Ese llevó el número IX, y su título fue: "El golpe de la realidad" (que dicho sea de paso, concitó la atención de muchos/as de Uds. lo cual agradezco).
Pero quiero que el doceavo poema cierre este ciclo y tenga que ver con el motivo común de todos ellos. Por eso, este de hoy es el penúltimo.
Lleva por título algo que padecí durante 2012, que también experimenté en 2013 insólitamente, y que se ha hecho ya una situación dada.
TU SILENCIO
Sabes, sí lo sabes bien
tu silencio
me resulta oprobioso
Me agota, me desarma
me disuelve
me parte el alma
Tu silencio es
como una espina
clavada en mi corazón
Por momentos
se me hace insoportable
asfixiante, irrespirable
Es que me falta
el oxígeno
que me permite vivir
Aquello que me ayuda
cada día
a entrar en combustión
Tu silencio se parece
a un lugar desierto
donde la vida se ha extinguido
Es un páramo
de árboles resecos
de tierra endurecida y polvorienta
Es como una noche
sin estrellas
o un mar sin luna
Así es tu silencio
así lo siento dentro
y con él de a poco muero...
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Los silencios son más inmensos que la misma eternidad.
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