El 8 de junio, hace apenas 4 días, finalizaba mi escrito diciendo:
"Sólo tengo la muy muy leve esperanza, pero esperanza al fin, de que se pueda subsanar. De que tenga la oportunidad de borrar el desastre que hice, y proceder como corresponde, para que la otra parte se convenza de mi sinceridad, y de mi hombría de bien."
Y hoy quiero compartir con Uds. que se abrió esa esperanza, y que he comenzado muy lentamente, y muy cuidadosamente el camino de "borrar el desastre que hice", a fin de que "la otra parte se convenza de mi sinceridad, y de mi hombría de bien."
Sé que no me va a ser facil, pero sé a partir de hoy que me será posible.
Entonces, agradezco la oportunidad que se me ofrece, y espero responder dignamente a esa oportunidad.
Con la honestidad de siempre, con la sinceridad de siempre, sin abdicar de mis principios y de mis sentimientos.
El resto, el tiempo lo dirá.
Y paso a otro tema: hay personas que se transforman en esenciales, en imprescindibles para la vida de uno, al punto que uno no se puede concebir a sí mismo y a la vida propia, sin ellas.
Es como dijo alguien: "si no existieras, habría que haberte inventado".
Son esas personas que son como flores, que perfuman y dan color a la vida.
Yo tengo amigos y amigas que son así.
¡Y qué lindo es tenerles! más, me atrevería a decir: ¡qué lujo es tenerles!
Porque son personas realmente excepcionales, que se salen de lo común de las demás gentes. Tienen valores muy acendrados, son tremendamente serviciales, son un apoyo en todo momento y para lo que se les precise, son solucionadoras de problemas, y no un problema ellas mismas.
Pocas son las peronas que poseen esos quilates, esas cualidades, pero afortunadamente las hay, y varias de ellas y ellos, son amigas y amigos. Por eso me siento orgulloso de ellas y ellos, y les valoro enormemente, como se lo merecen.
enigma
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