No importa cuántos años tengo…tengo más de lo que
muchos piensan, porque represento y me
siento con una docena menos de los que tengo.
Pero a mi edad, no estoy para mentir emociones, ni
para que jueguen con mis sentimientos.
He aprendido a respetar y a ser respetuoso. A decir la
verdad, y a obrar con honradez.
Cuando digo algo o hago algo, me siento responsable
por ello. No lo tuerzo, lo borro, o me desdigo.
Me juego por mis convicciones, me sostiene la fe, y
ensalzo al amor como el máximo logro del ser humano.
Soy romántico y apasionado. Soy leal y sincero. Sé muy
bien lo qué digo, cuando digo “te quiero”, y me entrego totalmente cuando digo
“te amo”.
Quiero enormemente a mis amigos/as, mi vida es con
ellos/as y por ellos/as. Son como flores que perfuman mi existencia y dan
aliento a mi corazón.
Con ellos/as soy. Sin ellos/as, no.
Les abrazo a todos/as emocionado, porque este mes y
este día sumo otro año a mi existencia. Y aunque esa sea una mera contingencia,
no obstante tiene su significado.
Significa más camino andado, y con ello, más sabiduría y experiencia.
Dichosos/as quienes confían en mí, nunca saldrán
defraudados/as.
Sé muy bien cómo es la debilidad humana, sé muy bien
cuán imperfectos somos, y me honro en serlo, si es el precio por ser humano y
por ser libre.
Puedo equivocarme mil veces, pero jamás con aviesa
intención.
Quien verdaderamente me conoce, sabe que soy tierno de
corazón.
En medio de un planeta horrendamente atribulado, duro,
deshumanizado, lleno de odio, guerra, muerte, corrupción y ambición. En un
planeta desquiciado, con valores alterados, o vaciado de valores; en un planeta
construido a la medida de los explotadores insensibles e insensatos, y no
respetando a la naturaleza, en un mundo donde el mar humano que lo habita es
manipulado, mentido, controlado y aprovechado por tan sólo un puñado de
dominadores, convoco desde el fondo de mi ser, a un encuentro verdaderamente
humano, entre los que somos muchos, miles de millones, para superar por un
minuto todas las divisiones, y darnos un abrazo y sabernos habitantes del
planeta uno.
A mi edad clamo por paz, y no más guerras. A mi edad,
clamo por aire limpio, agua potable y abundante. A mi edad respeto más que
nunca a los niños, nuestros verdaderos
mayores.
A mi edad demando seguridad personal, afirmación de la
dignidad de cada quien. Demando atención universal de la salud, y educación
para todos.
A mi edad estoy abierto al destino, a vivir
intensamente el amor humano, y a profundizar cada vez más en el Amor divino.
A mi edad siento que aún tengo mucho para dar. Muchas ambiciones legítimas y proyectos para llevar adelante en bien de muchos, y en realización de mi propia persona.
enigma
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