En un magnífico discurso de casi una hora de duración, mi Presidente, Barack Obama, se dirigió en El Cairo, Egipto, en particular al ámbito islámico.
Pero asimismo abordó temas que son de carácter universal, y él mismo lo subrayó.
Temas que tienen que ver y son aplicables y vigentes para todas las latitudes y longitudes del planeta.
Por eso hoy, amigos, me permito compartir con Uds. el cuarto punto de su discurso, donde específicamente se refirió a un tema que nos concierne a todos: la democracia.
Comienza por una pertinente aclaración respecto a lo que es su personal y presidencial entendimiento sobre el papel que Estados Unidos debe cumplir como nación democrática, revirtiendo exprofeso, lo que fue el tremendo error cometido por el gobierno anterior: la democracia no se impone, y no hay un modelo determinado de democracia, porque cada país la vive conforme a su cultura y tradiciones.
Lo esencial es que haya ciertos valores que son universales, y ciertos derechos básicos, que son derechos humanos, los cuales tienen que ser escrupulosamente respetados para que haya democracia.
Una elección no legitima de por sí un régimen si éste una vez llegado al gobierno, no actúa según los valores democráticos. Aclaración muy importante, especialmente cuando se observa el panorama político latinoamericano, y a ciertos candidatos a presidentes.
He aqui las palabras del Presidente Obama en su reciente discurso:
"Yo sé – yo sé que hay haido controversia acerca de la promoción de la democracia en años recientes, y buena parte de esta controversia está conectada con la guerra en Irak. Así que permítanme ser claro: ningún sistema de gobierno puede o debe imponerse por una nación a ninguna otra.
Eso no aminora mi compromiso, no obstante, hacia los gobiernos que reflejan la voluntad de pueblo. Cada nación da vida a este principio a su manera, basado en las tradiciones de su propio pueblo.
Estados Unidos no pretende conocer qué es lo mejor para cada quien, así como no pretende escoger el resultado de una elección pacífica.
Pero tengo una inconmovible creencia de que todas las personas añoran ciertas cosas: la capacidad de decir lo que piensan y opinar sobre cómo están gobernadas; la confianza en el imperio de la ley y la igualitaria administración de la justicia; un gobierno que es transparente y no roba al pueblo; la libertad de vivir como se quiera. Éstas no son sólo ideas estadounidenses; son derechos humanos. Y por eso es que los vamos a apoyar en todas partes. (Aplausos).
Ahora, no hay una regla para hacer realidad esta promesa. Pero esto es muy claro: que los gobiernos que protegen estos derechos son finalmente más estables, exitosos y seguros.
Suprimr las ideas nunca logra hacerlas desaparecer. Los Estados Unidos respetan el derecho de todas las voces pacíficas y respetuosas de la ley a ser escuchadas en todo el mundo, aunque discrepemos con ellas. Y recibiremos con beneplácito a todos los gobiernos electos, pacíficos, siempre que gobiernen con respeto para todo su pueblo.
Este último punto es importante porque hay algunos que abogan por la democracia sólo cuando no están en el poder, pero una vez en el poder, son despiadados en suprimir los derechos de otros (Aplausos).
De modo que no importa dónde tenga arraigo, el gobierno del puebo y por el pueblo establece el único patrón para todos quienes estén en el poder.
Se debe mantener el poder por consentimiento, no por coerción; se deben respetar los derechos de las minorías, y participar con un espíritu de tolerancia y de transacción; se deben poner los intereses del puebo y las legítimas tareas del proceso político por sobre el partido. Sin estos ingredientes, las elecciones por si solas no constituyen una verdadera democracia."
Más claro imposible. Que cada quien ahora analice la situación de su propio país y su continente, y saque sus conclusiones.
enigma
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