ESTAR INSPIRADOS

Son las personas, nuestras relaciones, nuestros sentimientos, nuestras pasiones, las que nos inspiran en distintos órdenes de la vida.

Actuamos, reaccionamos, nos retroalimentamos, cuando estamos inspirados e inspiramos a otros, en una vinculación muy dinámica, de la cual a veces –especialmente si el fenómeno es colectivo—no nos alcanzamos a dar cuenta.

Pero lo más disfrutable de cuando somos o estamos inspirados, es que lo estemos plenamente conscientes, plenamente lúcidos. No “alentados” o “estimulados” por el alcohol, o algún tipo de droga ilícita. Porque en esas circunstancias, dejamos de ser nosotros.

En lo personal, he disfrutado y sigo disfrutando de esas inspiraciones, que me inclinan a veces a escribir una poesía, otras a juntarme con varios para alentar a mi equipo de fútbol, otras a celebrar un aniversario, y otras, a internarme en la calidez de una relación sentimental, romántica.

En resumen, es siempre una experiencia feliz, muy rica en matices, que por momentos nos subyuga, que hace brotar en nosotros lo más profundo de nuestro ser, y exteriorizarlo de alguna forma, para compartirlo.

Ojalá ustedes, mis lectoras y lectores, también puedan estar inspirados.

Inspirados para iniciar un nuevo plan o proyecto. Un viaje. Una nueva carrera, un nuevo trabajo, una nueva empresa, o una nueva vida. Una nueva música, una nueva obra de arte, un nuevo amanecer en vuestras vidas.

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