La nieve comenzó a caer el vierner 18, sobre las 9pm, primero mansa, luego más agresiva, impulsada por el viento, y siguió cayendo y cayendo.
Ayer sábado 19, salí de mañana con mi máquina sopladora de nieve, a hacer un camino desde mi casa hasta la vereda, y de ahí hasta mi auto, que queda desfasado el equivalente a dos autos, respecto de la puerta de mi casa.
Hice un canal en medio de la nieve, y luego eché la mezcla de sal y arena para que no se formara hielo. Horas después, todo eso estaba nuevamente vestido de blanco. La nieve seguía cayendo implacable.
Luego de tarde, volví a salir, y con una pala, repasé todo el camino desde casa hasta el auto, paleando la nieve hacia un costado.
Pero un temporal de nieve signfica que la acumulación es muy grande, y que el blanco producto sigue derramándose desde las nubes.
Así fue que siguió cayendo anoche, cuando ya llevaba 24 horas sin parar.
Hoy el panorama no podría describirse como techos y calles con merengue. Eso sería demasiado liviano.
Más bien era como si les hubieran arrojado toneladas de puré de papa.
Había casi medio metro de espesor de nieve. Me llegaba hasta las rodillas.
Con una escoba, comencé a quitar la nieve de encima de mi auto, totalmente cubierto.
Luego con una pala, a quitarla de los costados y de atrás, hasta poder mover el auto, y eso facilitó seguir limpiando el área.
Un buen vecino, más joven que yo, sin que le pidiera nada, en gesto solidario, vino con su pala y comenzó por las suyas a ayudarme. Eso es lo que tiene de bueno un buen barrio.
Entre los dos, a la par, trabajamos por casi dos horas, para despejar todo.
El resultado lo pueden comparar Uds. en las fotos adjuntas.
Esta tormenta de nieve –no son usuales, la última antes de esta ocurrió en 1996-- me dejó un mensaje muy claro: a cierta altura de la vida, es mejor mudarse para un lugar donde nunca cae nieve.
Pude hacer toda la tarea, y luego en casa me esperaba más tarea y más esfuerzo físico, porque esperamos familiares para las fiestas, y había que armarles un dormitorio, mover camas, etc.
Afortunadamente pude hacer todo eso, pero está muy claro que en cuanto a lidiar con nieve y semejante tormenta, yo ya no quiero tener nada más que ver con ello.
¡Felices los que no conocen la nieve!
Sólo luce linda en las postales, pero no es buena para conducir un vehículo, puede provocar cortes de energía eléctrica y dejar a la gente sin calefacción en pleno invierno, y demanda un esfuerzo físico muy grande la limpieza de las áreas que uno tiene que utilizar, porque es obvio que no basta con que calles interiores, avenidas o rutas estén despejadas, que de eso se encarga el gobierno local.
enigma
No comments:
Post a Comment