Ahora he quedado solo. Nadie vive conmigo. El silencio me rodea en mi hogar.
Me acompaña la presencia intangible del Ser en Sí, que habita en mi.
Y me acompañan las amigas y amigos que esparcidos por distintos lugares de Estados Unidos y del mundo, me han presentado sus condolencias, han manifestado su simpatía, han enviado tarjetas postales y hermosos ramos de flores y arreglos florales, ante el fallecimiento de mi esposa.
Pero mucho más que eso, cuenta la conciencia que estas amistades tienen de mi necesidad de ellos, pues se ponen a las órdenes, y no es un mero decir, es absolutamente una disponibilidad cierta y segura de poder contar con ellas y ellos.
Son el respaldo necesario para continar adelante, para seguir viviendo una nueva etapa de mi existencia que se ha abierto ahora, ante mi.
¿Cómo vivirla?
Primero que nada con autenticidad. Sin trampas al solitario. Sin mentiras. A cara descubierta, a pleno sol.
Vivirla íntegramente, con conciencia del valor de cada nuevo día que se abre ante uno.
Vivirla apostando a lo mejor, buscando que eso mejor sea compartido.
Vivirla amando, buscando la paz, queriendo entrañablemente a mis amigas y amigos, andando junto con ellos.
También viajando, para conocer otras tierras, culturas, gentes.
También tal vez dedicándome a alguna expresión artística: poemas y cuentos de los cuales da razón este mismo blog. Y pinturas, y fotografías.
Tal vez fundando alguna pequeña empresa.
Y tal vez, si el Ser en Sí me lo concede, finalmente, buscando convivir con alguien muy especial, que sea capaz de amarme y a quien yo ame con todo mi ser.
Con todas estas perspectivas, a las que no me atrevo a llamar proyectos porque sería presuntuoso, asumo esta nueva etapa.
enigma
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