La inteligencia, en sus máximas expresiones de la ciencia y la tecnología, en la medida que no van acompañadas de un gran desarrollo espiritual y ético, se transforman en herramientas de destrucción.
De donde concluimos que no es cierto que una civilización científico-tecnológica por más avanzada que sea, supone también y concomitantemente un avance ético.
De ahí que hoy ante la clonación, o ante el desarrollo de vida artificial, se planteen serios dilemas éticos respecto de su pertinencia y usos.
Hay por otra parte, un deseo feroz, incontenible, de hacer dinero rápido y de la manera más facil posible, lo que lleva a un aumento de la criminalidad en todo el planeta, que está conociendo una organización mafiosa a escala mundial, interrelacionada entre sí, imbricada de alguna manera con algunos movimientos y gobiernos de “liberación” de tendencia izquierda-radical, o con grupos terroristas de fanáticos religiosos.
Esta criminalidad altamente desarrollada y organizada a nivel mundial como nunca se vio antes, está creando el verdadero peligro para la civilización.
Por otro lado, las organizaciones –en occidente especialmente las cristianas—han sucumbido a degeneración, corrupción y la falta entonces de autoridad moral.
Sea por las relaciones sexuales aberrantes, o sea por la entrega de la fe y sus contenidos al servicio de una ideología esencialmente atea, la iglesia ha perdido el tren.
Y las que se han abstenido de caer en esas incongruencias esenciales y graves, o son entes anodinos, completamente marginales de la sociedad, sus vivencias y problemas, o no son iglesias –aunque lleven el título de tales—sino corporaciones religiosas. Como quien dice: empresas que venden religión.
Sobre todo ello, planea como un águila o un buitre sobre su presa, un grupo que mantiene férrea coherencia interna, y que maneja el occidente a su gusto y antojo.
Arrogante, impúdico, enfatuado, creyéndose superior a todos, hace y deshace, mata, saquea, bloquea, invade, tortura, tiene armas nucleares, se ríe de los tratados, de los organismos internacionales, y usa a dos potencias mundiales como sus arietes y respaldo para seguir cometiendo fechorías.
Ese grupo domina el occidente, y a través de él al mundo todo, o casi todo.
Ese grupo, amiga, amigo lector, es el que determina tus gustos y tus gastos, tus preferencias, tus compras, tus créditos y tus deudas. El que guía, orienta y marca tu manera de pensar y hasta de votar. Ese grupo te tiene dominado. No eres realmente libre ni independiente.
Ese grupo exclusivo y secreto, es el mismo que crea tremendas crisis, prepara las condiciones para la guerra –de la cual vive—y elige quiénes han de ser candidatos y quiénes van a gobernar, porque el dinero para financiar las campañas electorales va a ir para los candidatos que previamente ya ha elegido.
Y naturalmente, esos candidatos y futuros gobernantes, han de doblegarse completamente a los deseos del grupo. Han de ser fieles instrumentos de sus políticas, han de ser serviles a sus intereses. Si no, se les quita del medio o se les mata.
Crear falsos antagonismos, todos dirigidos por el mismo y único grupo es parte del maquiavelismo que le caracteriza.
Y fomentar la corrupción administrativa y de los gobiernos es fundamental a sus poropósitos.
Por eso no hay área más deliciosa para el grupo, que el de la política y los políticos.
Y si ha de despertarse una nueva conciencia planetaria, la misma ha de plantear la necesidad imperiosa de que el mundo no esté más gobernado por políticos.
El grupo cuenta con conocimientos y maneja sus "negocios" en forma supranacional. Desde su central europea, toma las decisiones, estando al tanto de todo el poderío tecnológico que posee. Y luego experimenta y crea situaciones insólitas mediante el uso de alta tecnología supersecreta, en el lugar del planeta en que quiera probarla, aunque eso cueste vidas y cause catástrofes.
La vida humana, y el individuo humano no tienen valor alguno para ese grupo.Lo que cuentan son sus propósitos, fines, su supervivencia, asegurarse el control mundial, y seguir estando en la cúspide del planeta.
El grupo tolera las voces alternativas siempre y cuando que casi no se escuchen, no más que para cuidar la fachada de libertad de expresión, excepto cuando son voces que se alzan contra gobiernos que ellos quieren derrocar.
La disidencia de última se acalla a balas, o a intervención de policía antimotines.
Y el tratamiento más usado, es el de la discriminación, la persecución, y la adjudicación y encasillamiento de una adjetivación y clasificación de las personas realmente libres, como para hacerles parias sociales, si es posible.
La sociead inconsciente y tonta sucumbe, acepta esos criterios, hace víctimas a los justos, y nunca descubre a los verdaderos victimarios.
Ellos festejan con whisky su dominio cuasi mundial.
Y frente a todos estos males terribles, hay que despertar nuevamente una conciencia planetaria.
enigma
No comments:
Post a Comment