MEXICO, LINDO Y QUERIDO!!

Este domingo 1o. de Julio, la democracia mexicana se ponía una vez más a prueba, al acudir sus ciudadanos a votar, para elegir un nuevo presidente.

Tres candidatos se disputaban el cargo. Dos hombres y una mujer.
Tal vez sea predecible el resultado, y sin embargo, me gustaría que contra troda predicción, hubiese una sorpresa.

Tal vez todavía México no esté suficientemente maduro para ello, me refiero, a sorpresas, y la sorpresa sería tener ¡una mujer presidente!

Conste que yo no soy amigo de los políticos y la política. Que pugno por un mundo donde no exista la llamada "clase política", sino que el planeta todo, como una unidad pueda ser gobernado por un grupo de notables, que estén más allá y por encima de colores, divisas, partidos, y que gobiernen, sin hacer promesas que luego quedan incumplidas. Sin demagogia, sin compra de votos, sin componendas tras bambalinas, acomodos, y corrupción.

Entre tanto, habrá que seguir todavía votando partidos y candidatos. Se necesita haber madurado mucho para llegar al planeta uno con un gobierno único, y representaciones locales. Todo un esquema diferente.

Mientras, como un recuerdo que llevo muy entrañablemente en mi corazón, ilustro esta breve disquisición, con un lugar que es un símbolo de México, del México bravío, del México indoamericano: Teotihuacán, con su enorme plaza y las pirámides del Sol y de la Luna.

En la foto, con mi amiga española con la que subí la pirámide del Sol, sacada por su hijo, que se quedó más abajo y no se animó a subir.

De esa visita tengo varios recuerdos: una pirámide chiquita que es un chifle, si se sopla hace sonido. Una tortuguita, con el mismo tipo de chifle, y por sobre todo, un medallón para colgarse al pecho, con el calendario azteca.

No puedo borrar de mi, el sobrecogimiento y respeto con que pisé esas losas, y subí esas escalinatas. De alguna forma, era de pronto el impacto de una historia distinta y diferente, que por cierto no tenemos los rioplatenses.

Y el asombro que provocan esas construcciones majestuosas que se yerguen como un llamado imperecedero de quienes las hicieron, al pueblo que hoy habita esa misma tierra: no olvidar sus orígenes, su pasado.



enigma

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