Defiendo y abogo por el principio fundamental que aún no se cumple en muchos países, de que a igual tarea corresponde igual salario.
Defiendo el derecho de la mujer trabajadora a tener un horario de medio turno durante el período de lactancia, y en el último mes previo al parto.
No puedo tolerar que la mujer sea tratada como una cosa, como alguien de menor valor que el hombre por el mero hecho de ser mujer.
Aqui en Estados Unidos, veo a los hombres árabes vestidos a la usanza occidental, pero obligando a sus mujeres a ir tapadas, algunas al punto que ni el rostro se les ve.
Los hombres de India --especialmente los más viejos-- aún obligan a sus mujeres a caminar varios pasos detrás de ellos.
Cuando veo estas situaciones, que son una representación clara y viva de discriminación, y humillación para la mujer, siento que mi indignación llega a sus límites.
El mal llamado y peor entendido "machismo" aún permea la sociedad latinoamericana, y los hombres, desde jóvenes, se acostumbran a menospreciar a sus novias o parejas. A no tenerles en cuenta, a sentirse en la libertad de andar con cuantas mujeres se les antoje, a las que consideran meros objetos de placer sexual, pero impidiendo celosamente que sus propias mujeres puedan lilbremente reunirse con amigas, y con amigos.
Un poster colocado en Twitter me estimuló a hablar de este tema.
El poster pertenece a la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad.
Esta Liga es una Organización No Gubernamental fundada en La Haya, Holanda, en abril de 1915 y que tiene secciones nacionales en 37 países. La sede central de LIMPAL se encuentra en Ginebra, Suiza, y mantiene una oficina en las Naciones Unidas, en Nueva York. Es la organización femenina pacifista más antigua del mundo.
Curiosamente el mismo se refiere a "Actos de violencia en las relaciones de noviazgo", y apunta a las siguientes situaciones entre otras: amenazas de abandono, decidir sobre cuándo y cómo tener relaciones sexuales, decidir sobre los amigos y las actividades a frecuentar, destrucción de pertenencias y bienes, menosprecio y comportamiento de celos...etc. etc.
La Liga dice: "Los siguientes son algunos de los comportamientos de violencia basada en género que debemos evitar en nuestras relaciones de noviazgo..." Y ante situaciones como las descrita, la Liga aconseja: "Ante cualquier acto de violencia un NO como respuesta"
Yo lo hallo correcto y tal vez la Liga quiera desde el mismo noviazgo impedir lo que ocurre después.
Sin embargo, no se registran denuncias de violencia de género en los noviazgos cuanto se denuncian y las cifras crecen día a dia, en las relaciones matrimoniales.
Porque después de todo, un noviazgo está hecho para continuar, o para romperse. Y punto.
Pero la situación en el matrimonio, pone en seria desventaja a la mujer a la que no le es facil romper el vínculo, como en el noviazgo.
Y las seccionales policiales están llenas de denuncias de mujeres maltratadas física y psicológicamente por sus maridos. Golpeadas, soportando hombres en estado de ebriedad, o drogadictos. O individuos déspotas, que tienen a la esposa como un objeto de su posesión con la que creen que les asiste el derecho a hacer lo que quieran, y entonces las someten psicológicamente a amenazas de separación, de desamparo, de quedarse con los hijos. Les marcan las horas de regreso a su hogar, les controlan su correo electrónico, sus amistades, les prohiben comunicarse con ciertas personas, o verse con otras,
En resumen, tenemos una mujer casada esclavizada, sometida, llena de miedo, angustiada, que sufre calladamente un drama del cual querría salir, porque lo siente como una cárcel sin rejas, pero cree que no puede, y se va quedando, y soportando cada vez más el oprobio de esa violencia de género que le hace sentir inferior.
Es la falta de respeto y consideración, es el no tener en cuenta las ideas y criterios de la esposa en diversos temas, es no dialogar, o considerar innecesario dialogar. Es decidir por cuenta propia asuntos que conciernen realmente a ambos, todo eso, sin golpes, sin magullones, sin ojos morados o brazos quebrados, también es violencia.
Me produce una tremenda tristeza que esas cosas ocurran. Pero más tristeza me da que esas esposas, de tan sometidas que están, no se atreven siquiera a levantar la voz, ni a reclamar sus derechos, y menos a entrar en acción para liberarse de esas situaciones oprobiosas, y salir adelante por si mismas, para ser seres humanos libres, respetables y respetados.
Parece obvio tener que señalar que para esos casos están los abogados, y para eso afortunadamente existe la institución del divorcio. No,una mujer no tiene que soportar para siempre al marido con el que contrajo matrimonio, si es víctima de violencia de género.
Y repito, no se trata de violencia física. A veces la psicológica es mucho peor porque es permanente, es constante, no varía, es no algo puntual, sino una situación dada y establecida.
No es posible admitir y es de todo punto de vista intolerable que haya mujeres que soporten, aguanten, toleren calladamente, esa situación de permanente sumisión y atropello a sus personas, sin emprender iniciativas liberadoras.
Por eso acompaño fervorosamente este planteo de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad. Pero creo que si el mismo es un alerta a las mujeres en el noviazgo, ya tiene que ser más que una advertencia un llamado concreto a la acción, para las mujeres en situación de matrimonio.
enigma
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