Cuando sobrevienen algunos momentos complicados, desgraciados, por causa de la mala gente, sentimos más que nunca, la compañía, el calor, el ánimo que nos dan, y el efectivo apoyo por parte de los amigos.
Ellos son los que están a nuestro favor, ellos son quienes van a defender nuestra honorabilidad y dignidad a capa y espada. Ellos nos conocen bien, saben quiénes somos, saben cómo sentimos, cómo pensamos y actuamos. Saben las bases de nuestra fé y nuestras convicciones más profundas.
Esas son las bases con las que contamos, para seguir firmes, erguidos, con la frente en alto, haciendo el presente y planeando el futuro.
Esas son las bases que nos sostienen y nos reafirman en quienes somos: los amigos, los que nos conocen bien, y no de unos meses, sino de años.
A ellos hay que agradecerles todo cuanto puedan hacer por nosotros, además de su solidaridad que ya la sentimos. Pero si pueden quebrar una lanza en nuestro favor, lo van a hacer sin hesitación y sin dudas.
Esos son los verdaderos y auténticos amigos. Los que sin necesidad de pedirles nada, son capaces de emprender iniciativas propias, en favor de la verdad y de la justicia.
Momentos hay en que se necesitan más que siempre. ¡Nosotros contamos con ellos!
Es necesario quitar entidad a las calumnias, a la diatriba malintencionada y a la difamación.
También es hora de hacer responsables a quienes ante una situación planteada, no hicieron absolutamente nada por esclarecerla en primera instancia, sino que sólo supieron sacarse el fardo de encima.
Como dijera alguien: "los molinos de Dios muelen lento, pero muelen...!"
Y como dicen aquí en Estados Unidos, "what goes around comes around", que es algo así como "cosecha vientos y sembrarás tempestades".
Estamos tranquilos, inconmovibles, porque somos individuos responsables, sobrios, y con sentido común. Nuestra vida toda lo atestigua.
enigma
No comments:
Post a Comment