Durante mis vacaciones recientes en Uruguay, y en diálogo con una persona, nombré más de una vez a Alicia.Y la persona me dijo: "mencionas demasiado a Alicia..."
¡Por supesto --contesté-- no en vano fue mi esposa durante 39 años!
No sólo seguí viviendo en la casa que compramos hace unos 14 años, y por tanto muchas cosas mantienen el arreglo y la disposición que en su momento acordamos tuvieran, con Alicia.
Pero además hay cosas que le pertenecian, y que ahora uso, que obviamente son una especie de prolongación de lo que ella fue en vida.
Cosas tan simples como un bolso que ella tenía en la valija de su automóvil y que utilizaba cuando salía a hacer compras al supermercado. Obviamente, lo he trasladado a la valija de mi vehículo, y lo sigo usando pues es muy útil.
Ayer, sin ir más lejos, tuve que coserme un botón de una gabardina, que se me había desprendido. Demás está decir que de eso se hubiera encargado Alicia. Pero no es por eso, sino por la caja con las agujas, y los hilos y otros adminículos, que está cual ella la dejó, con todas cosas que ella --ciertamente no yo-- adquirió en su momento.
Ya me he referido otras veces a su estupendo sentido geográfico, y a cómo me enseñó caminos alternativos y mejores para ir a un lado o a otro. Caminos que sigo haciendo míos, pero son su legado.
Sí, de muchas y múltiples maneras, Alicia está y seguirá estando presente ¡para siempre!...
No puedo evitar que unas lágrimas recorran mis mejillas...
enigma
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