Desde que contamos con la Internet y computadoras, laptops, notebooks y teléfonos inteligentes, es imposible que los seres humanos no nos comuniquemos.
La globalización, implica más que nunca que somos ciudadanos del mundo, copartícipes todos con todos de lo que ocurre en cualquier parte del planeta, que suele además repercutir en nuestras propias vidas.
Ya sea porque suben o bajan las acciones en las bolsas de valores, porque se hace dificil la importación de ciertos productos, porque escasean otros, o porque un desastre natural --o provocado por la negligencia y corrupción humanas-- termina por afectarnos, aunque de eso no se hable y caiga un deliberado manto de silencio.
La comunicación está allí, al simple alcance de nustros dedos. ¡Nunca fue más fácil y más completa!. Hoy podemos enviar al mismo tiempo un mensaje escrito, oral, acompañado de fotos o video. Hoy podemos ser todos improvisados periodistas, relatores al momento de una realidad que está ocurriendo en determinado lugar, y el mundo queda enterado en segundos.
¡Qué tremenda capacidad tecnológica de la que disponemos!
Y la dinámica del esquema básico de comunicación se repite a lo cargo de cada día por miles de millones de veces. Hay un emisor y millones de receptores. Hay un mensaje, y hay una reacción, un "feed-back", que a la postre resulta importantísimo.
Pero quiero rescatar el aspecto sustancial de la comunicación: si no nos comunicamos, nos deshumanizamos.
Y esta comunicación cibernética, si por un lado nos vincula a millones, desconocidos, por otro lado nos aisla de los pocos, pero sí conocidos, de carne y hueso, cuyos nombres sabemos, cuyas imágenes conocemos, cuyas improntas personales de una manera u otra nutren nuestra existencia. Es la familia, son los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo o de estudio.
Estamos perdiendo esa comunicación humana directa, la más humana de todas. La comunicación de la voz, de las palabras pronunciadas, de las risas o la tristeza, y del lenguaje gestual. Y creo que debemos darnos cuenta de ello, y rescatarla.
No debemos permitir que Twitter, o Facebook, o el correo elecrónico, o el ver una película o un video en Internet -por la vía que sea-- nos aislen del vínculo humano esencial: el dialogo, la plática.
Lo otro que quisiera señalar, es que la comunicación entonces deviene en la vía fecunda del entendimiento, y se yergue por tanto, como la enemiga del aislamiento y la soledad.
Piénsese cuál es uno de los peores castigos que se le aplica a un criminal: estar en una celda aislado, solo, sin comunicación.
La comunicación rompe con el aislamiento, y por tanto con la soledad. Establece un puente de comprensión, de entendimiento, mediante un intercambio válido, sincero, honesto de pensamiento y sentimientos.
Mediante la comunicación nos damos a conocer, y conocemos a los demás. Su valor es pues inconmensurable.
No se me ocurre pensar en ningún profesional de la comunicación que se cierre a comunicarse. O que cierre un medio de comunicación.
Yo inicié este blog en 2008, y desde entonces dialogo con ustedes. Comparto, y lo hago abiertamente. Este blog jamás estuvo y nunca estará cerrado a nadie. Eso es una afrenta y un contrasentido con mis más profundas convicciones.
Y con la sola mención del origen de algo que he escrito, este blog está abierto para ser mecionado como referencia por terceros, y ser citado en alguno de sus textos, parcial o íntegramente. No hay ofensa en ello. Al contrario.
Creo que es parte de la libertad de expresión, y de un humano ejercicio de comuncación. Yo he utilizado y reproducido material de otros blogs. De personas que conozco y que no conozco. Siempre dando el debido y expreso reconocimiento a sus autores, y respetando el anonimato de quienes no han querido ser nombrados.
Entiendo que es un proceder honesto, leal y justo.
Tal cual lo he practicado, lo pueden practicar con mis textos.
Comunicación, una profunda experiencia humana, rica en contenido (ontológicamente) y rica en du función (fenomenológicamente)..
Tim Maia y Gal Costa (dos estupendos intérpretes brasileños) hicieron popular esta hermosa canción "Como un día de Domingo" que comienza diciendo: "Necesito hablar...para sentarnos y conversar..." El diálogo, la comunicación, el encuentro de pensamiento y sentimientos.
(Advierto que las imágenes que ilustran el video son bonitas, pero la traducción no se ajusta a la letra original)
enigma
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