NAVIDAD en Ciudad México

"Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos."- Mario Benedetti

Ergo, quienes me critican negativamente, no merecen que les considere mis amigos/as, a menos que se rectifiquen. enigma
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Árbol de Navidad de 50 metros de altura que se yergue en la Plaza de la Constitución, más conocida como El Zócalo, en ciudad México.

Culmino esta serie breve sobre la Navidad en Ciudad México. La elegí por ser una ciudad que amo, por la que gusto caminar, sacar fotos, y aprender la riqueza cultural que allí hay.

La Plaza está adornada en todo su alrededor, y como todos los años este también, hay una gran pista de hielo, y juegos para niños del más variado tipo.  Es un paseo buscado y querido por los padres que llevan allí a sus chicos para pasar un momento diferente.

Claro que también hay actividades más solemnes, como el hermoso concierto que dará mañana la Orquesta Sinfónica de Minería en el Auditorio Nacional.  Es la orquesta más un gran coro, y habrá villancicos, el tradicional Noche de Paz, culminando con el estupendo Alleluya de Händel.

También para una ciudad con más d 20 millones de habitantes, la tercera más poblada del mundo, se  hace necesaria una movilización en gran escala de efectivos policiales y helicópteros para que sea fluida y sin problemas la visita que el público hace a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, que acude en peregrinación.

El imponente templo que fue visitado por el Papa Juan Pablo II, tiene capacidad interior para 5 mil personas, pero en el atrio pueden reunirse hasta 500 mil.

Los números en México apabullan, tanto como la magnificencia de ciertos lugares, la maravilla de sus edificios, la hermosura de sus monumentos, y la riqueza de las culturas indígenas que se puede admirar apenas a la vuelta de la Cetedral, en la exhibición al aire libre y el museo que la acompaña.   Subiendo las pirámides del Sol y de la Luna en Teotihuacán,  y extasiándose en el Museo Antropológico.

Pero tal vez, en esta ciudad pujante y dinámica, nada me haya impactado tanto, y testifique lo que fue el dramático enfrentamiento del habitante indígena con el español conquistador, como la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. Allí los españoles construyeron un templo, apropiéndose del material con que los indígenas habían construido sus altares religiosos.

Con el correr de siglos, esa raza bravía, mezcla del indio y el español, guarda celosamente no obstante, muchas de las tradiciones que vienen justamente de la época colonial. Los techos de tejas de las casas, los cánticos navideños, las posadas.

Lo que hallo muy provechoso y verdaderamente merecedor de destacarse, es el hecho de que transmitidos de generación en generación, los niños actuales han aprendido y recibido de sus padres las canciones más típicas que siguen entonando en las fiestas, como la Navidad.

Cuando una nación pierde su cancionero infantil, prácticamente ha perdido su identidad. ¡México la conserva!  es parte misma de su ser nacional. Por ello me uno a mis hermanos mexicanos en proclamar: ¡Viva México!

enigma

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