A veces nos encontramos con una canción muy especial, y ésta es una de ellas. Su tema es el de las relaciones humanas, nunca sencillas, siempre complejas.
Idealmente, se diría que todo debería ser distinto, diferente. Pero lo que finalmente se impone, es la realidad. Una realidad que rompe barreras y socio-convencionalismos. Una realidad llena de pasión, de necesidades que se hacen incontenibles, de ansias de vivir, de sentir intensamente, de reconocer que hay una pertenencia mutua que no se puede ni (en el fondo) se desea romper.
Mágico, porque es casi mágico, hay como un hilo de plata, con color de luna, que ata a dos seres en esta vida, y tal vez los ate definitivamente en el más allá.
Es difícil de explicarlo, tal vez más difícil aún comprenderlo, para quien no lo ha vivido.
Pero ocurre, y cuando se da, somos testigos de que es posible. Y se da espontáneamente, no buscado a propósito, ni con ninguna intención aviesa, simplemente, acontece.
A personas dignas, decentes, honorables y de bien, les puede ocurrir algo o mucho de lo que esta canción dice y refleja.
Solamente por un detalle diferente, esta canción que se titula “Ni te tengo ni te olvido” interpreta adecuadamente una situación que conozco bien de cerca.
Al poner el video, les invito a a disfrutar las elocuentes imágenes y a escuchar la letra de la canción con atención.
enigma
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