Soy consciente que infringí la confianza que una persona depositaba en mi.
Un serio error que me ha costado angustia, dolor, y la búsqueda de restituir esa confianza que se me tuvo con anterioridad.
Puedo asegurarles que no fue fácil. Y es lógico que no lo fuera. Mi actitud equivocada, terminó siendo algo bochornoso para mi.
Los hechos fueron determinando la verdad, y pude costosamente despejar el camino de las dudas.
El momento culminante ocurrió ayer, cuando la persona de referencia, que es de suma importancia para mi, me dijo en conversación telefónica: "te creo..." y en andando la conversación, me volvió a repetir "te creo...".
No puedo traducir aquí en palabras el enorme alivio espiritual que me invadió en ese momento, y la felicidad que inundó mi corazón. Volvía a ser yo, y se restablecía adecuadamente una relación que es la más importante que tengo, sin duda alguna.
Luego, un hermoso mensaje por internet, me ratificó el restablecimiento de esa confianza, pero mucho más, de los sentimientos que nos unen, que es un precioso tesoro.
Me siento restaurado en mi mismo, me siento nuevamente entero, completo. Ahora estas vacaciones en el Sur, ya tienen un sol, aunque el cielo esté como hoy, con un color gris plomizo y se descarguen chaparrones aislados.
Cuando el corazón rebosa de felicidad, sentimos que ¡vale la pena vivir!
enigma
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