Alicia ha sido mi compañera por más de 38 años, desde que contrajimos matrimonio el 10 de Diciembre de 1970.
La conocí ya siendo maestra. Y siempre ganando concursos, llegó a ser Directora de Escuela Primaria en Uruguay.
Estuvo conmigo en Buenos Aires, cuando culminé mi Licenciatura.
Regresamos a Montevideo, y allí tuvimos 3 mudanzas.
Finalmente, el gran cambio: la venida a Estados Unidos, con ella dejando su cargo para unirse a mi que ya estaba en el Norte, y con nuestro hijo, adolescente, que culminó exitosamente la secundaria aquí, y siguió su trayectoria hasta doctorarse en Ciencias de la Computación. Hoy es profesor en una Universidad estadounidense.
En todos estos años, Alicia ha sido una extraordinaria educacionista, vocacional, y con un sentido didáctico muy particular.
Capaz de dar una lección ejemplar, a partir de cualquier cosa. Cualquier objeto que tuviese a mano le serviría para ir haciendo razonar a los alumnos, y llevarles paso a paso a extraer conclusiones y una enseñanza.
Formidable madre, consagrada estupendamente a su hijo, del que ciertamente puede estar más que orgullosa.
Esposa fiel, leal, sincera, razonadora. Con un sentido pragmático de la vida.
Debo reconocer que ha tenido una singular paciencia para estar a mi lado, pues somos muy distintos en nuestra impronta personal, en formas de concebir la vida, en experiencias y en sentires.
Adornan su persona muchas virtudes, entre ellas, ser una verdadera ama de casa, que se preocupa y atiende a las cosas y necesidades del hogar. Que elige bien al comprar, que cuida no malgastar, que es muy buena cocinera, que se desvela por la higiene.
De temperamento fuerte y decidido, Alicia es una mujer de temple.
Y hoy, que enfrenta una lucha muy dificil de sobrellevar contra un dañino cáncer, realmente es cuando salen a relucir sus virtudes: firmeza ante la adversidad, no doblegarse, no entregarse. Luchar hasta el final. Buscar por todos los medios mantener el buen ánimo.
Trabajó hasta que llegó a ser riesgoso para ella seguir tratando con gente, ya que su inmunidad está comprometida por los medicamentos de las quimoterapias, que son muy fuertes.
Así y todo, sigue cuan activa puede estar, gusta de salir, de recorrer lugares al aire libre, de divertirse con alguna comedia ya sea en película o por TV, etc., cuidar su jardin.
Su ánimo es formidable, y envidiable. Yo en su situación no podría tener la fortaleza que ella tiene, lo admito.
Pero esa fortaleza me ayuda a mi a acompañarla, a estar junto a ella como debe ser, pues en estas circunstancias, como en ninguna otra, tengo que ser para ella el buen compañero que se merece. Su sostén en todo momento, su ayuda cuando la precisa. Y simplemente, quien está a su lado.
El mar siempre le ha resultado atractivo, y se deleita ante su presencia. Por eso he elegido este video.
(Fotos de 1970, 1988, y 2009)
enigma
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