La vida nos da sorpresas...

Tener ojos para ver más allá de lo visible, sensibilidad para sentir más allá de nuestra piel y un corazón capaz de latir con otro. ¡Esa es la esencia de la vida!

Como al mirar esta foto. Se trata de captar más allá de la imagen, el placer que sintió quien la tomó, el éxtasis de la hora a la puesta del Sol, la hermosura de la naturaleza toda, y saber que formamos parte de ella.

La sensibilidad para sentir más allá de nuestra piel es la que nos lleva a captar a otros seres humanos y tener de inmediato, una impronta de cómo realmente son, sin que medie palabra.

Es también la capacidad de compenetrarse de tal manera con la otra persona, que no sólo se dan instancias telepáticas, sino que es como si se estuviera dentro de su ser y se captaran sin mediar expresión alguna, sus sentimientos y pensamientos.

Y lo más importante: amar. Tener un corazón que es capaz de latir al unísono con otro. No importan las circunstancias, no importan las distancias, las edades, nada...es el encuentro fundamental de dos seres humanos que se saben unidos como por un hilo de plata, por un algo indiscernible que les ha puesto en el mismo camino, camino del cual no quieren salir, porque se necesitan mutuamente.

La sed de ser nos despierta la conciencia.

Sí, porque sólo somos auténticamente nosotros mismos, cuando afirmamos todas esas vivencias, cuando las hacemos realidad.

Es nuestra sed de ser, lo que despierta nuestra conciencia. La conciencia de quiénes somos, dónde estamos, qué queremos y hacia dónde vamos.

Y cuando se despierta esa conciencia, no hay obstáculo --en el plano humano-- que no se pueda vencer, superar.

Estemos pues siempre listos a lo inesperado, a lo insólito, a lo imprevisto. La vida nos depara hermosas sorpresas. Hay que estar atentos.

Tenemos que estar en un estado de vigilia, siempre alertas, para que cuando las hermosas sorpresas se den, no las dejemos pasar, sino que las hagamos nuestras. Porque además, hay ocasiones, situaciones y oportunidades que se nos presentan una sola vez.

Si somos indiferentes, si no las captamos, o las dejamos ir, las habremos perdido para siempre.

Dejemos que Bruce Springteen. "the boss", nos complete esta reflexión, con su canción:"Surprise, Surprise"



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