CARAY, ¡QUÉ CAÍDA!!

Ésta es la más reciente gráfica que me ha proporcionado el servicio del Blogger, para ver mis lectores.

Y ¡caray! me he dicho. Apenas llego a 20, cuando he llegado a 265 y más.

Me pregunto ¿qué está pasando?, si es el verano del Sur que me quita los lectores que luego regresan. O si acaso la serie de poemas que publiqué recientemente tiró abajo el interés por leer mi blog.

O si  cuando digo mis cosas ya no importan tanto, o qué.

Lo peor es que sigo sin tener una retroalimentacion, el famoso "feed-back" por el cual orientarme, sabiendo entonces qué es lo que mis lectores quieren más, y lo que menos.

Qué temas en particular les interesan y cuáles no.
Pero nadie comenta un sólo blog. Ni a favor ni en contra, ni planteando alguna idea complementaria. ¡nada!

Y eso, francamente me disgusta. Creo que llevando 5 años de intenso y franco decir, lo menos que me merezco es tener muchos más lectores que 300, y opiniones que salten de muchas partes del mundo. Desde territorios tan leganos como China o Rusia, tan cercanos como España, América Latina (en especial México, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay) y por supuesto, Estados Unidos.

¿Será que estaré necesitando marketing?¿Será que deberé hacerle publicidad a mi blog?

No sé cuál sea la experiencia de otros bloggers en idioma español, pero les confieso que a veces dudo en seguir escribiendo. ¿para qué?, ¿para que me lean sólo 20?

No es que yo sobreponga calidad a cantidad. Pero cuando la cantidad es tan escasa, entonces me pregunto si mi calidad es la que está fallando. ¡Vean cuán sincero soy!

Y sin embargo, mi corazón y mi mente están preñados de temas y de cosas que quiero compartir, y otras que debo callar, esperando que en algún momento puedan estallar como si fuesen fuegos artificiales. 

Pero vuelvo al presente. Hoy, un día soleado con unos 18 grados de temperatura, me siento muy feliz en esta Virginia que se encamina hacia la Primavera.

Me regocijo en la amistad, la amistad leal, sincera, llena de afecto y cariño de muy buenas amigas y amigos. Muchos de ellos/as lejanos geográficamente, pero muy dentro de mi corazón. 

Sigo pensando señeramente, que el AMOR es el tema central de mi vida. Que es lo que nos humaniza, lo que nos lleva al placer de conocerse unos a otros, de asistirse, de ayudarse, de respaldarse mutuamente. De perdonarse recíprocamente, de aunar esfuerzos, de emprender cosas juntos, de hacer que nuestras vidas, y este mundo que nos toca vivir, aún en pequeña escala, sean mejores.

Sólo a veces se requiere la generosidad de olvidar o dejar de lado ciertas cosas. De no guardar rencor, --porque eso daña hasta a la salud misma de la persona que así lo retiene-- y de extender una carta de crédito y de confianza al otro o la otra.  Después de todo, si realmente somos y nos gusta ser amigos/as, ¿qué otra cosa cabe y puede esperarse?

Sí, los amigos/as nos queremos y mucho. Sabemos y cuidamos el valor de nuestra relación, única, personalizada con cada quien. Variable y distinta de persona a persona, pero esencialmente y básicamente una: la amistad misma.

Ojalá juntos sigamos siempre en esa ruta.

No es la primera persona que me escribe, y a quien escribo esta frase: "pase lo que pase, no quiero perderte".

Seamos fieles a esa frase y propósito. Significa que estamos valorándonos mutuamente.

En cosas sencillas pero profundas como esa, consiste la felicidad, la paz interior, la alegría de vivir cada día.

Bendiga Dios [el Ser en Sí] a mis amigos y amigas allí donde se encuentran.

enigma
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