Efectivamente, el amor para crecer y sostenerse no admite la distancia. Si bien ésta puede vencerse por un tiempo cibernéticamente, sin embargo es imposible que una pareja de enamorados esté separada.
A la corta o a la larga, eso va a fracasar. Los enamorados necesitan verse, estar juntos, compartir vida.
Eso como premisa fundamental.
Lo otro es que cuando se quiere de veras, se hacen sacrificios personales, con tal de hacer realidad el poder convivir. Si no se está dispuesto a ello, significa que el amor que se siente, que ese cariño que se proclama, es más de palabra que en los hechos.
En cambio, cuando se está pronto a sacrificar cosas muy importantes, a "quemar las naves" como suele decirse, entonces sí, se quiere de veras, y ello se prueba con hechos.
Pero si a la hora de hacerlo, echamos para atrás, si --parafraseando a Benedetti-- nos pensamos sin sangre, si hacemos como aquellos hebreos que habían salido al desierto en marcha hacia la tierra prometida, pero cuando andaban en camino, añoraban las ollas de comida que tenían bajo la esclavitud en Egipto, más que el deseo de llegar y vivir en libertad, entonces es que no se quiere de veras o que ese cariño es muy pequeño, cuasi insignificante.
No hay excusas. Terceros no pueden se puestos como rehenes de una situación, porque la situación personal se resuelve a nivel personal. Luego hay tiempo para considerar la situación del entorno, y procurar para otros lo mejor.
Pero lo primero es lo primero. ¡Hay que dejar hablar la voz del corazón! Cuando ello no se hace uno se traiciona a si mismo.
Eso es lo que saco como conclusión, reflexionando sobre los alcances del querer de veras.
Malo es que además, cuando se ha querido de la única forma en que es realmente posible querer, luego no podemos borrar de nuestra memoria todo, como cuando borramos un archivo en nuestra PC. Queda por tiempo un algo latente, un algo que está allí, que sabemos que lo está, y que a veces puede perturbar el alma, porque hace amagues de reactivarse, porque genera nostalgias, porque trae recuerdos....especialmente cuando aparece asociado indisolublemente a cierta música.
Pero es necesario superar esa memoria, no permitir que se apodere de nosotros, sino mirar al presente y proyectarnos al futuro. Buscar y seguir buscando, hasta que demos con la persona digna de querer de veras y que nos quiera de la misma forma, y por tanto nos abra la puerta a la felicidad.
Porque es justo, porque tenemos derecho a esa felicidad, y porque tiene que haber quien sea capaz de querer de veras.
enigma
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