Así también se terminan cosas en nuestra existencia. Cosas que hemos valorado mucho, que un tiempo nos fueron esenciales, fueron parte de nuestra vida de cada día, que consideramos inseparables.
Aqui en Estados Unidos, hay una costumbre muy sana, llamada "Spring Cleaning", limpieza de Primavera. Cuando viene esta estación, se revisan las cosas que hemos acumulado en nuestros hogares, y tomamos decisión sobre muchas de ellas, y nos disponemos a dejarlas, regalarlas, donarlas, o simplemente ponerlas a disposición de los recolectores de basura.
Hay cosas en la vida con las que debemos hacer algo parecido. Fueron muy nuestras, nos acompañaron por un tiempo, integraron parte de nuestra existencia tal vez en forma preponderante como ninguna otra, en forma primordial como ninguna otra, pero cuando las circunstancias lo determinan, llega el momento de ponerles un punto final, un cartelito de "The End".
Tal vez lo más dificil de todo, es terminar con un amor que literalmente nos robó el corazón. Que sacó de nosotros lo mejor, y que --aún más-- nos disponía en totalidad para dar cuanto somos y tenemos.
Pero cuando se cierran puertas, cuando se crean imposibles --para mi, por falta de fe y de coraje-- cuando alguien se piensa sin sangre (al decir del gran poeta Mario Benedetti) y no es capaz de actuar en función de los sentimientos que ha desarrollado por uno, sino en función de otros parámetros respetables pero que no constituyen una dificultad que no fuese superable, entonces el cielo se cierra, el futuro se anula, los contactos se cortan deliberadamente, y uno queda marginado de vivir!!!
Y frente a ese ataque brutal, despiadado, infame e inmerecido, esa negación de todo lo dicho y hecho a lo largo de un tiempo considerable, por una elemental razón de amor propio, de dignidad herida, de respeto a uno mismo, se hace necesario tomar una resolución. Enormemente, gigantescamente dolorosa, como pocos tienen tal vez idea.
Y entonces hay que poner fin a ese vínculo a esa relación. En el corazón y para siempre imborrables quedan muchas, muchas cosas, a las que prefiero no referirme. Son cosas hermosísimas, son cosas que apuntan a lo mejor de una relación humana de calidad.
Ahora, todo es un páramo, un vacío. Porque me he visto obligado a terminar todo, a hacer una "limpieza de Primavera" en mi alma.
Pero en buena hora. Porque eso me dispone para un nuevo comienzo. Libre de toda atadura, libre de depender de una utopía, de un proyecto de vida y un anhelo que no se habría hecho realidad nunca.
Amiga, amigo que me lees, sólo te pido encarecidamente una cosa: nunca enamores a nadie si no estás seguro de ir "all the way" (como dice la canción de Sinatra), o sea todo el camino, hasta el final. Si piensas que no podrás, si piensas que hay obstáculos "insalvables" por delante, no hundas a alguien en un amor profundo del cual luego cuesta enorme dolor salir.
No lo hagas, te lo ruego, ¡por lo que más quieras en tu vida! porque el daño que provocas ¡¡puede costar una vida, puede ser irreparable!!
Ten conciencia de tus palabras, de lo que escribes, de lo que dices, y de tus actitudes personales. No generes un amor cada vez más grande, una ilusión cada vez mayor, una esperanza creciente, para de golpe un día decir: no puede ser.
Piénsalo antes, piénsalo bien. Y si estás decidido/a, realmente a ir hasta el final, entonces sí, ama, ama con todo cuanto eres y tienes. Ama hasta las últimas conescuencias, no te detengas ni permitas que nada ni nadie te detenga. No transes con socioconvencionalismos, o con situaciones creadas, hazlas a un lado, y crea una nueva. Renueva tu corazón y tu vida. No mires al pasado, transforma tu presente y crea un nuevo futuro. Te lo mereces.
Y jamás, jamás aceptes que alguien te imponga restricciones absolutamente inadmisibles. Afirma tu libertad, afirma tu derecho a ser auténticamente feliz. No transes, porque eso es cobardía.
¡Juégate!
Yo he puesto un punto final. Lo que hubo, se terminó.
Que lo sepan todos los que me leen.
Busco una mujer para rehacer mi vida.
Y saco fuerzas de esta maravillosa poesía de Benedetti que tituló: No te rindas
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
enigma
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