Saturday, February 14, 2009

AMOR DE ESPOSOS - En este 14 de Febrero


La niña de cinco años nos vio juntos, y en un momento me preguntó: ¿ella es tu esposa?, le dije, Sí. ¿la amas?…

El silencio fue breve…y le respondí: “Sí, de una manera especial.”

La niña quedó satisfecha con mi respuesta –al menos eso espero—porque no preguntó más nada y se fué con su mamá que estaba haciendo unas compras.

Y ese simple episodio, ocurrido apenas ayer, me llevó a que hoy escriba sobre el amor de esposos.

El amor de esposos no es como el amor volcánico. Éste de pronto entra en erupción, lanza enormes llamaradas al cielo, se derrama en lava y cenizas, hasta atemoriza, hace temblar la tierra, y causa enorme impresión.

Pero como el volcán, la erupción se termina, y vuelve a dormir, quedando así por largo tiempo. ¡Se acabaron los fuegos artificiales!

Los romances son así: intensos, ruidosos, espectaculares, muy atractivos, deliciosos, pero…efímeros.

El amor de esposos es austero, el sobrio, demanda asumir responsabilidades, une pero más allá de los momentos de romance o intimidad. Une en lo medular de una unión entre un hombre y una mujer. Une vida, vida que es los hijos, vida que es compartir los ingresos y gastos de cada mes, vida que es los ahorros y lo que dejaremos para los que nos sigan. Vida que es la cotidianidad de las compras en el supermercado, lavar la ropa y plancharla, preparar la comida, y hacer alguna cosa rica para saborear entre ambos.

Vida que es sacrificio y trabajo. Vida que es estrés y poco descanso. Vida que en muy buena medida se agota para otros, y no es nuestra. No la rescatamos.

Tiempo que se nos escurre de las manos como si fuese agua.

Hoy, Día de los Enamorados, nos hicimos recíprocos regalos.

Nos besamos también. Con un beso simple, sencillo.

Es un decir “estoy aquí y contigo, cuenta conmigo”. Cuenta conmigo para tus momentos y circunstancias de enfermedad y de dolor. Cuenta conmigo para sostenerte. Cuenta conmigo para seguir adelante.


El amor de esposos es especial.

Es también risas, y momentos de descanso, es ver juntos una película que alquilamos, o que fuimos a ver al cine. Y es disfrutar de la familia. De los hijos y los nietos.

Y ver que de alguna manera, uno se ha trascendido. Que el paso sobre la superficie de este planeta azul, ha dejado su huella humana en quienes le siguen.

Y para eso se necesitan dos. Para eso está la pareja.

Esos son los esposos. Los que en un día como hoy pueden celebrar el Día de los Enamorados.

enigma

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