UN UNIVERSO DE SENTIMIENTOS

Los seres humanos nos definimos como racionales, (aunque cometemos muchas irracionalidades), pero no se puede discutir que es lo que nos caracteriza de todas las demás especies que existen en nuestro planeta.

Pero hay algo que para mi nos define aún mejor, y son los sentimientos.

A veces es dificil definirlos o transmitirlos o explicarlos con palabras. Las palabras suelen quedar extremadamente limitadas.

Personalmente creo que los sentimientos se expresan más en gestos y en miradas.

Alguien alguna vez me dijo que yo tenia "ojos habladores", o sea que mientras mis labios podían quedar sellados, mis ojos eran muy decidores, evidenciaban mis sentimientos.

De ahí que es muy importante el encuentro humano.

Sólo mirándose a los ojos, sólo sintiendo todo el cariño o la ternura que hay en un abrazo sincero, es cuando se capta qué es lo que está sintiendo la otra persona.

En estos días, tan especiales para mi, yo he visto ojos enrojecidos por las lágrimas, de personas amigas sintiendo solidariamente la pérdida de mi esposa.

En estos días he recibido abrazos. Algunos formales, de ocasión se diría, pero otros, realmente cálidos, expresando un cariño entrañable por mi, y un estar conmigo en mi dolor. Especialmente esos abrazos han provenido de algunas mujeres, y realmente me han reconfortado mucho.

En otros casos, ha sido un sincero apretón de manos de hombres, pero tambíén en ese estrecharse de las manos con fuerza y sostenidamente, es como si a través de ellas se transmiera lo que la otra persona está sintiendo por uno y quiere transmitirlo.

Esos gestos, esas acciones emprendidas con voluntad de hacerlo, valen más que mil palabras, y sólo son posibles en el efectivo encuentro entre seres humanos.

Y mi situación particular me ha permitido redescubrir ese mar de sentimientos en el cual nos movemos cada día, como los peces se mueven en el agua.

Estamos rodeados de sentimientos, estamos inmersos en un universo de sentimientos.

Sólo tenemos que descubrirlos, catalizarlos, canalizarlos, y captarlos. Y algo más, obvio, los sentimientos se comparten y se comunican. No tienen sentido si se guardan con uno. Hay que alcanzar con ellos a quienes nos rodean.

Después de todo, si obramos así, podemos estar construyendo un mundo mejor, a cada minuto.



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