SOBRE ALGUNAS MUJERES...

José María Alonso y Trelles Jarén nació en Ribadeo, provincia de La Coruña, Galicia, el 7 de mayo de 1857.

De los cuatro a los quince años vivió en Asturias y a los dieciocho decidió emigrar a América. Luego de dos años en el pueblo argentino de Chivilcoy, en 1877 se trasladó al Tala, a 110 km de Montevideo, Uruguay.

Allí publicó sus obras, primero en un periódico local y luego en dos semanarios, inspirados por el Madrid Cómico, que él mismo dirigió y del que era el principal colaborador. Escribió además un puñado de obras de teatro para el grupo de Aficionados del Tala, se casó y tuvo hijos, y por fin se hizo procurador.

En 1902 Trelles asumió la nacionalidad uruguaya y en 1908 ocupó una banca en la Cámara de Representates, por el Partido Nacional. Poco antes había vuelto a su tierra natal para visitar a su madre y amigos; en los últimos años vivió algún tiempo en Montevideo, donde murió el 28 de julio de 1924 luego de una dolorosa enfermedad asociada con una peritonitis.

Alonso y Trelles escribió sus obras usando el seudónimo de “El Viejo Pancho”.

De entre ellas se destacan dos: “Paja Brava” y “Martín Fierro”. Obras gauchescas por excelencia, donde en su estilo verseador, dice sus verdades.

En su poema “Poncho Sobao”, Alonso y Trelles escribe:

"Mujeres y perros... tuitas son lo mesmo", o sea “Mujeres y perros…todas son lo mismo”.

No se trata de misogimia, ni de discriminación. En todo caso se trata de un gaucho dolido por culpa de una mujer.

La frase, dicha así, suelta, ha andado el mundo entero.

No comulgo con hablar genéricamente, y decir “todas las mujeres son…”, porque cada quien es cada quien, y en todos los órdenes de la vida, hay gente buena, regular y mala.
Tampoco me gusta denostar a las mujeres en general, aunque alguna en particular se lo mereciera. Demasiada discriminación, demasiado abajamiento han padecido por siglos, y es hora de redimirlas, de darles en la sociedad el lugar que siempre les correspondió. Es hora de terminar con absurdos machismos.

Pero quiere la poesía gauchesca, que haya crítica para las mujeres, y no vamos a dejar de apreciar el estilo, la métrica, y el bien decir de los artistas, porque podamos discrepar en algo o en todo con el contenido de sus obras y mensajes.

Traigo entonces a colación, a otro artista, éste de nuestro tiempo, que se nos fue del mundo anticipadamente, y por eso muchos le recuerdan con emoción.
Es un uruguayo de pura cepa, se llamó Alfredo Zitarrosa, y canta estas “Coplas Orientales por Cifra y Milonga” .Orientales, porque así nos llamamos los uruguayos, ya que pertenecemos a la República Oriental del Uruguay. Cifra y Milonga son dos estilos de música criolla.

Y aquí les dejo a Zitarrosa con su canto. Cuando le escuchen entenderán porqué hice las aclaraciones y reparos anteriores.





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