Eso lo despierta un equipo de fútbol en un estadio, un cantante en el escenario, un político desde su tribuna, o el Papa cuando visita a un país con una mayoría rural, católicorromana.
Es el momento, es la tradición que influye, es el fanatismo inclusive en algunos, y fundamentalmente es reunir a medio millón de personas en un lugar, donde la retroalimentación entre ellas es constante.
Algunos renovarán sus votos de fé, otros llorararán de emoción, otros este domingo sí irán a misa, --hacía años que no iban-- y después....cuando pasan los días, cuando todo vuelve a la calma de la rutina cotidiana, de la vida real, de la ausencia del catalizador momentáneo de la multitud, México se enfrentará a su realiadad.
Según BBC: En su homilía, el Papa pidió a los mexicanos dirigirse a la Virgen de Guadalupe, patrona del país. "En estos momentos en que tantas familias se encuentran divididas o forzadas a la migración, cuando muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad", se acuda a "María en busca de consuelo, fortaleza y esperanza".
Leo y releo esto y me parece fantasmagórico, irreal, finalmente un escapismo.
Exhortar a acudir en oración por "consuelo, fortaleza y esperanza" pero no tener una voz firme y clara condenando las injustas condiciones sociales que fomentan la miseria, la pobreza y la marginación, y específicamente la violencia criminal del narcotráfico, es una gran decepción.
El Papa se va de México, dejando una secuela de emociones, y el impacto indudable de su mera presencia, pero...al día siguiente, y en las semanas y meses siguientes, México seguirá inmerso en sus problemas que no se solucionan meramente con oraciones, y viviendo intensamente los aires de campaña política para elegir un nuevo presidente.
Y la vida real tiene sus ironías. Vean si no. Comenta BBC: "Ustedes ocupan un lugar muy importante en el corazón del Papa", "Particularmente los que soportan el peso del sufrimiento, el abandono, la violencia o el hambre", añadió el Papa desde el balcón de la Casa del Conde Rul, la antigua mansión de un comerciante español, conocido en el lugar por sus aventuras amorosas.
Pero además, ¿qué imagen se presenta al pueblo?
El Papa no fue a un barrio pobre de Guanajuato, para desde allí enviar un mensaje que fuera un claro símbolo de la humildad de Cristo. No, el Papa se refirió a los pobres "en la Plaza de la Paz, un rincón de palacetes coloniales" y lo ha hecho rodeado de autoridades y ex autoridades nacionales, de industriales y prósperos empresarios.
Por eso esta visita papal no contó más que con un 20% de adhesión entre los mexicanos, y no despertó en absoluto la simpatía, el apoyo decidido y el ánimo tempralo que logró su predecedor, el gran Juan Pablo II, a quien siempre recordaremos por sus mensajes vibrantes, su carisma personal y su sonrisa bondadosa. Pero además, por una vida azarosa en la que le tocó enfrentar por igual al nazismo primero y al comunismo después.
La laicidad de México queda a salvo luego de esta visita.
Informa BBC que: El viernes tuvo lugar en el centro de la Ciudad de México una protesta por su viaje. Para muchos mexicanos, los más de US$10 millones de dinero público gastados para la ocasión ponen en riesgo el Estado laico.
La agencia informativa hace referencia entonces a las "enormes diferencias que existen todavía entre el México urbano y rural en cuestiones de religión y sociedad. El México donde se oyen consignas como la de "si quieres escuela segura, no dejes entrar al cura", en clara alusión a los escándalos por pedofilia que también han sacudido a la nación de Benito Juárez y de Emiliano Zapata.
Y esa es una realidad que no tiene escapatoria.
Digo todo esto, a manera de reflexión, porque tengo un cariño muy grande por México, y lo digo también con el debido respeto a los sinceros católicorromanos en todas partes del mundo, que sé que meditan y son conscientes de todos estos problemas, que finalmente están demandando un cambio sustancial en su iglesia. Pero no esperen ese cambio de este Papa.
Entre tanto, el humilde Maestro de Galilea, vestido con su manto, como el resto del pueblo, y andando en sandalias, sigue resonando en los corazones de quienes le buscan, con su principal llamado a la "metanoia", la transformación profunda, o sea el "¡Arrepentíos!" con que comenzó su ministerio terrenal, para luego hacer realidad entre nosoros, el orden divino, el llamado "reino de los cielos".
enigma
Textos protegidos por derechos de autor
No comments:
Post a Comment