En su jóven madurez, apenas a los 48 años, dejó de existir Whitney Houston, cantante, intérprete, actriz, madre, mujer.
Y tengo congoja en mi corazón, porque la admiré siempre por su talento interpretativo, por ser aquella muchachita cuasi t[imida y humilde, que comenzó cantando en el coro de una iglesia.
Por ser tan apegada a su madre.
Quiso el destino, que su vida fuese desviada, que alguien le llevara por el horrendo camino de las drogas, hasta que lo superó.
Y volvió para reconquistar el sitial que supo conseguirse a puro talento y esfuerzo personal. El de una diva, el de una de las mejores intérpretes y cantantes femeninas de la década de los 80.
Su voz resuena en nuestra mente. sus éxitos, son repasados a velocidad en nuestra memoria, y es difícil a veces, elegir uno como el preferido.
Ella era sí, una de mis predilectas. De las mejores, y en su momento, ¡la mejor!
Tal vez, por añadir la imagen y su papel como actriz, haya una canción que sea un poco la manifestación de todo el arte que concentraba en su persona. Y esa canción pertenece a la película "The Bodyguard", (El Guardaespaldas), donde compartió su papel con Kevin Costner.
A Whitney siempre la recordaremos por el magnífico regalo de su incomparable voz.
enigma
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