir el Pastor Emilio Castro, ex-Secretario General del Concilio Mundial de Iglesias.
Esa finalmente, deviene en la quintaesencia de nuestro vivir, del por qué y para qué vivir. Ese es el motor que nos anima, nos renueva, nos levanta si caemos, y nos impulsa a seguir, hacia adelante, hacia arriba. Superando metas, superándonos.
enigma
No comments:
Post a Comment