A veces la distancia geográfica se aumenta...
A veces uno va más al Norte y otro más al Sur...
También la distancia se hace mayor si, por determinadas circunstancias, se abre una ventana de silencio --como se le conoce en astronáutica-- y entonces es imposible estar conectados.
Pero ello no es óbice para que deje de pensar en ti.
En ti, quimérica persona, en ti, sueño aún no realizado. En tí, amor prospectivo. En ti, compañera del futuro.
Y tal vez las conversaciones en familia, en esta ocasión, me han acercado más a ti aún.
Y tal vez ver ciertas casas, me han hecho pensar en vivir juntos en alguna de ellas.
Y recorrer parques, y el río, y deambular por este verano soportable y disfrutable de Iowa --a diferencia del agobiante de Virginia, que le deja a uno exhausto-- me ha ido resultando una experiencia agradabilisima. Una experiencia ensoñadora.
En medio de todo, me siento feliz.
Porque siento el cariño y el afecto de mi familia. Porque he tenido válidas e importantes pláticas con mi hijo, como hacía tiempo no tenia. Le he escuchado y me ha escuchado.
Porque ambos hemos estado de acuerdo --luego de poner todas la precauciones y prevenciones que inteligentemente podemos tener como humanos-- que la toma de una decisión de futuro para mi, se valida, en tanto y en cuanto haya amor. Y que la verdadera existencia de este sentimiento, supera toda barrera.
Por eso he querido compartir este encuentro, esta coincidencia, este acuerdo. En base a él, puedo mirar mi futuro con confianza.
Quien quiera seas tú, doquiera te encuentres ahora, sabe que la única razón que hará que todo sea posible, la única motivación que no levantará objeción alguna, es si a la base de todo, hay auténtico y genuino amor.
En ese amor, nos podremos encontrar como familia. Todos juntos.
Me pareció tan relevante, tan bueno e importante, que no resistí compartirlo desde aqui con ustedes.
enigma
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