¿Cruzo o no la calle? ¿voy o no voy al cumpleaños al cual me invitaron?, ¿hago ese viaje que hace tanto deseo o aún espero a más adelante?, ¿consolido tres cuentas bancarias en una o las sigo dejando separadas?, ¿alquilo o compro una vivienda?...
Pero, y casi diría --afortunadamente-- hay cosas, situaciones, posibilidades o proyectos, que no van a depender de nosotros, o de nosotros exclusivamente. Y ahí es cuando nos toca esperar, ahí es cuando aparecen cosas que quedan pendientes y sobre las que nada podemos hacer hasta que se revuelvan por sí mismas, y/o por las acciones de otros.
Yo me encuentro al ir andando esta parte final del año, en una etapa de estas. Donde tengo cosas pendientes que no sé cómo se van a resolver, y que, según como se resuelvan van a repercutir en mi día a dia, y en mis proyectos a corto y mediano plazo.
Estar pendiente de encontrar pareja, no depende sólo de mi. Depende de la otra persona que hasta hoy no sé quién pueda ser, si aparecerá o no, y si llegará a ser pareja conmigo, o no.
Estar pendiente de que surja un empleo, es casi dejar todo en manos de terceros que han hecho trámites que se resolverán en determinado momento, y ahí sabré si han tenido éxito, y como consecuencia de ello, entro o no nuevamente a estar activo.
Vivir con cosas pendientes es para mi una sensación un tanto extraña. Porque además una va encadenada a otra y a otra. Lo mismo respecto del lugar donde vivo. He pensado en mudarme. Claro, si me sale un empleo, deberé quedarme donde estoy.
Si no me saliera, ¿a dónde voy? ¿A otro lugar dentro del Estado de Virginia donde vivo?, ¿a otro Estado, y a cual?. Y el otro tema es cuándo. Porque Otoño e Invierno no son las épocas de mudanzas y menos de vender, alquilar o comprar viviendas. Habrá que esperar de aquí a 8 meses para que cualquier movimiento de ese tipo sea posible.
Asi que en estos momentos, vivo pendiente...pendiente de un montón de cosas. Y sin clara solución para ninguna de ellas. Mi esperanza es que de aquí a fin de año el panorama se vaya despejando y casi por inercia pueda ir tomando decisiones acordes a las situaciones que se me presenten. Asi, espero empezar 2015 no con cosas pendientes, sino con decisiones tomadas.
¿Les ha pasado a ustedes vivir pendientes de un montón de asuntos importantes, y no poder hacer nada hasta que no se resuelvan?
Es verdaderamente una situación un poco insólita. En general uno está acostumbrado a decidir y a tener un control sobre situaciones diversas. Al menos esa ha sido mi experiencia de vida hasta ahora. Pero, como ven, la experiencia puede llevarnos a cambiar de perspectiva, y a acumular una experiencia diferente.
Vivir con cosas pendientes, les diré, demanda mucha paciencia, confiar en terceros, y en última instancia, poner todo en oración (al menos, quienes tenemos fé). Yo tengo la convicción de que todo se ordenará perfectamente, que los hechos se van a ir dando para bien, y que 2015 puede abrirse como un gran año.
Comentaba con una amiga que 2014 fue un año muy diferente para mi de 2013. Este año que está transcurriendo ha sido mucho más positivo en varios aspectos. Lo he podido vivir con más intensidad. No que todo haya sido bueno. También he tenido alguna dolorosa decepción. Pero hasta eso finalmente termina por resultar bueno, porque uno supera la circunstancia, y sigue sereno viviendo el presente y apuntando hacia el futuro.
Si les toca vivir con cosas pendientes, siéntanse confiados que todas de una manera u otra se van a resolver, y según se vayan resolviendo serán entonces sí, las decisiones que ustedes tendrán que tomar.
¡Ánimo y adelante!
No comments:
Post a Comment