Una madre...

Para cada uno de nosotros, la madre es un ser único, especial, diferente.

Solemos no ver a nuestra madre como mujer, porque ante todo y primordialmente es madre. Y por madre es aquel ser humano dotado de tales características especiales, que nos apabulla con su amor, con sus cuidados, con sus caricias, con complacernos en nuestros gustos, y sí, también con regañarnos cuando nos lo merecemos.

Para la madre siempre somos sus pequeños. Ya mayores, casados, y hasta abuelos o abuelas, de pronto, seguimos para la madre siendo el "nene" o la "nena", y aquella admonición permanente al irnos, "¡cuídate!", o "anda con cuidado", "¿no te olvidas de nada?..."

Es que la madre es el ser humano que nos ha llevado nueve meses en sus entrañas, que nos ha dado vida, y que puede sentirnos más que nadie, suyos, propios.

Mi madre (en la foto) tiene 98 años, y si el Ser en Sí lo dispone, cumplirá 99 en Julio próximo. Está lúcida, puede mantener una conversación, le encanta la música tal cual como en su juventud, cuando llegó a ser profesora de piano. Y se recuerda perfectamente de partituras que solfea cantándolas!

Cuando uno mira retrospectivamente la vida, tiene que reconocer cuántos sacrificios hizo la madre para que uno llegara a ser lo que es. Cómo nos educó, cómo nos transmitió valores, cómo quiso que fuésemos gente digna, honorable, y que triunfásemos en la vida.

Una madre ama de manera muy especial a sus criaturas, y da su vida por ellas. Lo hace cada día con su esfuerzo en el hogar, en el trabajo, donde sus hijos son tal vez, la principal fuente de inspiración y de ánimo para seguir luchando por vivir cotidianamente con dignidad, y proveerles a ellos del alimento necesario, la vestimenta adecuada, la educación pertinente, el cuidado de su salud, el entretenimiento, y sobre todo, el amor, que se traduce en abrazos, besos, en ayuarles con sus tareas escolares, en leerles un libro cuando van a dormir, en jugar juntos...

Cierto es también, y justo es reconocerlo a título expreso, que hay mujeres estupendas que no siendo ellas las madres biológicas de algunos niños, sin embargo los asumen como propios, y son capaces de volcar todo su amor y sacrificio por ellos. Porque madre no se es por parir una criatura. Madre se es por todo lo que viene después.

En estos días, en diferentes países, se celebra el Dia de la Madre. Las fechas no coinciden exactamente, pero no importa. La esencia es la misma.

En la evocacion de mi madre, y también en el recuerdo de Alicia, la que fuera mi esposa hasta su fallecimiento, madre estupenda de mi hijo, dedicada, consagrada, sacrificada, amorosa, extiendo desde aquí mi homenaje a todas las madres, en todo el mundo.

Ustedes son madres todos los dias, pero está bien que haya un día en que se les rinda el homenaje que merecen siempre. ¡Feliz Día de la Madre!



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