Wednesday, February 19, 2014

SEXO HOY

El 14 de Febrero se celebró el "Dia de los Enamorados y los Amigos", más tradicionalmente llamado el "Día de San Valentín". 

Ese día todo el mundo interambió mensajes en las redes sociales. Facebook y Twitter se llenaron de ellos, y en ese ir y venir de mensajes, un amigo me retwiteó algo que una dama puso en su página de Twitter. 

En realidad era una cadena de fotos, todas bajo el título "Love, love, love", que ilustraban las diversas manifestaciones del amor de hoy, entre parejas heterosexuales y homosexuales, tanto mujeres como hombres.

Confieso que el despliegue gráfico me pareció algo abusivo por lo extenso, y chocante por algunas de las escenas. Peor fue cuando indagando más acerca de la dama, supe que era casada y tenía hijos.

Les aseguro que pasé una noche de muy mal dormir, profundamente preocupado no sólo por la imagen que esta señora proyectaba públicamente de su persona --que hay quienes la pueden juzgar demasiado liberada-- sino especialmente porque sus hijos podían llegar a ver las imágenes que su mamá puso en Twitter.

Pero hoy me dí cuenta que estuve pensando fuera de la realidad actual. Esta es una mujer jóven, que vive el mundo tal cual es --como en realidad lo vivo yo-- pero con una visión fresca del mismo, y no la visión anticuada que --confieso-- me asaltó en primera instancia.

Y entonces me dije que estuvo bien en publicar esas imágenes, y que es una madre muy inteligente. 

¿Por qué? Porque en la sociedad actual es posible que en algún momento y lugar, sus niños puedan ver esas imágenes no ya en fotos, sino en la realidad. Y ahí el impacto puede ser mucho más grande. En cambio si su mamá pone esas imágenes en su Twitter, y ellos las ven, la madre tiene ocasión de conversar con ellos sobre las mismas, y explicarles cómo es la sociedad actual, cómo hay personas diferentes, y cómo debemos respetarnos entre todos.

Nadie creo que toleraría una discriminación a un ciego, un cojo, un manco, un sordomudo, un amputado porque lo es tal. Ver al ser humano es lo primero y primordial.

En el amor, y en el sexo especialmente, las orientaciones no son unívocas. Y si bien la gran mayoría --por naturaleza, formación cultural y religiosa incluídas-- tiende a unirse al sexo complementario (lo de sexo opuesto no es a mi entender una expresión correcta, es anacrónica) eso no quiere decir que no existan personas capaces no sólo de querer y tener sexo con otra del mismo sexo, sino de llegar a amar a esa persona. 

Como siempre recuerdo la frase de Andreea Petku, la dama rumana que ilustra con videos músicas de Ernesto Cortázar "El corazón tiene razones que la razón no entiende".

A mi personalmente me ha tocado ver esas escenas. En Estados Unidos, recuerdo a dos chicas rubias, una recién llegada de un viaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, y en el estacionamiento C para vehículos, estaban abrazadas y dándose besos en los labios, en cadena, uno tras otro.

Otro día, retornaba en mi automóvil por la Ox Road, y una pareja de chicas jóvenes, cada vez que su vehiculo se detenia por una luz roja, aprovechaba para darse un gran abrazo y un beso en la boca. Se veía que había mucha pasión de por medio.

En otra oportunidad, viajando por la Ruta 29, en una camioneta iban dos mujeres de edad mediana, --en sus cuarentas-- y también, cuando tuvieron que detener  su marcha, aprovecharon para besarse.

Otra vez fueron dos chicas jóvenes en el andén del Metro en Washington D.C. mientras lo esperaban se acariciaban y besaban. 

En otra oportunidad, dos mujeres en sus treintas, en el Metro. Las ví a través de las ventanillas. Ellas viajaban, yo estaba en el andén esperando mi tren. Una se dio totalmente vuelta hacia la mujer que iba atrás de ella, y ambas se besaron y abrazaron con fruición.

En otra oportunidad dos hombres, en un rincón de un asiento trasero de un Metro, también los vi mientras estaba en el andén, y se besaron.

En otra oportunidad, también en el Metro, y mientras esperaba mi tren, tres muchachos en sus veintes, uno de ellos transexual, excitaba a los otros con su pantalon bien bajo y moviendo sus caderas, mientras los tres reían y se tocaban unos a otros. 

Son "flashes" en mi memoria que no se olvidan por lo que las escenas mismas implicaron. 

En un museo de la ciudad de México, encontramos a una pareja de dos jóvenes besándose cuando una amiga y yo acertamos por ir a ver la exhibición donde ellos estaban. 

Y ella misma me decía que era normal ver a lesbianas besarse durante un viaje en el Metro.

Al parecer --al menos por este racconto breve-- los trenes subterrános tienen un atractivo especial. Habría que estudiar psicológicamente el tema.

Otra interrogante que uno puede plantearse es si debido a la repercusión en los medios y a la amplia libertad actual respecto de las relaciones sexuales, se tiene a veces la sensación de que la homosexualidad y la bi-sexualidad han ido en aumento exponencial.

Sin embargo, me parece que el cambio de actitud en la sociedad posibilita que hoy personas inclusive famosas por su actividad --artistas, deportistas, políticos-- salgan públicamente a declararse "gays" o lesbianas, lo que antes no sucedía en una sociedad muy restrictiva.

También es válido plantearse otros aspectos que pueden influir en un cambio de actitud de personas a las que toda su vida se les ha conocido de una manera. ¿está en los alimentos?, ¿en el agua?, ¿en ondas electromagnéticas deliberadamente emitidas para lograr cambios conductuales?....Recuerdo haber leído que no se tomara "Silk" una marca bien conocida de leche de soja, porque se decía que provocaba cambios en el organismo que tendían a la homosexualidad. 

Muchas de estas ideas que deambulan por la internet no tienen asidero científico alguno, y son todas producto de mentalidades fantasiosas o de gente que vive la paranoia de una conspiración y cree que de diversas maneras, grupos humanos no identificados, tratan de modificar a la gente, al clima, o lo que sea, como formas de dominar al planeta.

Toquemos tierra, y seamos simplemente sensatos.

Las pautas éticas de antaño ya no funcionan, y las nuevas no son claras, bien definidas, como para sustituirlas eficazmente. 

Contra esta revolución sexual de la que somos testigos y en cierta medida partícipes porque estamos inmersos en la sociedad y cultura actuales, se yerguen todavía las religiones que las condenan, tanto en el ámbito cristiano (Católicos, Protestantes, Ortodoxos), como en el ámbito musulmán.  No sé del budismo, el shintoísmo y otras expresiones espirituales. Pero el budismo por empezar, no es una religión, y esto es importante establecer.

El tema es que --en el ámbito cristiano-- hay quienes aún hacen cuestión de fe que la Biblia está exenta de errores, que toda ella es perfecta, poco menos que fue escrita por la "mano de Dios", y "la Biblia dice...." es la fórmula para respadar una postura respecto de estos y otros temas.

Lo que deja de verse es que la moral inspirada especialmente por el Apóstol Pablo, en el Siglo I de nuestra era, no es posible aplicarla veinte siglos después.
Las mismas iglesias católica y protestantes, --salvo los llamados "evangelicals", fundamentalistas y diría extremistas-- no siguen al pie de la letra lo allí escrito.

Me eplico rápidamente:de acuerdo a la antigua Ley, la dada a los hebreos, en la Biblia --¡escrita por seres humanos, no olvidarlo nunca!-- se lee:

"No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto infame." (Levítico 18:22)

"Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame." (Levítico 20:13)

Textos literalmente lapidarios, que no dejan ninguna duda. Porque la muerte era por lapidación, la misma que algunos quisieron aplicar a la mujer pecadora a la cual Jesús (Emmanuel) perdonó.

Hoy a nadie sensato se le ocurriría condenar a muerte a alguien por ese tipo de relación. Está en la privacidad de cada quien, o en su orientación sexual, tenerla o no. 

Pero además, si esos textos son aplicables a los hombres homosexuales, no hacen referencia para nada a la mujer que se acueste con otra mujer. Claro, entonces la mujer estaba socialmente totalmente relegada, no contaba ni siquiera para la "Ley de Dios!".

Pero pasemos al Nuevo Testamento, o sea la nueva Ley, la que sustitye a la Antigua. 

Jesús sobre el tema no dijo nada. Y esto es altamente significativo.

¿Quién se refiere al tema? El inefable Pablo, el fariseo peseguidor de cristianos a los que incluso mandó matar hasta que en camino a Damasco "se convirtió". Éste es el reponsable de transformar a la vida de fe según la enseñó y encarnó Jesús, en una religión (cosa que Jesús jamás persiguió).

Es pues Pablo el que escribe en la Epístola a los Romanos 1:26-27

"Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza; y, de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión." 

En este texto que habla de las prácticas de los paganos, ya se incluyen a las lesbianas.

Y en la Primera Epístola a los Corintios dice:

"¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios."

Como quien dice, estamos todos condenados, si no es por A es por B!!

Menos mal que Jesús habló el lenguaje del Amor, del Dios que Perdona, y que Él mismo lo ejemplificó con sus actos de amor al prójimo, hombres y mujeres.

Pero si se toma la Biblia como base para una conducta o actitud a rajatabla, porque "la Biblia dice...", (lo cual es idolatrar a la Biblia, y eso es contrario a la esencia de la fe), entonces hay que cumplir a pie juntillas con todo lo que la Biblia dice. 

He aquí que el propio Pablo escribe:

“Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación” (1.ª Corintios 14:34-35).

Según este texto, entre las iglesias Protestantes, no podrían haber Pastoras ni Obispos mujeres --como las hay. 

Y en la Iglesica Católicorromana, las mujeres no podrían hacer lecturas bíblicas, ni guiar oraciones, ni monjas dando mensajes en las misas, como ocurre.

¿Entonces,--y lo digo fraternalmente sin ningún cinismo-- aplicamos la Biblia a rajatabla, o rescatamos los valores fundamentales y nos adecuamos al siglo y sociedad que nos tocan vivir?

Al llegar a este punto, me parece más que obvio, que los argumentos religiosos que aún se pretenden esgrimir contra ciertas prácticas sexuales y contra el amor entre personas del mismo sexo, pierden su sentido.  

En la sociedad y cultura actuales, la admisión de diversas formas de vivir el amor y el sexo, es algo que debe verse con naturalidad y sin ningún prejuicio. 

Esto no significa que yo condone el escándalo. Sinceramente las manifestaciones públicas del amor o la pasión de una pareja, hetero, bi u homo, no me interesan, las hallo fuera de lugar y hasta ofensivas a veces. 

Me parecen hasta cierto punto inauténticas, más fruto de un exhibicionismo, que de una auténtica vinculación.

¿Qué buscan dos hombres o mujeres besándose en público? ¿Acaso están diciendo, "mírennos, ven cómo lo hacemos....y ustedes no pueden hacer nada contra nosotros/as"? ¿Se busca una confrontación social, o se busca una admisión mediante una correcta conducta en sociedad?.

¿Qué zoncera busca una pareja heterosexual, con besos prolongados en público?, ¿acaso él quiere demostrar cuán "macho" es, o ella cuán "hembra" es? La verdad es que nadie necesita de esas demostraciones, y su amor y pasión deben tener la calidad humana de vivirlos intensamente pero...¡en privado!

Un día felicité a una pareja jóven que viajaba en el Metro. Durante el viaje se dieron un par de besitos, él le pasaba el brazo a ella, y ella casi descansaba su cabeza sobre el hombro de él. Conversaban en voz baja, y de tanto en tanto, se miraban uno al otro tiernamente. Era a todas luces evidente que estaban enamorados. Cuando iba a descencer les dije: "les felicito por el amor que se tienen", y un tanto sorprendidos, sonrieron y me agradecieron mi mensaje.

La vida es bella, y corta. Hay que vivirla con intensidad, y no estropearla.

Los humanos, todos, debemos aprender a tolerarnos, perdonarnos, y amarnos más. Tal vez estos tres aspectos, integren la base de una ética actual.


enigma
Textos protegidos por derechos de autor



No comments:

Post a Comment