LA DIFICIL REINSERCIÓN EN EL MUNDO

¿Cómo poderlo explicar? me planteaba, cuando decidí que podía y valía la pena compartir esto con ustedes.

No es facil, pero lo intentaré.

Estoy hablando de mi situación actual, en la que me encuentro y por la que estoy pasando ahora.

Nunca antes siquiera se me hubiera ocurrido, y ahora me vengo a dar cuenta de que he estado viviendo de una manera que me aisló de las demás gentes, y del mundo real tal cual se vive hoy.

Si buscara una metáfora que de alguna manera pudiese explicar esta situación, diría que es como la de un preso, que pasó décadas en la cárcel y que de golpe readquiere su libertad.

Tiene entonces la necesidad de reinsertarse en el mundo. De aprender nuevamente a convivir en esa libertad con otros seres humanos, y de aprender de esos otros seres humanos cómo se vive en ese mundo, en otras palabras, ponerse al día, porque el preso tiene décadas de desconexión, de atraso, de desconocimiento.

Y obviamente entonces, la reinserción y el proceso que ello conlleva no es facil.

Ponerse al tanto de las cosas que se usan y cómo se usan, pero mucho más que eso, de cómo funcionan las relaciones humanas hoy, de cómo interactúan las personas entre si, socialmente, e individualmente.

Ponerse al tanto de cuánta vigencia y preponderancia tienen los medios sociales cibernéticos, el enviarse textos desde teléfonos celulares, el intercambiar fotos, el chatear, y qué valor relativo tiene toda esa vida cibernética, frente a la vida real, al encuentro de seres humanos como tales, frente a frente.

Cómo el chatear es una manera de entretenimiento, no importa lo qué se diga, y no se le atribuye ningún valor o importancia a lo allí dicho.

Cómo una mujer seria, responsable, con un alto cargo en una empresa, puede el fin de semana dejar todo eso a un lado para divertirse bebiendo y bailando, y luego puede irse con el compañero de turno, a la casa de éste, y pasar allí dos o tres días, obviamente intimando, sin ningún problema.

Es un mundo que no he conocido. Es un mundo en el que no participé, un mundo real, de hoy, que me es totalmente ajeno, y que me lleva en cierta medida a preguntarme, ¿qué clase de universo tan cerrado me forjé, que estaba ignorante de todo esto que sucedía a mi alrededor, y de los conceptos de vida totalmente diferentes a los mios?

Porque por ejemplo, para mi el chat (o sea el diálogo o conversación cibernética) es una especie de intercambio de correos electrónicos acelerado. Donde en vez de escribir todo un mensaje, vamos frase a frase.

Pero lo dicho, dicho está, y aún más, escrito está.

Y yo no sé hasta donde ha de ser obsoleto (viejo y fuera de uso) pensar que la palabra tiene en sí un peso, una fuerza, un valor intrínseco. Y si está escrita mucho más. Que la palabra actúa sobre la persona que la recibe, y compromete a quien la emite.

Al parecer lo intercambiado en chats hay que arrojarlo a la papelera, pues no debe ser tenido en cuenta para nada. Fue un momento de entretenimiento consentido por dos personas, fue una especie de juego…..¿Es así?, ¿es nada más que eso?

Pues si es así, o si es tomado así, nunca nadie me lo explicó antes, y cuando ahora me lo han explicado, en cierta medida, no he podido salir de mi asombro.

Porque al menos yo jamás lo encaré de esa manera. Cuando chateo digo lo que pienso y siento, con sinceridad, y respeto por mi interlocutor. No importa lo qué diga, cuál sea el objeto de la comunicación o a qué área la misma derive, todo está dicho con la voluntad e intención de decirlo, y con el sentido que le he impreso. Y así lo recibo de la persona interlocutora.

Pero por lo visto, he estado equivocado. No debo atribuir importancia, vigencia o consecuencia alguna en la realidad, en mi relación con otras personas, a lo que con esas mismas personas haya intercambiado en pensamientos, sentimientos o conceptos en un chat…. (! ?)

Me estoy reinsertando en este mundo, tal cual es hoy….

Estoy aprendiendo. Y tengo que hacer un curso acelerado, pues quiero reinsertarme cuanto antes. Quiero participar dinámicamente y ampliamente en el mismo, sin perder oportunidad ni detalle.

Afortunadamente, he encontrado algunas personas que me están ayudando, y creo que en unos meses más, mi reinserción tal vez pueda estar casi completa.

Pero estoy totalmente en los prolegómenos. Por ahora estoy dialogando, inquiriendo, asimilando.

Espero que todo eso me ayude a manejarme con total pragmatismo en un mundo que evidentemente ha cambiado, mientras yo estaba, diría, al margen del mismo, encerrado en una rutina que me impidió vivirlo.

Es, después de todo, un interesante desafío.



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