Saturday, October 22, 2011

EL SENTIDO DE LA VIDA

He escrito varias veces sobre este tema esencial, pero no por ello voy a dejar de hacerlo nuevamente.

No pretendo responder a la pregunta filosófica acerca de si nuestra existencia tiene o no sentido. Sostengo que lo tiene en la medida en que se lo demos. En la medida en que asumamos un propósito para nuestra vida, ¿qué estamos siendo, qué queremos ser, qué queremos hacer?

Hacer y ser van de la mano. Hacemos lo que somos.

Pero la vida nos impone circunstancias finalmente no elegidas sino por responsabilidad social y/o familiar, y entonces no hacemos lo que somos, sino lo que otros quieren que hagamos, porque con ello obtenemos el sustento para seguir viviendo.

Sin embargo, cuando echamos una mirada retrospectiva, verificamos que nuestros mejores años no los hemos dedicado a ser y crecer como individuos, sino a servir a otros, a ser usados por otros en nuestras capacidades, talentos y facultades.

Y llega un momento, antes de ya no estar en condiciones de hacer nada, en que no sólo tenemos derecho al descanso, y al disfrute pleno de los años que nos quedan por delante, sino además el derecho inalienable de ser por y para nosotros mismos.

Ser haciendo lo que más nos gusta, ser disfrutando del solaz, de una paz interior sin estrés, sin horarios fijos, viajando, conociendo gentes y lugares, haciendo más nuestro este planeta, compartiendo con amigas y amigos los ratos más hermosos del encuentro humano.

Sacando fotografías, pintando, escribiendo poesías, cantando canciones, eligiendo películas, escribiendo, organizando actividades, en otras palabras, siendo. Y al ser, dándonos generosamente a otros, no por el salario, sino por algo mucho más fecundo: por el gusto de ser útiles desde nosotros mismos. Por significar algo como personalidades, en medio de una sociedad dada.

Así la vida, nuestra vida, cobra sentido.

Esta claro está, no es una fórmula para quien tiene una veintena o una treintena de años. En esa edad, hay que trabajar duro, hay que forjarse un futuro seguro, hay que desarrollar una carrera, adminstrativa, profesional, artística, etc.

Pero una vez llegados a la edad en que viene el merecido retiro --ganado a lo largo de años-- es entonces cuando no hay que seguir trabajando por aquello de que a fin de mes tenemos sí un dinero más.

Hay que dejar esa pequeña codicia, porque de pronto, se nos fue la vida por completo, y la desperdiciamos totalmente.

Tenemos que ser por nosotros mismos, y para nosotros mismos. Y siéndolo, darnos hacia los demás en aquello en que podemos ser útiles a la sociedad toda.

Yo lo siento así, y por eso, estoy ya con el ánimo de abandonar una tarea extra, que he estado haciendo desde hace más de dos años.

¡Es hora de ser!, ¡es hora de encontrarme esencialmente con el sentido de mi vida!

A lo mejor, varios lectores/as, pueden llegar a sentir y pensar lo mismo. ¡Enhorabuena!



enigma

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