Corrían los años '60, y allá en mi lejano Montevideo, fui a visitar a mi amigo Miguel que a la sazón vivía en un apartamento en la Avda. Manuel Albo.

Ya instalado allí, me hizo escuchar a una cantante. Apenas oí su voz, me cautivó. Potente pero a la vez dulce, y con una remembranza a la inmortal Edith Piaf.

Mi amigo me comentó que le llamaban "pichón de gorrión", porque el "gorrión" era la Piaf.

Esa voz, esa cantante, esa mujer, francesa, de hermosas facciones, era ni más ni menos que Mireille Mathieu.

Ni qué decir que empecé a escuchar de ella todo lo que pude, aunque no mucho.

Pero venido a Estados Unidos, pude adquirir varios Discos Compactos, y hasta un LP que es histórico.

De un estilo muy particular, Mireille canta, interpreta, gesticula, abre enormemente sus bellísimos ojos, sacude su cuerpo, extiende sus brazos...es su impronta personal, es ella, como ninguna otra.

A ella, mi modesto homenaje desde estas páginas, por la hermosura de su canto, y todo el legado de lo mejor que ella ha aportado a la "chanson francaise".

Aquí, Mireille Mathieu interpreta con toda su fuerza, "Vivre pour Toi", ("Vivir por Tí").



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