RELACIONES DIFÍCILES

Las relaciones entre un hombre y una mujer no son fáciles. Y no son fáciles porque simplemente, somos diferentes.

Tenemos una forma diferente de pensar, de 
sentir y de proceder.

Las mujeres suelen ser muy celosas, a veces --y sin razón-- extremadamente celosas 

Suelen tener una memoria terrible para detalles insignificantes que para nosotros los hombres no tienen ninguna importancia y de los cuales ni nos acordamos, pero ellas nos los recordarán con pelos y señales, apenas se presente la oportunidad. No sé si llamar a eso rencor, o formas de reprochar, pero siempre afloran con facilidad.

También las hay muy pagadas de si mismas, se creen señoronas a las que hay que rendirles pleitesía. Nunca van a aceptar sus errores, falencias, sus desastres personales, pero van siempre a estar listas a levantar el dedo acusador y hacer una lista de cuanta cosa mala o equivocada les parece que uno tiene o ha tenido.

Si se toma en cuenta todo eso como telón de fondo, se comprenderá por qué, cuando en estos días he hecho el esfuerzo genuino, sincero, por cerrar heridas, y restablecer una amistad, la parte supuestamente o justamente ofendida, es incapaz de siquiera abrir una rendija de esperanza. 

No tiene interés. No quiere volver a tratar ciertos temas, y culmina cerrando la posibilidad de restablecer el vínculo que fue sostenido por 5 años!

Está bien. Acepto la parte de responsabilidad que me cabe. Yo decidí por las mías poner punto final a esa relación, pero además, usé este medio y facebook y twitter para anunciar que había borrado a esa persona de mi lista de amistades.

Con el andar del tiempo, me sentí mal conmigo mismo, creo que fue un acto de arrebato al que me llevó una actitud de esa persona que se venía arrastrando por todo 2012, que conoció un paréntesis en Mayo de 2013, para recrudecer mucho peor después. 

Mi reacción no fue desmedida, fue un arranque total de honestidad y sinceridad. 

Así que, amigas, amigos, no he podido reconstruir esa amistad, y tal vez mejor sea así.

Esa persona me desea que me vaya bien. Sé que me lo dice sinceramente y lo acepto. También se lo deseo a ella. Pero hasta aquí llegamos.

En el recuerdo quedan muchas, pero muchas cosas. Y prefiero pensar en las hermosísimas. De las otras, más vale ni acordarse.

Así es la vida. Así tenemos alturas y bajuras. Pero seguimos adelante.

Hoy no voy a decir que me siento plenamente feliz. He perdido a alguien que fue muy importante en mis últimos años. Alguien muy especial. Alguien que jamás podrá borrarse de mi memoria. 

Mientras tanto, sigo haciendo amistades. Sigo ampliando horizontes. Sigo pensando en construir mi futuro. Y tengo la esperanza de encontrar una compañera de vida, amorosa, dulce, tierna, romántica, apasionada, físicamente bella, y diez o quince años menor que yo.  Sé que muchas mujeres pueden responder a esta búsqueda. 

Tal vez en algún momento, aparezca una, que sea capaz de robarme el corazón. Hasta entonces, seguiré buscando....

  enigma 
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