EL FUTBOL NO PUEDE OBNUBILARNOS

Sí, es cierto. El fútbol es pasión de multitudes.

Pero también es negocio, es medio financiero. Hay mucha gente que vive en su entorno.

Desde los modestos trabajos de poner y sacar redes de las vallas, y de cuidar de las vestimentas, zapatos y pelotas, hasta las encumbradas posiciones de los dirigentes, y el estrellato de los jugadores, más los directores técnicos.

Y tras todo eso, la prensa en todas sus manifestaciones, y por medio de la prensa, la millonada de dinero que dejan los auspiciadores.

Entonces, es bueno tener una mirada escrutadora, analizadora, y desapasionada del fútbol, hermoso deporte sin duda, que emociona, entusiasma, y que arranca de nuestras gargantas el grito de ¡¡GOL!!!

Pero en este mundial, se ha visto un futbol muy mediocre.

Cantidad de encuentros han terminado apenas con un gol a cero.

Los equipos europeos en su mayoría han sido una gran decepción.

Los jueces no han dado penales existentes y claros. Han invalidado por off-side goles legítimos, y han validado otros que a todas luces fueron hechos desde posiciones off-side.

Muy mal habla de la FIFA, una selección de jueces de tan poca categoría para un Campeonato Mundial.

Hace años hice públicamenet el planteo de que hubiese veedores neutrales de los partidos, y que hubiese consulta a cámaras de televisión, si existiese alguna duda sobre alguna jugada.

El claro off-side con que Argentina hoy le hizo el primer gol a México, merecía semejante procedimiento. Porque si el línea, distraído, o ingnorante, no levantó su bandera, el Juez tenía todo el derecho a hacer justicia, y una simple revisión de la jugada tomada por varias cámaras de TV, hubiese en cuestión de un par de minutos, dilucidado la situación como correspondía.

Eso se hace en el llamado fútbol estadounidense ante jugadas dudosas. Y se dirime entonces un fallo justo.

En el balompié, este fútbol del Mundial, parece que aún la tecnología no ha entrado en la cabeza de los dirigentes de la FIFA.

Y así se distorsiona todo un campeonato.

También a Estados Unidos, en dos partidos diferentes, un juez de Mali, y otro de Bélgica, les anularon goles bien convertidos. Esas son injusticias intolerables, que le quitan categoría y calidad a una Copa Mundial.

A esta altura la suma de irregularidades es tal, que poco importa quien salga campeón. Lo será trepado a una montaña de absurdos que no deberían haber sucedido.

Pero por otro lado, sea cuando se gane, o sea cuando se pierda, no existe la mas mínima justificación para enloquecerse, para enceguecerse, y para cometer actos vandálicos y de violencia, ni como festejo, ni como expresión de frustración y rabia.

Hay que tomar al fútbol por lo que es. En principio un deporte.

Luego, un negocio multimillonario.

De modo que a no obnubilarse, a mantener la calma, la cordura, y no ir más allá del disfrute o del dolor momentáneo, según que el equipo del que se es hincha gane o pierda.

¡Hay cosas mucho más importantes!


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