Wednesday, June 9, 2010

TENGO UN CORAZÓN DE CERA

Es un corazón que ha pasado por tremendo estrés, por estados de ánimo límites.

Un corazón que enfrentó el doloroso período del acercamiento hacia la muerte, y las últimas horas de agonía de quien fue mi compañera durante 39 años.

Un corazón que ha sucumbido al dolor, y se ha levantado en alegrías esporádicas, según el ánimo, la inspiración, tal vez las influencias de su entorno más inmediato, y tantos otros factores que pueden afectar a una persona en particular, con la cual he mantenido una especial amistad, que va mucho más allá de la amistad común.

Éste es como un corazón de cera, que se derrite al calor de besos y caricias, de expresiones de amor.

Un corazón que también se deshace cuando el dolor le clava un cuchillo que le atraviesa, y se desangra en gotas de una pena enorme.

Es un corazón que siempre, siempre ha sido muy sensible. Pero que desde el 18 de abril pasado, ha quedado hipersensible.

Lo sé, lo noto.

Es una situación que no me deja conforme, que no me da comodidad, que en buena medida me resulta a veces complicada o molesta, pero sé que el tiempo tiene que tener la oportunidad de obrar.

Y hasta que pase más tiempo, este mi pobre corazón de cera, seguirá hipersensible. Muy pronto a arrancar lágrimas de mis ojos, ya sea por desdicha, o por exceso de felicidad.

No debería ser así, lo sé muy bien. Pero por ahora, me es difícil evitarlo.

Tal vez una situación nueva, de dicha plena, de felicidad permanente y sostenida, sin altibajos, sin reveses, sin marchas y contramarchas, una situación que avance permanentemente, que tenga una dirección clara y siga adelante, sea la que podrá revertir esta actual hipersensibilidad, la que sea capaz de estabilizar este órgano imaginario pero tan de cuidado, como para que la vuelta a la normalidad se produzca, y para que entonces, haya sí un latir, pero normal, no exagerado.

Para que la calma retorne en forma total a todo mi ser.

Para que el dolor y el estrés queden bien lejos.

Para que resplandezca con firmeza el sol, cual en el estío que habremos de vivir dentro de pronto en este hemisferio Norte.

Ruego al Ser en Sí me depare y conceda tal gracia.



enigma

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