ESTA DENTRO NUESTRO...

Está dentro nuestro...late a veces calmo, y otras aceleradamente....por la emoción que nos embarga, por el miedo que nos sobrecoge, por la ternura que nos acaece, por la pasión que nos desborda, por la congoja ante el dolor, la miseria, el sufrimiento, y la muerte...

Sí, late y vibra al compás de nuestros sentimientos más intensos, más sinceros, más profundos.

Por eso es también la representación del amor.

Porque este sentimiento arrobador, arrasador, que no se para en mientes, que no se detiene ante obstáculos, que busca vencerlos todos, que no importa si no es comprendido por otros, que nos eleva y transporta, que nos hace sentir nuevos, y que nos provee una gran felicidad, es lo más grande que podemos sentir, por nosotros y hacia otros.

Cuando vamos a expresar cuánto amamos, decimos que abrimos nuestro corazón.

Cuando queremos hacer patente cuanto significa la otra persona para uno, decimos que le entregamos nuestro corazón.

Cuando juntos vivimos un romance hermoso, feliz, positivo, creativo, decimos que nuestro corazón rebosa de alegría.

Y cuando el ser que amamos nos deja, o nos traiciona, cuando nos discrimina o desprecia, cuando corta toda relación, decimos que el corazón llora, o está partido. 

Y todas esas circunstancias diferentes, pero reales, ciertas, es capaz de simbolizar este órgano tan vital que llevamos dentro nuestro.

Por eso, debemos controlar nuestras emociones. Debemos atenuar tanto nuestra alegría desbordante, como nuestra tristeza aherrojante; para que el corazón nos siga latiendo dentro de parámetros adecuados.

Por eso también, debemos ser conscientes de la cantidad de alegría o de tristeza que podemos provocar en alguien con nuestra actitud personal. Y eso implica responsabilidad.

Amigas, amigos, al celebrar las tradicionales fiestas de Navidad, Fin de Año y Año Nuevo, que sean con salud y con seguridad. 

Cuando me refiero a seguridad, aludo al peligro de fuegos artificiales mal manejados, tal vez en manos inexpertas de niños, y luego vienen las quemaduras e incendios que podrían haberse evitado.

Aludo también a aquellos que teniendo armas, no hallan mejor forma de expresar su alegría o exteriorizar su felicidad, que lanzar tiros al aire, cuando mucho mejor sería no usar ningún arma. 

Aludo a estar sobrios, y no excederse en la ingesta de alcohol que puede provocar riñas, disputas, y accidentes gravisimos.

Y digo con salud, en el sentido de cuidar lo que comemos, en cuanto a su contenido (colesteroloso o no)  y en cuanto a su cantidad. 

Pero cuidar la salud también, para no crear circunstancias de emociones muy fuertes, que puedan al momento dañar a alguien con un paro cardíaco, a poco que se evoque o recuerde la ausencia de un ser querido que ya no estará a la mesa, a la hora de celebrar.

Permítanme culminar esta nota, con una música de Ernesto Cortázar que por largo tiempo he compartido con alguien muy especial.  Se titula "Dos velas para Dos corazones" (Two candles for Two hearts".

enigma
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