Pero cuando nos traen noticias que se nos desploman pesadamente, nos sentimos como aplastados por una atmósfera de violencia asfixiante, entre medio de la cual procuramos encontrar una rendija por donde respirar a esperanza.
Israel ataca la Franja de Gaza. Hamás es un pretexto, para aniquilar a un pueblo. La muerte en ataques aéreos con bombas sobre una ciudad implica ineludiblemente la muerte de civiles inocentes.
Más de 100 objetivos se fijaron los israelíes para sus ataques, más la presencia de tanques de guerra que avanzan entre los escombros y el llanto desconsolado de padres jóvenes que pierden a sus criaturas, madres a sus hijos, ancianos a sus descendientes.
¿Cuántos israelíes murieron en el mismo período en que hay cerca de 300 muertos palestinos y más de 2 mil heridos?....¿cuántos?
Las informaciones son devastadoras.
Que no se diga que se hace la guerra por la democracia, la libertad o los derechos humanos. Todo eso está barrido de un plumazo por las autoridades israelíes.
No. No se trata de dejar de reconocer el derecho a existir del Estado de Israel. Tampoco se trata de discriminar al judío por el mero hecho de serlo. Eso sería racismo, y muy lejos y por encima de todo eso me ubico personalmente.
Tengo amigas y amigos judíos, y me honro en tenerles. Algunos de ellos inclusive viven en Israel.
Pero una cosa es el pueblo, las gentes, y otra su gobierno. Y aunque el pueblo es reponsable del gobierno que elige, aún así, sé de judíos que abogan por la paz, por el entendimiento con los palestinos, por una solución acordada con inteligencia y buena voluntad. Y para todas y todos ellos mi reconocimiento, y admiración.
Entre tanto, lo que ahora está ocurriendo, es bochornoso, me llena de tristeza, y desazón. ¡qué triste, que un pueblo llamado a ser ejemplo en el mundo, se degrade de tal manera!
Y me golpea otra noticia, que me deja más que apesadumbrado. La pérdida
infame de talento humano de excelencia, en la muerte de 108 líderes en la investigación sobre VIH/SIDA que se dirigían a un Congreso sobre el tema, a realizarse en Australia.
El Boeing 777, vuelo 17 de Malaysia Airlines, fue derribado por un misil. Confundido con un avión militar de transporte, o no, derribado por los separatistas ucranianos pro-Rusia, no sólo agrava el conflicto en Ucrania, sino que coloca a Rusia y al presidente Vladímir Pútin, en muy delicada cuan grave situación.
Pero por sobre la cuestión de política internacional, prima el factor humano. La pérdida una vez más de vidas inocentes, y especialmente de distinguidos seres humanos, cuya investigación científica y voluntad puestos en beneficio de la humanidad no tiene parangón.
Es pues un luto para la humanidad toda.
Y, en una nota diferente, que habla de un país mal conducido, que habla de corrupción jerárquica, de indolencia y de desencaje ideológico, 10 asentamientos irregulares, o sea diez conglomerados de viviendas precarias, rodean casi, al otrora balneario internacional de Punta del Este, en el Departamento de Maldonado, Uruguay.
Ya ni en Punta del Este, los uruguayos podrán vivir tranquilos, sin el temor del asalto, la rapiña, el robo, o la misma muerte.
Pasando raya a estos acontecimientos que hoy me golpean como pocas veces, exclamo ¡qué mundo nos toca vivir!
enigma
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