Se refería a mi afición por Ernesto Cortázar, el gran pianista e intérprete mexicano lamentablemente fallecido.
Me dijo eso, porque él sabía que esa música de Cortázar, está íntimamente ligada a toda una situación vivida por mi, con enorme intensidad y profundidad.
Pero a veces, de tanto escucharla, uno queda como "vacunado". Ya puedo escuchar, silbar (me gusta hacerlo) y acompañar así a la música de Cortázar, sin que tenga "efectos negativos" sobre mi.
Cierto es que, cuando escucho a Cortázar, éste me coloca en una situación espiritual especial en la cual, fluye de pronto de mi una poesía. Y esa poesía tiene claro, un motivo central. Y el motivo central está ligado a la música, y a una situación en torno a ella. Para ser más concreto, está ligado a una persona en particular.
Pero este comentario va a título de preámbulo de lo que quiero hoy compartir con ustedes. Se me ocurre que toda alma sensible, es capaz de vibrar con la música, que ha sido llamada por eso mismo, el lenguaje universal.
Hay músicas que nos alegran, que nos entusiasman, que nos transportan, que nos hacen soñar.
Hay también músicas que son fieles intérpretes de lo que sentimos, por sus melodías, y por sus letras.
Músicas, canciones, que dicen por nosotros, lo que quisiéramos expresar con nuestras palabras, y lo dicen bien.
En cierta medida es posible afirmar que hay músicas que nos interpretan.
Pero nos interpretan, o se asocian, se acoplan, y nos acompañan en nuestros estados de ánimo, a veces restallantes de alegría, otras, donde nos embarga una tristeza indecible, nos apabulla la soledad, y nos duele ser malentendidos, peor interpretados, y resultar dejados de lado. Nos duele el silencio, la incomunicación.
La música se torna entonces en confidente, compañera, y en un bálsamo que de alguna manera, todavía pone una nota de esperanza, de aliento, que nos dice: "debes seguir andando, pues tienes mucho para dar".
Hoy entonces, retorno a una música hermosa, cuyo origen expliqué hace dos días, y de la cual presenté una versión de la cantante operística británica Louise Tucker, acompañada por Charlie Skarbek. Se trata de "Midnight Blue" (Tristeza de Medianoche).
La versión que les presento hoy, muy buena también, tiene una letra diferente, está cantada en francés, y lo hace Michele Torr.
He aquÍ su letra (traducida por mi), que es un hermoso poema.
Tristeza de medianoche
En la iglesia arrodillado
Pienso en los años azules
En que éramos felices
Tristeza de medianoche
Es sólo un encuentro
Es como un pájaro azul
Que vuela entre nosotros dos
Medianoche, pero llueve
En el cielo de Irlanda
Me pregunto
¿Quién puede estar feliz?
Tristeza de medianoche
Un recuerdo de nosotros
Escucho el órgano de un loco
Que toca un poco para nosotros
Media noche, pero lleuve
En el cielo de Irlanda
Donde la leyenda
Habla de nosotros dos
Tristeza de media noche
Esas lágrimas sobre tus mejillas
No son más que un poco de lluvia
Que pasa por mi vida.
enigma
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